☯︎Treinta y tres☯︎

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Una semana había pasado desde aquella visita, tanto Katsuki como Izuku habían entablado una amistad más profunda, más personal. Claro que todos a su alrededor lo habían notado, el rubio seguía siendo un mal hablado y el pecoso un chico sarcástico pero entre ellos existía cierta atmósfera que antes no estaba, eran más cercanos, más unidos, peleaban mucho menos. Sus amigos estaban felices por ellos, eso significaba que ya no habría batallas campales, pero por el lado de las personas enamoradas de Midoriya era un problema, uno grande.

—Deku dame la tarea de inglés.

—Eres un holgazán, hazla tú. —le regañó para igualmente entregarle sus apuntes.

—Como sea maldito nerd. —a pesar de sus palabras el tono de su voz no era para nada hostil.

—Oye Midoriya, ¿te gustaría estudiar luego de clases?, los exámenes se acercan y es buena idea ayudarnos mutuamente ¿no crees? —propuso un bicolor.

—Claro ¿en la biblioteca esta bien?

—¿Qué te parece mi cuarto?, estaríamos más tranquilos.

—Está bien...te veo luego de tomar una ducha. —le respondió algo extrañado.

Katsuki sentía su sangre hervir pero era mejor no demostrarlo, Izuku lo había besado, eso debía significar algo. Tenía mayor ventaja que los demás eso era seguro para él, no debía preocuparse por un par de extras.

Las clases terminaron por lo que todo el curso de héroes se dirigía a los dormitorios para comer algo y comenzar a estudiar, los exámenes no eran nada fáciles y muchos de ellos tenían notas pésimas.
Izuku se dirigió a su cuarto para tomar una ducha rápida e ir a la habitación de Todoroki, había muchas cosas que estudiar y ya comenzaba a sentirse estresado, no pensó tener que pasar por eso otra vez. Al cabo de unos 10 minutos ya estaba listo por lo que se dirigió al piso de su amigo.

—¿Todoroki-kun? —tocó la puerta.

—Pasa Midoriya.

—Veo que te gusta el estilo japonés tradicional... —comentó observando el lugar.

—Oh..así es mi casa así que prefería decorarla de esta manera, es más cómodo. —explicó.

—Ya veo, bien ¿empezamos?

—Claro, siéntate por favor.

Los primeros 40 minutos pasaron con tranquilidad, cada uno preguntaba lo que no entendía y el contrario trataba de ayudarlo en lo posible, estaba siendo una práctica funcional hasta que el bicolor soltó su lápiz y observo directamente a Midoriya, este en un comienzo no le prestó atención hasta que la insistencia fue tanta que prefirió ceder.

—¿Sucede algo?, ¿por qué me miras tanto?

—¿Tienes algo con Bakugo? —preguntó directamente, el peliverde comenzó a sonrojarse ante las directas palabras.

—¿Qué?, claro que no...¿que te hace pensar eso...? —cuestionó nervioso tratando de evitar el tema y volver a los deberes.

—Vamos no soy ciego, ninguno de nosotros lo somos, vemos como tú y él son más cercanos que antes.

—Es mi amigo se la infancia no es raro que seamos cercanos.

—¿Acaso no te había hecho la vida imposible?, ¿no fue por él que decidiste irte de casa? —soltó molesto.

—No es así —contestó serio, no le gustaba a donde iba esta conversación—, bien tal vez en parte ¿pero eso que importa ahora?

—¿Unas lindas palabras y ya lo perdonas?, ¿no importa todo lo que te hizo, todo lo que sufriste por su culpa?...¿no importa que te hayas alejado de tu madre por su causa?

☯︎ 𝕐𝕠𝕦 𝕔𝕣𝕖𝕒𝕥𝕖𝕕 𝕞𝕖 ☯︎Where stories live. Discover now