Capítulo 33. Dragón Blanco.

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No debías ser muy listo para saber que un tercero estaba de sobra. Además de que alfa y  omega no dejaban de observarse de una forma demasiado... ¿cariñosa? ¿cursi?

QingXuan tosió querido sonar casual. —Bueno... yo iré subiendo al auto también...

Xie Lian asintió en dirección al menor. —Voy en un momento.

—Sí... lo que tú digas—asintió QingXuan despidiéndose de forma rápida.

El omega subió a la parte trasera del vehículo de Lan WangJi, pero en cuanto lo hizo se arrepintió. Había escapado de una pareja para llegar con otra, y la situación no era muy diferente.

El ver como Lan WangJi acaricia el cabello de WuXian mientras el omega le dirigía sonrisas coquetas no era lo que QingXuan deseaba ver. Pero tampoco quería estar allí parado con Xie Lian y Hua Cheng.

—¿Por qué a mí?—susurró para sí mismo el menor cerrando los ojos con pesar.

Aunque no negaría que de vez en cuando los miraba con curiosidad, de hecho, estaba pegado a la ventana espiando lo mejor posible a Xie Lian quien hablaba con Hua Cheng. No podía escuchar, pero podía verlos con claridad, y por sus movimientos corporales parecían decir cosas importantes.

Xie Lian tenía una expresión de desasosiego en su rostro. —San Lang...—el omega estaba serio, su intranquilidad era más que obvia. —Prométeme que descansarás.

Hua Cheng sonrió y asintió. —Lo prometo, pero tú deberás hacer lo mismo, Wen Qing dijo que debes reposar.

—Eso te lo dijo a ti—respondió con diversión. Tener la palabra del alfa en verdad lo tranquilizaba. Xie Lian se sintió complacido, pero aún estaba algo inquieto. —Entonces... ¿Nos vemos después?—el omega suplicaba que su separación no fuera tan extensa, realmente tenía muchas ganas de tomarse un tiempo y conversar con el alfa, conocer a Hua Cheng en verdad.

Para su alivio el alfa asintió y declaró con seguridad. —Nos vemos después.

Xie Lian sentía que debía decir algo, pero no sabía qué, así que sólo le sonrió e hizo un gesto con la cabeza para despedirse. Le era insuficiente, sin embargo ese había sido su actuar de forma inconsciente.

Apenas le dio la espalda al alfa cuando escuchó la voz de Hua Cheng llamándole.

—Gege.

Xie Lian giró más rápido de lo deseado. —¿Sí?

Había una palpable esperanza, quería quizás hacer algo más, pero todo pensamiento se esfumó en el momento que sintió las manos de Hua Cheng sujetarlo por el rostro para besarlo.

Xie Lian respondió de forma natural, como si ya lo hubiera presentido con antelación, y más que sorprenderle, le calmaba. La gentileza del alfa al besarle fue más que suficiente para saciar a su agitado corazón y convertirlo en una promesa, la cual decía de forma silenciosa que todo estaría bien.

Si bien ellos se encerraron en una burbuja romántica, el resto no se sentía igual. QingXuan casi había pegado el rostro al cristal en cuanto los miró besarse, de hecho se tallaba los ojos como si aún no lo creyera.

—No puede ser—el omega seguía impactado. —¿Se están besando? ¿Se están besando verdad?

Quería asegurarse de que no era una alucinación lo que estaba mirando.

Y para su suerte Wei WuXian sólo confirmó lo obvio. —Se están besando.

QingXuan sentía su rostro ligeramente avergonzado por ver ese lado de Xie Lian, pues para él, el mayor siempre había sido alguien puro e inocente... demasiado.

C O N E X I Ó N | Omegaverse & Crossover MXTX Where stories live. Discover now