Capítulo 29: El sótano es el comienzo

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"La luna decidió brillar en todo su esplendor, mágica luz enigmática que embellece la noche

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"La luna decidió brillar en todo su esplendor, mágica luz enigmática que embellece la noche. Así eres tú cuando me sonríes, haces de mi mundo completamente luminoso"

Cartas a la Luna /R.W.

—¿Por qué me miras así?

—¿Así cómo? —Pregunté. Aún estaba sorprendida por el interés de Lyra en querer terminar una tarea, no es que nunca lo hiciera, pero me impactaron las ganas que tenía por terminar aquel trabajo—. ¿Por qué te interesa tanto ese libro?

—Porque ahí están las respuestas para el cuestionario que Milo nos pidió —Entorné la mirada.

—¿Milo les dio trabajo para la casa?

—Sí, es parte de la disciplina —Fruncí el ceño. Me costaba conectar a Milo con la palabra disciplina. Cuando llegamos al instituto el cuidador me reconoció y nos dejó entrar.

—Buenas noches, solo...

—No tardo en salir —Se apresuró en decir Lyra, empujándome. El cuidador nos sonrió mientras asentía.

—¿Por qué estás tan nerviosa?

—Me aterra el instituto.

—¿De noche?

—Y de día también —Dijo estremeciéndose—. ¿Me pasas tu celular?

—¿Para qué?

—Para preguntarle a Abel por el nombre del texto.

—¿No sabes el nombre del texto? —Pregunté mientras nos encaminábamos hacia la biblioteca y le entregaba mi teléfono.

—¡Ay, Lu! —Exclamó—. Tantas preguntas —Sonreí.

—Lo siento, es que me encanta que, aunque sea tu último año en el instituto, finalmente estés tan interesada en tus estudios. Estoy muy orgullosa de ti —Lyra me miró esbozando una sonrisa extraña. Claro, debía ser fuera de lo común que yo la felicitara. Me recriminé por ser tan dura con ella—. Lamento si a veces soy un poco dura contigo, pero es que me preocupo mucho por ustedes.

—Está bien, Lu —Murmuró. Cuando llegamos a la biblioteca me sorprendió ver luz. Abrí la puerta y miré a Lyra confundida.

—Creo que a alguien se le quedó la luz...

—¿Cómo dijiste que se llamaba el texto? —Exclamó la voz ahogada de Milo. Entorné la mirada, por uno de los pasillos salió Eva y cuando nos vio, nos sonrió a medias—. Solo la señorita Stone les pide que lean un libro tan rebuscado, ¿Segura que no está en casa?

—No —Murmuró Eva.

—¡Para tu información, Allen, yo no pido material rebuscado! —Solté. Milo se asomó por uno de los pasillos mirándome con una ceja alzada.

La casa del bosque [COMPLETA]Where stories live. Discover now