Un año recuperándose de un terrible accidente, uno que marcó un antes y un después en la vida de Verónica Lodge.
Un año desde que la vida como la conocía había desaparecido y en los que había tenido que adaptarse poco a poco a la realidad que ahora...
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Ya no siento el auto moverse, no sé en qué momento quedé dormida, pero abro mis ojos y Christian no está. Me altero un poco y miro a mi alrededor estoy a orillas de la carretera y al mirar por mi ventanilla veo una especie de pequeño muelle en donde veo su figura.
Se pasa las manos por la cara mientras habla por teléfono. Abro la puerta con cuidado y bajo de la camioneta. Él se encuentra de espaldas a mí.
—Tengo miedo. —Solloza. —Jamás me he enamorado, jamás he tenido una familia... no una propia.
Me detengo.
—Su vientre crece cada vez más... amo jugar con Jared y verla regañarme por molestarlo... es que si la pierdo...
Apoya su brazo en el barandal y su frente sobre él.
—No lo sé... he sido fuerte por ella, pero me duele verla y que me pase por la mente que... —Escucho su voz realmente rota. —Ya sabes, no quiero mencionarlo.
Siento que pierdo el equilibrio, camino un poco más hacia él y limpio las lágrimas que se me habían escapado.
—¿Christian? —Él se sorprende y se gira dejándome ver su aspecto triste por segunda vez.
—Te llamo luego. —Casi corre hasta donde estoy y me abraza con fuerza, con su mano derecha acaricia mi pelo y se aferra a mí. —¿Estas bien?
Se separa un poco y besa mi frente acariciando mi espalda.
—Christian ¿Sucede algo? —Se termina de separar algo nervioso.
—Iba a hablarte de eso luego... —Tomo asiento en un banco junto a él, acomodo mi pijama por el frio y suspiro.
—Christian dime que sucede.
—Quiero que vayamos a Noruega. —Frunzo mi ceño, mirándolo con sorpresa sin entender nada.
—¿A Noruega? —El asiente y me abraza brindándome más calor.
—Es uno de los países con mejor atención medica del mundo... —Responde mirándome a los ojos como si me rogara.
—Christian eso suena muy costoso, y el viaje y...
—Escúchame... —Se levanta y camina nervioso frente a mí. —El dinero nunca fue un problema... pero déjame intentarlo. —Dice nervioso al borde del colapso. —Déjame intentar salvar a mi familia... Verónica si te vas te juro que no voy a soportarlo...
—Christian...
—He tenido que dar esa noticia mil veces y no estoy listo para que me la den a mí. —Su voz se quiebra.
—Chris...
—No voy a volver a un lugar donde tú no estés ¿Me entiendes? Si tengo que llevarte a la fuerza o tomar a toda tu familia e irnos lo haré por qu...
