☯︎ 𝕐𝕠𝕦 𝕔𝕣𝕖𝕒𝕥𝕖𝕕 𝕞𝕖 ☯︎

☯︎Veintisiete☯︎

—Deku-kun ¿no prefieres descansar un poco más?, tal vez no sea momento para que vuelvas a clases... —hablaba nerviosa la castaña mientras perseguía a su amigo.

—Ya les dije que estoy bien, solo tengo unos dedos quebrados no es la gran cosa. —le restó importancia como si nada.

—Por esta vez estoy de acuerdo con la cara redonda, deberías esperar.

—¡Oye! —le reclamó a Bakugo.

—¡No soy un niño! ya calmense por favor. —suspiró para el fin abrir la puerta y dirigirse a su asiento.

—¿Midoriya que haces aquí?, creí que descansarías un poco más. —habló el pelirrojo.

—¡Que estoy bien!, por dios... —se quejó.

—Si Midoriya cree que esta bien entonces déjenlo.

—Pero sensei-

—Ya tomen asiento —dijo con su típico tono de aburrimiento el azabache mayor—. Hoy se nos unirá alguien al curso, muchos ya lo conocen así que no lo presentare, ya entra. —un pelimorado conocido por todos entró de lo más relajado para luego fijar su mirada en cierto pecoso que se sintió nervioso por un momento.

—Soy Hitoshi Shinso, espero podamos llevarnos bien. —sonrió un poco pero aquel gesto estaba dirigido más para una persona en particular que para todos, algo que cuatro chicos notaron desde lejos.

—Toma asiento junto a Midoriya.

—Con gusto.

A paso lento se acercó al asiento libre que allí había, el salón entero estaba en silencio en la espera de lo que podría pasar. Izuku se hacía el desentendido fijando su vista en cualquier otra cosa que no sea su nuevo compañero, aún sentía vergüenza y nervios en su presencia. Odiaba sentirse como una adolescente enamorada.

La clase comenzó y él prestó atención a lo que Aizawa explicaba, aún así podía sentir la insistente mirada del pelimorado y, no solo de él, ya que Shoto por alguna razón también lo estaba mirando. Fueron las horas más incómodas de su vida.

—Oye Izuku ¿vamos a almorzar? —invitó alegre Kaminari.

—E-Eh...

—De hecho yo también quería invitarte, si no te molesta claro. —habló esta vez Shinso.

—En realidad debo ver a All Might...así que gracias pero no gracias. —dijo rápidamente y salió huyendo.

Unos metros alejado soltó un suspiro de alivio, debía aclarar las cosas o no seguiría con su vida. Ya más tranquilo caminó hacia el despacho del héroe n° 1 para charlar, algo raro, pero que necesitaba desde que tomó aquella decisión. Su ego estaba cayendo a pedazos por admitir que el rubio tenía razón, pero que más daba, era una mejor vida.
Al llegar tocó la puerta tres veces para luego escuchar un "pase".

—Joven Midoriya, que sorpresa verte aquí. —dejó los papeles que estaba viendo para prestarle atención al menor.

—Si...también es una sorpresa para mi, vine a hablar algo contigo.

—Claro siéntate por favor.

—No así estoy bien —un pequeño silencio se hizo presente hasta que el peliverde soltó un suspiro—. Decidí postularme para convertirme en aspirante a héroe... —murmuró, el mayor se paró de golpe no creyendo lo que escucho.

—Espera ¿qué acabas de decir?

—Que quiero ser un aspirante a héroe... —balbuceo otra vez.

—No logro entenderlo.