Un año recuperándose de un terrible accidente, uno que marcó un antes y un después en la vida de Verónica Lodge.
Un año desde que la vida como la conocía había desaparecido y en los que había tenido que adaptarse poco a poco a la realidad que ahora...
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(CAP 1/2)
¿Cuánto puede un hombre arreglar en tres meses? ¿Cuánto amor puede brindarle a una mujer como para que sus miedos se esfumen?
No tengo la respuesta a esas preguntas. Aunque si puedo afirmar que el final está muy cerca.
Mi panza es enorme, se me dificulta moverme con casi ocho meses de embarazo. Christian está nervioso la mayor parte del tiempo por la falta de sexo, no es que no lo hagamos, pero no es lo mismo.
—¿Qué te parece este? —Eleva un diminuto vestido rosa y Zeus gruñe, entonces vuelve a dejarlo en su lugar.
—Le muestras los vestidos a Zeus y entre ustedes eligen... me parece razonable. —Ambos me miran como si dijeran "Cállate" y siguen con lo suyo.
Jared últimamente pasa mucho más tiempo con nosotros que con su padre, aunque esta vez Lincoln lo convenció de ir a un partido juntos.
Intento levantarme y de inmediato Zeus apoya su cabeza en mi espalda ayudándome a levantar, Christian me sostiene hasta que estoy completamente de pie.
—¿Viste los zapatitos que le compré? Aunque solo pude comprar cincuenta...
Lo miro sin podérmelo creer.
—Amor, pero si la bebé no podrá ni caminar por unos largos meses... —Lo abrazo y el me llena de besos.
No hay cosa que el adore más que a hija, compró tantas cosas que tuvimos que hacerle una modificación a la casa y derribar una pared completa para unir dos habitaciones.
La pequeñita ya tiene su propia bata de doctora para cuando vaya con Chris al hospital, los chicos se la mandaron a hacer y es increíble como tantas personas consienten a mis hijos.
He estado yendo a grupos de apoyo para mujeres en mi situación, debo admitir que es algo dramático, pero por fin convencí a Christian de acompañarme.
—Amor ya te dije que Aria va a salir del hospital con su vestido blanco...
—¿Y con su tutú? —Asiento. —Zeus ¿Qué opinas?
El tigre baja la cabeza en señal de que está de acuerdo y baja de la cama cuando tomo mi bolso porque sabe que si no estamos no puede estar dentro de casa.
El camino a mi lado, me sirve como apoyo desde que vio como un día casi caigo al resbalarme, desde ahí nunca me deja bajar las escaleras sola.
Toma la pata completa de caballo que Christian le da y corre a su jaula.
Moore contrató un chofer más, para que me llevara al hospital y a cualquier sitio al que necesitara ir, está haciendo turnos extras y a veces llega tan cansado que no puede ni comer, pero mantiene que su familia lo valía todo.
Hacia muecas en todo el camino, el odiaba la idea de estar rodeado de más mujeres con las hormonas a mil.
—Amor, puedes ir a dar una vuelta y luego vuelves por mi... —Acaricio su mano para captar su atención.
