~Capitulo 27~

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—Necesitas guardar reposo absoluto, este hospital aun te necesita

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—Necesitas guardar reposo absoluto, este hospital aun te necesita. —El mejor amigo de Christian se despide de él cuando lo recuestan en la camilla para ir a la ambulancia y llevarlo a casa.

—Hierva mala nunca muere. —Es lo único que le dice y cierra los ojos por el dolor, es un gesto que ya le conozco. —Verónica... vienes conmigo.

—Lo sé, solo hablaré con tus padres y te veo abajo. —Beso sobre el tatuaje de su frente y dejo que se lo lleven.

Suspiro nerviosa y me acerco a ellos quienes me reciben con una sonrisa cálida.

No lo entiendo...

—Lamento lo de hace rato y la forma en la que nos conocimos... —Empiezo hablando, algo lento para que puedan entenderme.

—Tranquillo, la polizia fa solo il suo lavoro, siamo già a conoscenza di tutto. (Tranquila, la policía solo está haciendo su trabajo, ya estamos al tanto de todo.) —Su padre responde con una mano sobre mi hombro, pero de una forma delicada.

—Domani dobbiamo tornare in Italia, prenditi cura del mio piccolino per favore... (Mañana tenemos que volver a Italia, cuida a mi pequeño por favor ...) —Su madre me "suplica" tomando mis dos manos entre las suyas.

—Lo cuidaré con mi alma. —Le sonrío y ella me abraza tal vez sintiendo que lo decía desde el corazón. —Pero, no pueden irse sin cenar con nosotros. —Ellos sonríen. —Hagan lo que deban hacer y esta noche nos vemos en casa de Christian, les tendremos una hermosa sorpresa.

Por las prisas ni si quiera llegaron a hospedarse en casa de Christian, según el, ellos pagaron un hotel cerca del hospital para poder llegar más rápido en caso de... bueno, eso ya no es importante.

Camino lo más rápido que puedo hasta los ascensores para bajar con algunas cosas de Christian en mis manos y verlo algo nervioso dentro de la ambulancia.

—¿Qué pasa? ¿Estás bien? —Acaricio sus mejillas y él se relaja.

—Pasa que los hijos del pollero casi me abren los puntos al meterme aquí. —Exclama molesto.

—Señor lamentamos lo sucedido. —Dice intimidado un hombre de casi dos metros de la raza negra.

Christian no tiene límites...

—Como sea, quiero ir solo con mi novia. —Hace el ademan con las manos de que salga y el algo asustado toma aire para responder.

¿Por qué todos le temen?

—Señor no podemos dejarlos solos puesto que si hay un accidente o usted sufre una complicación no podrem...

—Dios, se perfectamente todo lo que me vas a decir pero, quiero jugar con las tetas de mi novia y no quiero tener que sacarte los ojos por mirar.

Me ahogo otra vez con el agua y el chico se medio levanta asustado.

—Creo... creo que podemos hacer una excepción.

De un recuerdo (2) ✔️Where stories live. Discover now