O3 | Dirt

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❥︎ Día tres

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❥︎ Día tres

SUCIEDAD

Luego de despertar temprano la mañana de aquel domingo, Marinette bajó sin muchas ganas las escaleras de su habitación para darles los buenos días a sus padres y desayunar algo ligero, y de esa forma comenzar con algo de energía el día más perezos...

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Luego de despertar temprano la mañana de aquel domingo, Marinette bajó sin muchas ganas las escaleras de su habitación para darles los buenos días a sus padres y desayunar algo ligero, y de esa forma comenzar con algo de energía el día más perezoso de la semana.

Pero con lo que no esperó encontrarse fue con que cierto felino ya le había robado terreno en el desayunador de la cocina de su casa. El muy desvergonzado se hallaba sentado en el puesto que ella solía tomar junto a sus padres, quienes lo acompañaban y reían gratamente por algún chiste del superhéroe. Ya se estaba haciendo un hábito de él ir a desayunar a su casa cada tanto, y sus padres no dejaban de darle libertad.

Y en realidad, ya no sabía si eso le causaba desagrado o no.

—Cariño, al fin despertaste —la saludó Sabine al notar su presencia en el lugar.

La joven únicamente contesto con una sonrisa de boca cerrada. Trató de evitar que todos notaran el visible sonrojo que se formó en sus mejillas al momento en que sus ojos se cruzaron con los de Chat Noir.

Gato depravado. Él jamás se lo dejaba fácil con las para nada discretas miradas seductoras que lograba lanzarle cada vez que tenía la oportunidad.

Mientras Tom era el que retomaba la conversación, hablando de pasteles y masas, Marinette tomó rápidamente el primer tazón que tuvo al alcance y se dispuso a llenarlo de cereal y leche, esperando que su torpeza no la traicionara en esa labor. Y siendo sincera, la mirada constante del rubio cerca de ella no ayudaba mucho, causándole tensión en cada una de sus acciones.

—¿No nos acompañas? —Chat le habló por fin, al ver cómo la muchacha tenía las intenciones de irse a desayunar a su habitación. Sus padres también la observaron con la misma pregunta tatuada en sus caras.

—Lo siento, pero es que tengo... tengo mucha tarea para mañana, ¡sí! Y no quiero perder más tiempo y comenzar de una vez —se excusó de manera olímpica y demasiado creíble, o al menos era así para los dos adultos, mas no para el astuto héroe felino, quien sabía de antemano que de alguna manera, ella estaba comenzando a actuar de forma nerviosa en su presencia y que empezaba a evitarlo a toda costa.

Marichat May 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora