O8 | Princess and Knight AU

702 71 29
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


❥︎ Día ocho

PRINCESA Y CABALLERO

[UNIVERSO ALTERNO]

En el interior de la enorme mansión Dupain, la pequeña Marinette aguardaba de pie frente a las largas escaleras de cuarzo que daban a la siguiente planta de la casa

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


En el interior de la enorme mansión Dupain, la pequeña Marinette aguardaba de pie frente a las largas escaleras de cuarzo que daban a la siguiente planta de la casa. Mantenía una postura bastante erguida y una expresión imperturbable con la barbilla en alto, y su corto vestido rosa de lunares blancos perfectamente planchado, combinado con su cabello muy bien recogido en un rodete alto, la hacían lucir sofisticada e impecable. Demasiada perfección para una niña de tan sólo siete años.

Su postura no cambió cuando la entrada principal se abrió de par en par, dejando ver a un hombre acompañado de un niño de más o menos su misma edad, quienes fueron inmediatamente recibidos cordialmente por sus padres.

Sin moverse de su lugar, Marinette siguió con la mirada al niño rubio recién llegado, bastante recelosa. Éste iba de un lado a otro con un aire muy enérgico, observando cada detalle de la mansión con una emoción desmesurada en sus verdes ojos, sin embargo, para la pequeña de cabello azabache, ese era un acto de total imprudencia. ¿Cómo se atrevía ese desconocido a andar de aquí para allá, mirando y tocando todo, como si fuese su casa? Aparte, ¿por qué estaba vestido de esa forma? No estaban en halloween.

Que niño más desvergonzado.

Ella arrugó aún más su entrecejo cuando lo notó aproximarse corriendo hasta donde se encontraba parada.

—¡Hola! —la saludó en un tono exageradamente elevado, tanto, que Marinette tuvo que taparse los oídos. Él la observó de arriba hacia abajo sin disimular en absoluto su atrevido gesto—. ¿Acaso tú eres una princesa?

La menor estaba a punto de responderle —de forma nada cortez, cabe destacar, pues, sin haberlo conocido, ese chico ya había tenido la osadía de sacarla de sus casillas—, pero el padre del niño se acercó hasta ellos antes de que pudiera hablar.

Marichat May 2021Where stories live. Discover now