CAPÍTULO 35

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ESTE CAP ES FUERA DEL HORARIO FAMILY FRIENDLY

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Arie

En cuanto Jadiel me cargó en medio del patio trasero de su residencia, supe que no había vuelta atrás.

Empujó la puerta del departamento con un pie y casi desesperadamente le quité la playera de encima con las manos temblorosas, aunque no supe si era por el frío o la emoción. Él dejó caer su chaqueta y comenzó a caminar conmigo en sus brazos, besando desesperadamente cada centímetro de mi boca. Estaba segura de que no me iba a saciar de sus besos, ni de la manera en la que se aferraba a mi cuerpo a pesar de estar tan cerca y totalmente a su disposición.

Llegamos a una habitación —su habitación— y nos detuvimos un segundo por falta de aire.

Mi pecho revoloteó ante el sinfín de sensaciones que azotaron contra mí en ese momento. Lujuria. Confusión. Ira.

No quería hablar, tampoco quería que me pidiera disculpas o me dijera que todo sería diferente. Sabía la respuesta. Sabía lo que pasaría después de que todo terminara y saliera por la misma puerta por la que entré.

Me dolía el alma de tan solo pensarlo, porque no quería irme. No quería una noche, no quería caricias fugaces.

Y, sin embargo, era todo lo que tenía.

Me bajó con delicadeza después de que nos quitáramos las zapatillas y recorrió sus manos por el contorno de mi cuerpo. Se detuvo en el top que traía encima y me lo quitó en un dos por tres, dejándonos en la misma situación.

—Eres hermosa, Arie.

Alcé la mirada hacia él y ambos nos quedamos en silencio unos segundos antes de que nuestras bocas se encontraran nuevamente. No hubo nada lento en la forma en la que su lengua jugueteó con la mía, no hubo vacilación cuando bajó a mi pecho y se dedicó a trazar cada rastro de piel expuesta con esa maldita boca suya.

Me tomé el tiempo de sentir. Disfruté cada susurro que salía de él y las respuestas de mi cuerpo hacia él. Ahogué un grito cuando se abrió paso hacia mis muslos, pero lo detuve con una de mis manos para atraerlo hacia mí. Me mordió el labio inferior con fuerza antes de apartarme de un tirón para luego regresar con más ímpetu. Pequeñas olas de placer recorrieron mi ser, y cuando Jadiel habló, supe de inmediato que quería que lo hiciera en ese momento. Quería sentirlo, quería que me folle y lo quería ya.

—Voltéate. —susurró contra mi oreja, causando que algo se comprimiera en mi vientre bajo.

Le di la espalda y apartó mi cabello a un lado para comenzar a besar mi cuello, logrando que cerrara los ojos y disfrutara el sinfín de sensaciones que me provocaba su mero toque. Un jadeo involuntario se escapó de mis labios cuando me apretó contra él, sintiéndolo duro contra mi espalda.

Llevó una mano a uno de mis pechos y lo apretó con fuerza. Esta vez un gemido se escuchó firmemente en la habitación y eché la cabeza hacia atrás, chocando con el pecho de Jadiel, que había comenzado a bajar la mano que tenía libre hacia mi abdomen. Desabrochó mis pantalones y antes de que llegase a mis bragas, me di vuelta para empujarlo contra la pared. Él sujetó una de mis manos con fuerza y la puso entre ambos, logrando que lo distraiga lo suficiente para que con la otra buscara el cierre de su pantalón. Froté por encima de la tela que nos separaba y me bajé el jean de un tirón sin dejar de tocarlo. El rubio hizo la cabeza hacia atrás y lo despojé de las únicas prendas que lo separaban de mí; hasta me tomé el tiempo de apreciar su cuerpo atlético desde abajo.

Efímero & 180 [✔️]Where stories live. Discover now