CAPÍTULO 21

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Bueno, ¿cómo me presento?

Soy Arie, la estúpida a la que le robaron los huevos de Fabergé.

Sí, ríanse todo lo que quieran.

Aquí va el contexto: Después de que Aaron fuera por unas empanadas al primer piso, no regresó. Y cuando fui a buscarlo, no estaba ni él, ni la preciada colección de mi abuela.

¿Tienes idea de cuánto cuestan esas cosas?

Siendo sinceros, no me importaba mucho. El valor sentimental de unos simples huevos pesaban mucho más. Era lo único que me quedaba de ella.

Greta...

Mi abuela falleció antes de que naciera. De hecho, mucho antes de que mis padres se conocieran. Pero dejó una grabadora que Blake guardó hasta que cumplí los 14. Así que, eso de amar a alguien que prácticamente no conoces, era cierto (Claro, en mi caso).

Por si se lo preguntan... sí, busqué a Aaron por todas partes, pero fracasé y quedé como un payaso. Sin embargo, eso no hizo que me detuviera, habría seguido todo el día de no ser por las llamadas insistentes de Steven.

Tuve que resignarme y contestar.

—¿Por qué no has contestado?

—He estado ocupada.

Él se quedó en silencio unos segundos.

—La campaña contra las drogas que harás—soltó un silbido —¡Espléndido! Porque la he organizado para hoy en la noche.

¿Qué mierda acaba de decir el viejo idiota?

—¿De qué hablas? Esa campaña la organicé para dentro de unas semanas.

—Pues la he cambiado para hoy. Tu madre olvidó...

—Ya.

—No faltes. Y puedes llevar a tu perro.

—Larissa no es...

Y me cortó.

—¿Qué mierda estás haciendo, pordiosera?

Alcé la cabeza y me golpeé contra el borde de la mesa. Agarré los lentes del piso y me giré hacia el pelinegro.

—¿Qué haces aquí?— me quejé, esta vez levantándome.

—He venido a cortar contigo.

Me llevé una mano a la cabeza, justamente donde me había golpeado.

—Quisieras— me encogí de hombros. Elliot alzó las cejas con incredulidad.

—¿No me estás escuchando? Te estoy cortando.

—No puedes cortar una relación que ni siquiera es real— me defendí —Además, el trato aún no se cierra. Trata de controlar tus impulsos hasta que lo haga y te aseguro que seré un fantasma en tu vida. Casi va a parecer que nunca me conociste.

Elliot se cruzó de brazos y entrecerró los ojos con diversión.

—Mm... vale, pero conste que te avisé. Y tu y yo no somos novios.

Le sonreí sarcásticamente.

—Tu y yo nunca hemos sido novios, Elliot— esperé a que dijera algo más, pero no lo hizo. —Además. ¿por qué tanto interés en cortarme justo ahora? Ni siquiera jugamos bien el papel de "novios"

Él resopló.

—No esperes a que te recoja.

—¿Y? ¿Solo vas a decir eso?— ladeé la cabeza. ¿Jadiel no les había dicho a sus hermanos lo que había hecho?

Efímero & 180 [✔️]Where stories live. Discover now