Treinta y un situaciones que definirán un sólo sentimiento entre la chica de rosa y nuestro héroe gatuno.
✍ Reto "Mayo Marichat" de la página de Marichat May de Tumblr
✍ Colección de One Shorts y Drabbles dedicados exclusivamente a esta pareja.
Seri...
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❥︎ Día uno
LLUVIA
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Esa noche, Marinette se encontraba sentada sobre la orilla de la fuente que estaba ubicada en medio del parque. Sus brazos se mantenían apoyados con sus codos sobre sus rodillas, a la par que sus manos sostenían su cara, y con una mirada desganada, observaba el césped sin ninguna intención de moverse de aquella posición. Todo el ambiente aparentaba estar calmado y sin conmoción alguna, sin embargo, en su cabeza era un panorama completamente distinto, podía verse a través de sus turbados ojos azules.
El clima se percibía despejado, las estrellas y la luna acompañaban la luz de los faroles en las nocturnas y poco transitadas calles parisinas. Pero una tormenta llena de aflicción se desataba en el interior de la joven heroína.
Miró con pesar el soso objeto que traía entre los dedos de una de sus manos: esos estrafalarios lentes con nariz y bigote que en más de una ocasión la habían ayudado a ocultar irritado rostro. Los dejó caer sin cuidado al suelo, agotada de seguir fingiendo.
Los acontecimientos que últimamente se fueron juntando en su vida eran demasiado pesados como para asimilarlos, y aunque ella quisiera drenarlos todos con amargas lágrimas, parecían no querer ceder. Hasta ya se había quedado sin lugares donde poder descargarse y llorar tranquila sin ser interrumpida, ya sea por sus amigas, sus padres, e incluso por sus kwamis.
Al rededor de las nueve, había salido de su casa hasta ese sitio, a solas, con la finalidad de hallar tranquilidad, una sensación que, por lo visto, había desaparecido definitivamente en su vivir diario; y tenía la pequeña esperanza de conseguirlo, rezando en su cabeza que no hubiese ninguna emergencia de akuma esa noche. Se hallaba tan enfrascada y desesperada por encontrar su paz interior que no notó cuando ya tenía dos largas lágrimas bajando por sus mejillas.
Qué importaba ya. Estaba sola, más sola que nunca. Se sentía en todo su derecho de derramar lágrimas cuán lluvia torrentosa, inundar a todo París, y con suerte, lograr que Shadow Moth se ahogara de forma lenta y tortuosa en el proceso.
