Hola, señor mayor general

Capítulo 83: La intuición de Gu Nianzhi (3)

"¡¿Estaban detrás de Nianzhi ?! Eso no puede ser correcto. Si ella era su objetivo, ¿por qué no la tomaron como rehén? Zhao Liangze tenía dudas. Sin embargo, tampoco podía descartar la posibilidad de inmediato. La existencia de armas pesadas, armas que solo podrían haber sido introducidas de contrabando desde el extranjero, complicaba las cosas.

"Los secuestradores son solo peones en el juego. El verdadero cerebro detrás de escena quiere asegurarse de que Nianzhi no sea alguien importante. Todo este incidente fue solo para ellos probando las aguas ", dijo Huo Shaoheng, con voz fría y desapasionada. "En cuanto a por qué no la tomaron como rehén, supongo que tienen miedo de que la atrapen. Alguien puede rastrear la evidencia hasta ellos, por lo que decidieron no arriesgarse a un ataque directo a Nianzhi, no esta vez ".

Fan Jian y Zhao Liangze se callaron ante esto.

Si Huo Shaoheng tenía razón, entonces tenían que quedarse dentro del auto sin importar qué ...

...

Las luces del coche aceleraban a lo largo de la carretera junto al lago Little Mirror, más y más lejos, antes de desaparecer en la oscuridad.

Ahora estaba completamente oscuro.

La lluvia siguió cayendo sin tregua.

Gu Nianzhi observó cómo el vehículo militar frente a ella cobraba velocidad de repente. Se alejó, cada vez más rápido. No había forma de que ella se pusiera al día ahora.

Ella había estado corriendo a toda velocidad; gradualmente disminuyó la velocidad.

Se inclinó, con las manos en las rodillas, jadeando salvajemente por respirar. Le escocía el interior de la nariz y tenía los ojos húmedos. El agua goteaba de su cara: ¿era agua de lluvia? ¿Su sudor? ¿Sus lágrimas? Ella no podía decirlo.

"Nianzhi, ¿qué pasa? ¿Por qué estás corriendo detrás de ese coche? Mei Xiawen también se había detenido a su lado. Él le pasó un brazo por el hombro y la ayudó a levantarse con delicadeza.

Gu Nianzhi miró la carretera frente a ella. Allí no había nada más que oscuridad; las luces del Humvee hacía mucho que habían desaparecido. La oscuridad era tan completa que ni siquiera podía estar segura de haber visto el coche.

"Nada. Solo quería ver cómo se ve ese francotirador. Sus habilidades estaban fuera de este mundo ". Gu Nianzhi sofocó los sentimientos indescriptibles que habían brotado dentro de ella. Apretó los labios y se volvió para seguir a Mei Xiawen por donde vinieron.

Al llegar a la cabaña de paja, se volvió para mirar a través del lago Little Mirror.

Little Mirror Lake era una vasta extensión brumosa en la noche lluviosa. A lo lejos, Mingyue Court parecía diminuta, como una casa de juguete en un cuento de hadas.

Había una distancia de dos kilómetros entre este lado del lago y la Corte de Mingyue, ¡y el tío Huo había matado al enemigo al otro lado del lago con un solo disparo de un rifle de francotirador antimaterial!

El corazón de Gu Nianzhi se llenó de orgullo vicario ante la idea.

Miró a Mei Xiawen y dijo: "¿No quieres saber quién era ese increíble francotirador?"

"No pensé que eras del tipo que tiene un fetiche de héroe", dijo Mei Xiawen, bromeando. "¿Qué, tengo que practicar mi tiro ahora?"

"¡Jaja, deberías, si tienes tiempo!" Gu Nianzhi estaba de muy buen humor; agitó su puño jovialmente en el aire. Su cabello largo y húmedo se le pegaba a la espalda como algas. Su rostro pequeño y exquisito, apenas del tamaño de una palma abierta, parecía brillar como una perla en la noche lluviosa.