De un recuerdo (2) ✔️

~Capitulo 8~

Hoy sembré mi plantita, espero nadie se dé cuenta del desastre que hice con un poco de tierra y una planta, pero mi terapeuta estará feliz de que al fin empiece a cuidar a un ser vivo, dice que no es lo mismo pero me ayudará a entender que las cosas cambian, que las dejamos de una forma y al darnos cuenta ya son otras y que a pesar de que no las reconozcamos siguen siendo las mismas, es simple, pero dice que me ayudará a asimilar lo que pasa con mi hijo, él no me conoce ni yo a el, y la vida nos separó de una manera trágica, pero nadie tuvo la culpa y debo arreglar las cosas por él y por mí.

Pienso el Lincoln y se me encoje el corazón, lo he intentado, estos días he intentado pensar en él y asimilar que no es lo que recuerdo, pero simplemente ya no puedo amarlo.

Y Poe... ya no puedo sentirlo, ya no puedo escuchar sus bromas, ya no siento su corazón con el mío, como su uno de nosotros dejo ir al otro, han pasado años y su voz al decir "Principessa" era lo único que recordaba de él, lo único que me quedó y simplemente lo estoy olvidando...

—Verónica... —Me interrumpe Leanette con un semblante triste cerrando la puerta detrás de ella. —¿Estas bien? —Niego dejando la pequeña planta sobre el libro que tenía en frente.

—Ya entendí que no fue real... pero me cuesta recordar mi vida antes de eso, estoy cansada... —Ella toma asiento en frente de mi cruzando sus piernas al igual que yo. —No puedo escucharlo Lea.. lo estoy olvidando, su rostro es borroso en mis sueños y ahora me aferro a una figura. Llevo años luchando con esto y ya me estoy cansando...

—No he visto a nadie en los años que llevo aquí... que haya podido hacer lo que tú, yo creo que nadie en este mundo está listo para despertar en una vida diferente, con personas diferentes y sobrevivir a ello. —Toma mis manos y me brinda una sonrisa triste. —No lo recuerdas porque por fin estás asimilando las cosas, poco a poco estas poniendo todo en su lugar, cuando llegaste no parabas de tener ataques de pánico, ahora ya no suceden con frecuencia, no querías visitas y ahora las pides, no salías y hasta jugaste con un interno. —Sube sus cejas y hace una expresión sensual haciéndome sonreír.

—¿Eso es bueno? —Pregunto en un hilo de voz mirando la planta entre nosotras.

—Lo es, eres más fuerte de lo que crees. —Me abraza haciéndome sentir por un momento que Laura está de vuelta, esa amiga que hacía que todo estuviera bien, que junto con Killian alegraba mi vida y en momentos tristes se volvían mi apoyo. —A ver... —Toma un pañuelo y con cuidado limpia mis lágrimas sonriendo. —Tu madre está aquí y no debe verte así ¿De acuerdo?

Asiento algo nerviosa, pero a ella es la única que recuerdo de la misma forma, su rostro es igual, su voz, su olor, ella es mi mamá en cualquier dimensión y sobre todas las cosas.

—Ahora más vale que nos pongamos a recoger toda esta tierra en la que me hiciste sentar sin darme cuenta. —Abro los ojos como platos a ver que estaba sentada sobre toda la tierra que hacia dejado sobre el suelo