La casa del bosque [COMPLETA]

Capítulo 51: Timorville bajo amenaza.

«La verdadera Luna brilló con alegría cuando comprendió que el amor es más que tiempo, confianza y respeto. También es locura, pasión y dolor. ¿Y si la reina se arriesga? Aquella es la única acción que pone en jaque al bosque»

Cartas a las estrellas y al sol / La casa del bosque.

Eva

Todavía estaba envuelta en la antigua bata de dormir de Luna muerta de frío. Desde que despertamos con los gritos de Milo y nos metió a todos en su jeep hasta ahora, que estábamos en el hospital, no lograba procesar todo.

La señorita Stone fue detenida por golpear a Eleonor, y si antes sentía un cariño especial por mi profesora, ahora la idolatraba y con mayor razón esperaba que el tarado de mi hermano abriera los ojos y se quedara con ella. ¡Es que la señorita Stone es la mujer más maravillosa de Timorville!

Me gustaría ser como ella.

Tan preocupada por su familia, dedicada con sus alumnos y apasionada por lo que ella consideraba justo. Era mi ejemplo a seguir.

Yo igual le habría partido la cara a Eleonor, y no me habría importado que el poli me detuviera.

Suspiré con amargura mientras miraba a todos en la sala de espera.

La señorita Stone estaba desesperada, nunca la vi demostrando tan abiertamente sus emociones. Cada cinco segundos soltaba un sollozo, Kilian la abrazaba, pero ella no aguantaba mucho en sus brazos porque comenzaba a caminar de un lado hacia el otro. Simone también intervenía, pero la hermana de Lyra no quería ser contenida por nadie. Además, su ropa estaba cubierta por la sangre del poli.

A la única que escuchaba un poco era a Lyra, pero estaba segura que lo hacía solo para aparentar estar bien ante su hermana. Leo dormía en los brazos del señor Stone, quién miraba con preocupación a la mayor de sus hijos.

Nadie salía para darnos alguna información sobre Ewan. Lo único que sabíamos, por Luna, era que había recibido un impacto en la altura del pecho y que casi no tenía signos vitales.

Por supuesto que el idiota de mi hermano no estaba, después de dejarnos en el hospital salió disparado en el jeep a buscar a Eleonor, y hasta ahora no regresaba. Y de eso ya habían pasado más de dos horas.

—Deberían volver a casa —les dijo Luna a su padre y a Lyra.

—Yo me quedo contigo —respondió mi amiga y yo también asentí. No me movía del hospital hasta saber del poli.

—Están agotados, Leo ya se quedó dormido y debe estar congelado —insistió ella. Sus ojos estaban rojos e hinchados. La nariz roja y en la mejilla izquierda tenía una mancha que, posiblemente, fuera sangre del poli.

—Estaba a punto de decirle a Killian que nos llevara a casa, pero solo por Leo —Luna asintió a las palabras de su padre—. No te quiero dejar sola.