8. 𝚂𝚒𝚖𝚙𝚕𝚎𝚖𝚎𝚗𝚝𝚎... 𝙰𝚖𝚘𝚛 𝚊 𝚙𝚛𝚒𝚖𝚎𝚛𝚊 𝚟𝚒𝚜𝚝𝚊

621 78 0
                                    

Noel

El sol del sábado me da la señal de que el nuevo día ha llegado a esta parte de Eureka y, aunque a duras penas comienza a levantarse, sé que es momento de recordarme que soy un idiota por haberme quedado dormido. Ni siquiera he sido consciente de en qué momento mis párpados han bajado hasta cerrarse, consiguiendo que descanse poco más de unas cuantas horas. Tanto es así que el alarmismo de no hallar el cuerpo de Ziel en el sofá me estresa abruptamente, moviéndome tan rápido que a duras penas reparo en mi hermano también dormido en una de las mecedoras. 

Tan rápido como puedo corro hacia el ventanal que da hacia la parte delantera de nuestra casa y mi aliento se corta. Tiene que cortarse, porque la escena es tan hermosa que a duras penas tengo palabras para expresar todo lo que ven mis ojos tras el cristal: Ziel está de pie rodeado de pájaros, revoloteando alrededor de su cuerpo como si se trataran de mariposas que lo hacen en la flor más hermosa del lugar para admirar su belleza. En sus manos atisbo pedazos de pan machacado, trozos de hojas de lechuga y pequeñas bayas rojizas que los pájaros no dudan en comer. 

Definitivamente es la criatura más hermosa en la faz de la Tierra.

No es de extrañar que me haga experimentar emociones tan explosivas, porque eso quiere decir que su mera existencia tiene que ver con nosotros los lobos. Simplemente... Es amor a primera vista, la cual no reparé hasta este año, ya que el pasado ni me molestaba en observar atentamente a nadie. Necesitaba a mi Luna, antes de que esos vampiros asquerosos me la robaran; y ahora hállome aquí, observando a unos cuantos metros de distancia al chico que posiblemente sea lo que he estado buscando toda mi vida. Pero existe un problema para que nuestro lazo inicie con buen pie: Las Lunas y los Mates deben de aceptar al lobo, iniciando así los primeros hilos de protector y protegido en lo que se acerca la noche de La Marca. Nos pueden rechazar, utilizar lo que quieran hasta que nos rompan el corazón y se alejen de nosotros, e incluso que cambien de padecer a última hora para que esas putrefactas sanguijuelas sean sus protectores o sus verdugos. 

No lo soportaría. Mi corazón se partiría en tantos pedazos que se asemejarían a los polvos de estrellas en el firmamento, alejándolos de mi vera al igual que mis emociones más cristalinas y mi amor incondicional por mi persona destinada. 

Nunca he estado con un chico en ningún ámbito más allá del colegueo, el sentimiento típico de hermanos o la simple amistad por cordialidad. Esto es nuevo para mí y sé que puedo errar, meter la pata hasta el fondo aunque mis intenciones sean buenas. ¿Lo espantaría si le confesara que, desde que mis ojos se clavaron en los suyos como estacas, todo mi cuerpo necesita ser acariciado por la suavidad de sus manos? Posiblemente sí. Incluso una chica sería capaz de reírse por los nervios y alejarse ante tal declaración; mas no miento cuando afirmo que un simple contacto de su piel es más que suficiente para calmar cada brizna de agonía, la cual navega por mi torrente sanguíneo si paso un día sin verlo aunque sea durante unos segundos. 

—¿Qué miras tanto, Noel? —murmuró mi hermano desde su asiento, adjuntando un bostezo tan largo que inevitablemente me lo pegó. 

—Sólo estoy observando la escena más hermosa de esta vida —confesé en un susurro, porque lo era. Ver sus ojos centellear por los rayos del sol, el brillo de su piel emanando un ligero sudor, la superficial sonrisa mientras esas cosas con alas volaban a su alrededor provocando su chirriante estruendo agudo, la pose recta y el bosque haciendo de fondo como si eso fuera un lienzo y él la musa plasmada en él—. Temí que se hubiera marchado, asustado, por despertar en una casa desconocida...

—Arg... Siempre has sido el más romántico de los tres —farfulló, levantándose del asiento para acercarse hasta mi posición—, me extraña que aún no te hallas atado a ninguna chica temporalmen...

𝓩 i e l [También en Inkitt]Kde žijí příběhy. Začni objevovat