Un año recuperándose de un terrible accidente, uno que marcó un antes y un después en la vida de Verónica Lodge.
Un año desde que la vida como la conocía había desaparecido y en los que había tenido que adaptarse poco a poco a la realidad que ahora...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Por fin puedo descansar, por fin las cosas dejaron de atormentarme aunque sé que solo será por un momento....
—Verónica despierta... —Susurran en mi oído, una voz que reconozco de inmediato. Abro mis ojos de golpe y me giro adormilada mirando sus ojos.
— ¿Qué haces aquí? —Me lanzo a sus brazos preocupada por lo que Christian me había contado. —Si te ve aquí sabes lo que te va a pasar ¿Estás loco? Vete...
—Tranquila... tu yo sabemos que aquí él no puede hacernos daño. —Se acerca a mis labios y por más que quiero girar mi rostro no puedo, mi cuerpo no reacciona y me hace sentir desesperada. —Debes relajarte... —Toma mis mejillas entre sus manos y me besa, juega con mis labios y los hace bailar a la perfección, mueve una de sus manos a mi nuca evitando que me aleje demasiado.
—Extraño... —Odio que mi voz haya salido como un jadeo. No puedo ocultarle lo que está consiguiendo.
—Memphis. —Me interrumpe sonriendo de forma ¿arrogante? atacando mi cuello con besos húmedos y lentos pero inundados en deseo.
— ¿No tuviste suficiente con lo que te hizo Christian? —Intento controlar mis instintos, mi cuerpo no reacciona pero intento irme contra la marea y no disfrutarlo. Aunque no sé si es por mi falta de voluntad o por sus habilidades que me termino perdiendo.
— ¿Te parece que fue así? —Me recuesta en la cama paseando sus manos por debajo de mi camiseta blanca, acaricia mis senos y estoy ya empezando a perder la batalla, deja besos uno por uno sobre mi abdomen hasta llegar a mis senos, sonríe antes de tomar mi pezón con maestría y jugar con él, pasa su lengua por el derecho mientras pellizca el izquierdo, lo muerde y lo chupa dejándolo húmedo y erecto.
Mis jadeos empiezan a ser más notorios y mi vagina ya está ardiendo cosa que inevitablemente me hace nublar la cabeza, como si el bloqueo se hubiera pasado, coloco las manos en su pelo enredando mis dedos y lo halo un poco intentando alejarlo.
Él se separa y levanta mis brazos por encima de mi cabeza, quita mi camiseta y con ella misma inmoviliza mis manos... no entiendo lo que pasa, pero ahora mismo tampoco quiero pedir explicaciones. Pudiera detenerlo pero... ¿Por qué haría tal estupidez?
De pronto la puerta se abre y mi mayor miedo se hace presente. El extraño detiene sus besos y toqueteos y yo intento levantarme...
—Christian yo... —Intento zafarme asustada, el extraño no me deja moverme y no entiendo lo que pasa, si antes lo hizo creer que moriría y casi lo mata ahorcado, solo por un beso o por unos chupones, no imagino lo que le haría al vernos en esta posición. —No hagas nada estúpido por favor, recuerda tú...
Levanta su mano para que me callara y el pánico aumenta aún más, me aterra cuando no habla, no grita, no lo golpea y solo deja sus cosas en la cama de al lado, el extraño permanece helado al igual que yo, viéndolo con atención, Christian se deshace de su bata y su camiseta envolviéndosela en su mano derecha y siento la tensión en el ambiente.
