Un año recuperándose de un terrible accidente, uno que marcó un antes y un después en la vida de Verónica Lodge.
Un año desde que la vida como la conocía había desaparecido y en los que había tenido que adaptarse poco a poco a la realidad que ahora...
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Narrador omnisciente (4 meses después)
La vida de seis personas cambió con un suceso, uno en el que todas se vieron afectadas de una u otra forma.
Cada una tuvo su karma, merecido o no, lo sufrieron con creces, pero ninguno ha sanado del todo.
Veronica, avanza cada vez más en su tratamiento, su hijo poco a poco va recuperando a su madre.
Las terapias algo más exhaustivas que en los años anteriores por fin empiezan a dar frutos, aunque no se puede asegurar un éxito total aún.
Ahora vuelve poco a poco a ser esa mujer fuerte que recordaba ser, ha leído cientos de libros y desde dentro del hospital ha movido cielo y tierra para volver a la editorial en donde trabajaba antes.
Tal vez no habían muchas posibilidades, pero con una historia tan intrigante como la que ahora tenía, una recuperación tan excitante y movida le abrieron miles de puertas.
Aunque aún le queda tiempo en el hospital es probable que ahora tenga algo más afuera, un miedo menos al que tiene que enfrentar.
Ella y Christian, han conseguido la forma de "Llevarse bien" el permanece igual o más tóxico que siempre, pero ella ha aprendido a manejarlo a su antojo y él lo disfruta.
Las habitaciones, los baños, el jardín, la cocina, los comedores, las máquinas dispensadoras, el dispensario médico, cuarto de conserjería, su oficina, el capó del costoso auto de Christian, los pasillos, y hasta la oficina del director; han sido testigos de la pasión infernal que hay entre ellos una que crece y crece y no hay forma de parar.
Las cámaras lo han captado todo, pero Christian sabe cómo mover influencias y eliminar "evidencias" trabajo que se ha vuelto recurrente debido a que siempre hay un lugar nuevo para hacerlo.
Como ahora... cuando Christian la abre de piernas en una ambulancia aparcada en el hospital de puertas abiertas frente a un parque infantil, la empotra de una forma bestial mientras sus cuerpos tiemblan al estamparse uno con el otro.
El la muerde, deja marcas en su cuerpo y ella hace lo mismo clavando sus uñas en el suyo, pelearon la noche anterior y es su forma de desquitarse uno con el otro.
Esa ha sido su terapia más efectiva, esa que posiblemente se mantengan hasta que uno de los dos fallezca.
Lincoln Lodge, la vida le jugó en contra de la peor manera posible, arrebatándole de sus brazos a la mujer de su vida, su adoración.
A la que ahora debía volver a llamar Veronica Miller.
Ya no se ve en la necesidad de mantener todos los trabajos, pero aun los conserva porque a pesar de que ya no es su mujer, es la madre de su hijo y así iba a ser para siempre.
El divorcio fue inminente, no hubo nada en la faz de la tierra que lo pudo evitar, en el hubieron discusiones en las que Lincoln rogaba por quedarse con pequeñeces y dejare todo a su familia.
