31- El hielo de Eira

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La noche llegó rápidamente y el entrenamiento de Eira y Valyria que aprendieron a volar en ese poco tiempo, Caulifla estaba descansando sobre el futón cansada por el enfrentamiento. Tenía unas cuantas heridas en su cuerpo pero no eran nada grave.

—¿Qué tal estuvo el entrenamiento? — preguntó la chica levantándose del futón.

—Las niñas aprendieron a controlar el ki — respondió el mayor acercándose a la chica —¿descansaste bien? — le preguntó con mucha tranquilidad.

—Sí, Letty usó su técnica extraña para atacar a su oponente en puntos vitales — explicó la menor con seriedad y luego se acercó a su pareja —me encanta que mi hermana ya esté emparejada con alguien, y eso le ayudará a buscar esas esferas del dragón — apretó el puño con una sonrisa.

—Sí. Y más que tú me devolviste la fuerza cuando Milk falleció — musitó el mayor con cierta nostalgia, sintió las manos de Caulifla en sus mejillas y ella juntó sus labios compartiendo un cálido y corto beso —...¿y eso? — inquirió él sonrojado mirando los ojos de ella.

—Le prometí a Milk que siempre estaría junto a ti y te cuidaría, aunque creo que es más al revés — le sonrió tiernamente mientras acariciaba la mejilla derecha de Goku.

Ambos se fueron a dormir tranquilamente abrazados, mientras tanto en la habitación de Kale y Letty la morena estaba curando las heridas de la chica arquera que gruñía y mostraba muecas de dolor en su cara.

—Duele... — gimió Letty.

—Ya estoy por terminar, Letty — murmuró la mayor desinfectando las heridas de su pareja —aguanta un poco más ¿sí? — suplicó haciendo un tierno puchero.

Letty no tuvo más remedio que seguir recibiendo los cuidados y tratos amables de su novia, se sonrojó cuando Kale se sentó a horcajadas sobre ella para terminar el trabajo.

La menor perdió el equilibrio y Kale cayó sobre ella a centímetros de su cara, la morena sabía que estarían a solas un año dentro de una dimensión especial en la que se podrían hacer más poderosas aunque los planes se pueden torcer.

(...)

El grupo que partirá por el viaje universal llegó al Templo sagrado de Kamisama en donde los esperaba el pequeño namekiano junto a Piccolo que estaba meditado y Mister Popo que realizaba una que otra labor relacionada al Templo Sagrado de Kamisama.

—Hola Dende, Mister Popo, Piccolo ha pasado mucho tiempo — saludó el peli palmera eufórico, de alguna manera eso hizo sonreír a Caulifla.

—Señor Goku, vaya, sí que ha pasado mucho tiempo — saludó Dende.

—Kamisama — musitó nerviosa Kale —¿puedo utilizar la habitación del tiempo? Voy a entrenarla a ella — señaló a Letty que de inmediato se sonrojó fuertemente.

El namekiano más pequeño sonrió con gusto y las guió a la habitación del tiempo, mientras tanto Caulifla se acercaba a Piccolo que continuaba con su meditación y Goku se empeñaba a explicarles algunos conceptos del ki a Eira y Valyria.

—Deben utilizar el ki para volar, tienen que concentrarse lo mejor que puedan y dejar que fluya su energía

Eira asintió y se concentró dejando fluir su ki para poder levitar, logró elevarse unos cuantos centímetros y luego regresó a tierra bastante agotada.

—No tenemos mucho tiempo, debemos volar pronto, papá porque partimos en una semana — exclamó Eira.

—Sí, es cierto — murmuró Goku con seriedad —la verdad es que deben esforzarse por aprender a volar, ya que ustedes quisieron ir con nosotros — añadió con seriedad su padre.

Valyria fue la siguiente en intentarlo consiguiendo casi los mismos resultados de su hermana gemela sólo que duró más tiempo que Eira, su padre sonrió ampliamente y les acarició el cabello a las dos.

Caulifla se puso frente al borde del templo recordando la primera vez que entrenó con Goku allí, esbozó una sonrisa y tocó sus labios que habían besado a los de su maestro y ahora pareja.

(...)

Cuando Letty y Kale llegaron a la habitación del tiempo, la de cabello largo quedó sorprendida por el misterioso lugar que estaba frente a ellas. La de piel canela tomó su mano y entrelazó sus dedos guiándole al interior de la dimensión.

—Mi cuerpo... se siente pesado — titubeó Letty observando todo el lugar.

—La gravedad está aumentada diez veces a la de la Tierra y posee temperaturas extremas — explicó la mayor —no es tiempo de hablar, debemos hacernos más poderosas ¿entendido? — habló Kale con una enorme sonrisa.

Letty asintió y salió del edificio que servía como entrada al lugar, aún se sentía pesada pero debía ser fuerte porque no quería hacer sentir decepcionada a su novia.

Kale cerró los ojos y cruzó sus brazos comenzando a meditar, la más joven no entendía qué estaba haciendo ella; le era difícil entender muchas cosas que sucedían en el planeta tierra.

Dentro de la mente de Kale estaban varios guerreros desconocidos a los que iba derrotando poco a poco, uno de ellos le lanzó un golpe al abdomen provocándole una herida tan real como ese entrenamiento mental.

(...)

Eira y Valyria estaban controlando la técnica de vuelo mejor que antes porque ahora ya podían flotar por el aire y moverse a una velocidad no muy grande, Goku observó alegremente como esas dos chicas gemelas aprendían rápidamente.

—Así se hace, chicas, ustedes aprenden rápido — halagó su padre con una gran sonrisa.

Caulifla se volteó a verlas y sonrió ampliamente sintiendo el entusiasmo crecer en todo su cuerpo al ver cómo sus hijas ahora podrán volverse muy poderosas.

—Oye Eira — Caulifla llamó a su hija.

—¿Qué sucede mamá? — indagó la menor.

—Enséñame lo que aprendiste con tu padre — Eira la miró dudando de hacerlo porque no sabía si tenía la misma fuerza —Anda, hazlo.

—De acuerdo — exclamó la peli azul sonriente.

Trató de formar una esfera de color azul que tardó varios segundos en hacerse lo suficientemente grande para atacar su madre.
La lanzó luego de haber pasado ese tiempo, Caulifla cruzó sus brazos para protegerse del ataque de Eira pero se sintió congelar poco a poco hasta que una fina capa de hielo cubrió sus brazos y sus piernas quedando inmovilizada.

—Mamá — se acercó alarmada a la saiyajin.

—Tranquila... estoy bien — musitó tiritando de frío.

—¿Acaso tengo esos poderes? — preguntó Eira mirando sus manos con sorpresa.

Caulifla elevó su ki para quitarse el hielo que su hija le lanzó sin querer, se levantó rompiendo esa capa gélida sobre sus piernas y brazos.

—Uf... esa técnica será muy útil pero es muy fría — habló sonriente mientras tiritaba de frío.

—Oye, lo mejor será que busques un sitio caliente, Goku no querrá verte congelada — recomendó Piccolo.

—Gracias — caminó junto a Eira al interior del templo.

—Eira — llamó Valyria a su hermana, Goku notó que Caulifla que tenía frío y el día estaba despejado.

La saiyajin le sonrió a su pareja mientras se adentraba al Templo junto a sus hijas, Goku las siguió rápidamente para brindarle un poco de calor corporal a Caulifla.

Beyond the Limits (Fuerza y Valor 2)حيث تعيش القصص. اكتشف الآن