☯︎Veintiseis☯︎

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Al salir del lugar todo era un caos, paramédicos, policías, héroes, aún así todo parecía ir bien. Algunos heridos pero ninguna baja para su fortuna. Tan solo dar unos pasos un grupo de jóvenes se acercó a Mirio e Izuku, que estaba en su brazos, para verificar su estado y que al verlo así se preocuparon todavía más.

—¡¿Deku-kun/Midoriya?! —dijeron alarmados.

—Tranquilos él está bien, solo necesita descansar. —habló calmadamente su profesor, haciendo que todos soltaran un suspiro de alivio.

—¿Qué sucedió allí? —preguntó Kirishima.

—Luego se les explicará, lo importante ahora es que vaya al hospital. Mirio llévalo a la ambulancia.

—Claro. —contestó serio y se fue hasta una de ellas. Estaba tan aliviado que las cosas salieran bien, le debía la vida a aquel chico por salvar su quirk, por protegerlo a él y Eri—. Vas a estar bien Midoriya... —dijo acariciando su rostro para luego ver como aquella ambulancia se lo llevaba.

—¿Qué les pasó a ustedes? —cuestionó Aizawa.

—Las cosas se complicaron un poco pero todo salió bien, de hecho esos tipos nos ayudaron después. —explicó el pelirrojo.

—¿Estás bien Fat Gum?

—Si...solo un poco cansado. —contestó un adelgazado héroe.

—¿En verdad era Dabi ese de allá? —se atrevió a preguntar Uraraka.

—Si...llegó y ayudó a Midoriya contra Overhaul. —soltó un suspiro.

—¡¿Ayudarlo?!, ¿por qué?

—Yo tampoco lo entiendo, hablaré con el después. Será mejor que vayan también al hospital para revisarse. —todos asintieron y fueron a hacerse unos chequeos médicos.

—No me equivoqué con él. —dijo Nighteye de la nada.

—¿Qué quieres decir?

—Vi nuestro futuro, se suponía los dos debíamos morir pero...él salvó a Eri y Mirio y yo...no entiendo que pasó.

—Presiento que las cosas mejorarán a partir de ahora. —sonrió suavemente.

—Tal vez si. —dijo acomodando sus lentes.

La situación se calmó un rato después, todos se encontraban bien, algunos en el hospital pero fuera de peligro. En el caso de Izuku solo eran leves fracturas y algunas cortadas, además de un dolor de cabeza que estaba matándolo pero que sabía era temporal.

El día pasó, el peliverde se encontraba tranquilo en su habitación, hacía un rato ya había despertado y repasado todo lo sucedido. En realidad, replanteandose lo que había dicho. Estaba tan confundido, no tenía idea de dónde salió eso de ser un "aspirante a héroe", quería pensar que fue por el calor del momento pero no estaba del todo seguro, en el fondo aquella declaración le hacía feliz. Le gustaba. Y eso le asustó un poco.
Unos toques en la puerta lo hicieron despertarse de su transe y mirar curioso la puerta.

—¡Adelante! —dijo esperando que fuera alguna enfermera o el doctor pero, para su asombro, todos sus amigos estaban allí con una sonrisa de alivio y algunos hasta con lágrimas en sus ojos.

—¡Midoriya/Deku-kun/Izuku! —gritaron todos, algunos lanzándose a abrazarlo.

—Aún estoy algo roto así que...¿podrían quitarse por favor? —pidió algo asfixiado.

—Lo siento... —se disculpó apenada la castaña.

—¿Cómo estas? —preguntó tranquilo pero preocupado su amigo de la infancia.

☯︎ 𝕐𝕠𝕦 𝕔𝕣𝕖𝕒𝕥𝕖𝕕 𝕞𝕖 ☯︎Where stories live. Discover now