☯︎Treinta y cuatro☯︎

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Un mes pasó, uno repleto de arduo entrenamiento, Izuku continuaba ayudando a sus conpañeros con las prácticas y Katsuki no podía evitar sentir celos por la excesiva cercanía que algunas veces tenían los demás a su peliverde. Las cosas en la U.A. iban de lo más tranquilas, la Liga de Villanos últimamente no había hecho ningún movimiento, ni siquiera para rescatar a Dabi, por lo que era más difícil ubicarlos aún así el peliverde mantenía la calma, gracias a sus amigos claro esta, ya que si fuera por él los buscaría en cielo y tierra.

Respecto a la relación de aquel par de tortolos todo iba genial, aún no eran novios oficiales pero las muestras de cariño no eran algo que ocultaran al público, mucho menos el rubio cuando se mostraba celoso y posesivo. A la larga los demás pretendientes del peliverde supieron la noticia rindiéndose, Mirio aún mantenía una estrecha relación con Midoriya ya que ambos tenían en común el cariño de Eri y Monoma solo se acercaba para molestar, algo que lograba con éxito recibiendo explosiones como paga.

-Bien chicos ya es hora de irnos. -Aizawa había ido a buscar a cuatro de sus alumnos ya que debían hacer patrullaje por la ciudad.

-Claro, andando Deku. -y lo tomó de la mano, el mayor solo suspiró ante tal acción. Los niños y su imprudencia.

Kirishima, Todoroki, Katsuki e Izuku fueron los elegidos para patrullar junto a su profesor, era algo de rutina ahora que el pecoso había conseguido su licencia de héroes. No creían que algo malo ocurriese, esa zona era bastante segura ya que la academia se encontraba cerca, debían ser muy valientes para armar un alboroto por esa área.
Luego de un pequeño viaje comenzaron su recorrido, algunas personas los saludaban debido a que los habían visto por tv, a tres de ellos por el festival deportivo y a uno por su grandiosa presentación en el festival cultural. Las miradas a su peliverde le molestaban un poco pero sería estúpido de su parte armar una escena en público, más aún cuando las sonrisas que Izuku le lanzaba lograban calmarlo.

Una hora pasó, se encontraban en una zona menos transitada por lo que estaban dispuestos a dar la vuelta e ir por otras calles pero un portal delante suyo los detuvo de golpe.

-Kurogiri... -murmuró Midoriya, siendo escuchado por sus acompañantes.

-¡Estén alerta y no se alejen! -ordenó el azabache.

-¡Si! -contestaron, poniendo en guardia una chica salió rápidamente de aquel portal.

-¡Vergil~ te he extrañado tanto!, vamos a jugar ¡¿quieres?! -gritó la rubia.

-Tú tienes algo pendiente conmigo maldita loca. -habló Bakugo creando explosiones, ambos comenzaron a luchar pero esta vez la ventaja la tenía el héroe.

-Vergil. -llamó un peliceleste.

-Shigaraki. -dijo serio poniendose en postura de pelea.

-Aún tienes tiempo de arrepentirte, ven con nosotros, ven con tu familia.

-Nunca fueron mi familia...ya encontré a donde pertenezco.

-¡¿Con los héroes?! -gritó cínico rascando su cuello- ¡Prometimos acabarlos, sensei te dio ese quirk no seas un mal agradecido!

-Dile que venga por el entonces. -sentenció.

Una pelea entre Izuku y Tomura de estaba llevando a cabo, a diferencia de Chisaki, este si sabía defenderse por lo que no podía confiarse. Su prioridad era no acercarse mucho para que el quirk del mayor no le afecte, agradecía en esos momentos que su poder sea de largo alcance; concentrando un poco de su quirk lo lanzó en dirección a Shigaraki haciendo que se elevara unos metros para luego lanzarlo contra un edificio, el polvo y los escombros comenzaban a acumularse haciendo que se dificulten las cosas.
Por otra parte Kirishima se encargaba de Twice y Shoto de Spinner, mientras que Aizawa peleaba contra Kurogiri, las pocas personas que habían estado allí por suerte ya no lo estaban ya que gracias a Izuku lograron escapar.

☯︎ 𝕐𝕠𝕦 𝕔𝕣𝕖𝕒𝕥𝕖𝕕 𝕞𝕖 ☯︎Where stories live. Discover now