29 | Roses

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❥︎ Día veintinueve

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❥︎ Día veintinueve

ROSAS

Chat Noir sentía que los colores se iban de su rostro a medida que veía la sangre fluir en mayor cantidad en la mano de Marinette

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Chat Noir sentía que los colores se iban de su rostro a medida que veía la sangre fluir en mayor cantidad en la mano de Marinette. Tuvo que salir de su estado de estupefacción al ver la mueca de dolor en el rostro de su novia, por lo que se apresuró a buscar entre los cajones de la chica, lo necesario para parar la sangre y curar la herida en sus dedos.

—Gracias, gatito —murmuró ella, sentada sobre su diván, mientras el superhéroe, a su lado, envolvía los dedos afectados con una venda rosa que la chica tenía en un pequeño botiquín de primeros auxilios. Al terminar, besó la mano de la fémina—. Con unas banditas hubiera sido suficiente —afirmó viendo su mano exageradamente vendada.

—Desde mi perspectiva, la herida se veía grave —le hizo saber, a lo que ella negó con la cabeza en desacuerdo—. Si hubiera sabido que te enterrarías las espinas en tu mano, no te hubiese traído esas rosas —admitió, viendo el ramo de rosas rosadas que Marinette había dejado caer al lastimarse con el tallo de estas al querer sacar una.

—Fue un accidente, Chat, a veces suele pasarme cuando estoy cosiendo ropa o haciendo alguna manualidad —confesó con una sonrisa despreocupada—. Además, como dicen: “O aprendes a querer la espina, o no aceptes rosas”

—No sabía que escuchabas a Arjona —tuvo que comentar.

—Hablo en serio —le dijo. Sus ojos azules adquirieron un leve brillo nostálgico—. Lamentablemente, nada en la vida es perfecto. Pero si algo he aprendido, es que no debemos olvidar a que amar es aceptar la rosa en su totalidad, incluso con sus espinas —soltó un suspiro, bajando la mirada—. La espina no deja de lastimar aunque tenga una rosa.

Él la detalló con atención, para luego proceder a sostener la mejilla de la joven con su mano, haciendo que lo mirara de nuevo.

—Ni la rosa deja de ser hermosa porque tenga espinas —expresó, con una mirada llena de cariño—. Y yo te amo a ti tal y como eres, con tus pétalos e incluso con tus espinas, princesa.

Ella se dejó acoger por el tacto del rubio, experimentando cómo su corazón comenzaba a latir a mil por segundo. Acunó igualmente las mejillas de él.

—Yo también te amo a ti, Chat Noir.

Aquella que era su complicada historia de amor, había mostrado sus filosas espinas, logrando herirlos en el proceso, pero ellos seguirían deleitándose por el dulce aroma de su amor, que a diferencia de las rosas, era inmarcesible.

Aquella que era su complicada historia de amor, había mostrado sus filosas espinas, logrando herirlos en el proceso, pero ellos seguirían deleitándose por el dulce aroma de su amor, que a diferencia de las rosas, era inmarcesible

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*llora brillitos*

Quiero ir despidiendo este libro como se debe, no me hago responsable de causar diabetes.

En el siguiente leeremos una palabra que marca bastante no sólo las relaciones amorosas, y lo descubrirán leyendo el desenlace del pequeño arco en donde vemos convivir a Emma y a Chat Noir, titulado “Confianza

Marichat May 2021Where stories live. Discover now