Capítulo 34: En el bosque los deseos son escuchados

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"El indigno inició el juego con un incendio que consumió la casa del bosque parapetado en venganzas y mentiras

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"El indigno inició el juego con un incendio que consumió la casa del bosque parapetado en venganzas y mentiras. El rapsoda continuó escribiendo su vida entre metáforas que lo obligaron a convivir en medio de alucinaciones y aquel polvillo blanco que endulzó la fantasía. El iniciado finalizó el sacrificio sepultando el cuerpo, porque el espíritu seguía danzando en medio de los árboles viejos que por primera vez respiraron en libertad"

Acto Final / R.W.

—No sabía que hoy no trabajabas —Me sonrió mi padre. Milo acababa de pasar en el jeep por Lyra y Leo para llevarlos al instituto.

—No, uno de los profesores pidió mi bloque para reforzar un tema que les está costando a los alumnos.

—Podrás tomarte la mañana para descansar.

—No, prefiero revisar unos trabajos pendientes —Papá sonrió. Estaba terminando su desayuno, me senté al lado de él y le robé una tostada—. Aún tengo algunos asuntos pendientes y prefiero adelantar un poco para tener la próxima semana libre. Vuelve Ewan y quiero pasar tiempo con él.

—Me parece una buena idea, hija. No me quiero inmiscuir en sus asuntos, pero he notado que están un poco alejados —Papá dejó la tostada a medio camino y me miró frunciendo el ceño—. No enredes tu vida, dulzura —Arqueé una ceja en su dirección.

—No estamos pasando por nuestro mejor momento, pero no entiendo qué quieres decir con enredar mi vida.

—Milo Allen —Algo se sacudió dentro de mi estómago. Una agitación mínima, pero ahí estaba reproduciéndose una y otra vez como un disco rayado. O tal vez era que solo tenía hambre.

—¿Qué pasa con él? —Pregunté a la defensiva.

—He visto como se miran —Primero esbocé una sonrisa y unos segundos después me reí con fuerza. ¿Mirar a Milo? ¿Cómo lo miraba?

—¿Milo? —Me seguí riendo hasta que una lágrima resbaló por mi mejilla—. Ay, papá —Resoplé aun riendo.

—Estoy hablando en serio, Luna —Me regañó.

—Estás mirando mal —Sonreí—. Solo es un amigo.

—Soy un hombre mayor que sabe reconocer una atracción. Soy tu padre, y te conozco.

—Odio que digas eso —Bufé.

—Es la verdad —Me tomó la mano—. No enredes tu vida. Eres una mujer con una profesión, con un buen trabajo que amas, cargas con una responsabilidad que nunca debí colocar sobre tus hombros, cariño. Estás con un hombre que te ama y que me da la confianza absoluta para cuidar de ti. Sé que uno de mis tesoros está a salvo con Ewan...

—Papá...

—No, dulzura, escúchame por favor —Sus ojos azules se posaron atormentados en los míos—. No cometas una locura que hará que te arrepientas el resto de tu vida. Sé que amas a Ewan, y justamente por eso te pido que no compliques tu vida. Si por un segundo supiera que ese otro muchacho es importante para ti, no dudaría en apoyarlos.

La casa del bosque [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora