Un año recuperándose de un terrible accidente, uno que marcó un antes y un después en la vida de Verónica Lodge.
Un año desde que la vida como la conocía había desaparecido y en los que había tenido que adaptarse poco a poco a la realidad que ahora...
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Sueños recurrentes en los que el recuerdo vivo de la persona que amo vuelve a tocarme, vuelve a abrazarme y hacerme sentir que todo está bien y que nada de esto pasó. Pero luego abro mis ojos y no lo veo junto a mí.
Quiero ser fuerte, pero ¿Cómo supero a Poe? Y ¿Cómo dejo de querer coger todo el día? Es frustrante porque, aunque avanzo con algunas situaciones como con mi hijo y Lincoln, me hundo más en el dolor.
Estoy amando a una persona cuya voz recuerdo distorsionada y cuyo rostro ya no es tan claro como antes, y mientras más lo olvido más caigo en el abismo.
Necesito algo a que aferrarme porque una vez que toque fondo estaré perdida.
—¿Pretendes que te levante y te lleve a la ducha? O ¿Ya estás tan loca que no quieres ni bañarte? —Escucho decir a mis espaldas y ruedo los ojos girándome para salir de la cama y viéndolo sentado frente a mí.
—Vete a la mierda Christian. —Suspiro y el arquea una ceja alejando de mis manos el estuche cuando lo quería tomar.
—Controla tu vocabulario conmigo preciosa. —Ruedo los ojos otra vez y alzo mi desmarañado pelo para intentar hacerme un moño descuidado.
—Dame mi estuche por favor. —Digo de una manera más amable y chernobyl me lo extiende mirando su reloj.
—Tienes veinte minutos y ¿Por qué mierda no me llega tu puto reporte? —Se levanta algo molesto y camina hacia la puerta.
—Controla tu lenguaje.
—Yo soy papi aquí, hablo como se me pegue la gana, y ya báñate, mis ingresos no son para pagarme otra nariz.
—Idiota. —Huelo mis axilas cuando sale y suspiro con altura cuando no sentía ningún olor. —Exagerado...
Avanzo en dirección a la puerta y casi corro a las duchas evitando que me vea para que no esté respirándome en la nuca todo el día, me desnudo y dejo mis cosas organizadas sobre un banco de madera en la entrada, necesito el agua caliente, necesito escapar un rato de mis pensamientos y solo relajarme.
***
Hoy no quise mojar mi pelo así que antes de salir me lo até en un moño alto y tomé mi toalla con prisa, hacia frio y quería llegar a mi habitación cuanto antes.
Agradecía que Christian no estaba cerca y pude vestirme con calma, pero claro, el diablo siempre anda rondando la tierra y Christian está claro que personaje interpreta.
—Hoy tienes algunas... —Me mira por unos segundos como siempre analizándome por si tenía marcas de alguna pelean o algo por el estilo y de repente frunce el ceño haciéndome suspirar.
—¿Se te fue el internet? Continúa hablando. —Pongo las manos sobre mis muslos y él se lanza sobre mi tomandome del mentón con algo de fuerza.
