Cap. 16 - Ocultar los sentimientos, mantener las apariencias

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—Reconsideraré los puestos donde compro películas y leeré la sinopsis antes de comprarlas. —Eda tomó nota mental—. A ver, dime solo una cosa en la que me parezco a la loca de la película.

— ¿Sobreprotectora te suena a algo? —Otra vez con esa sonrisa burlona y boba que la sacaba de quicio; Lilith lo sabía muy bien.

—No soy sobreprotectora —refunfuñó Eda.

Solo la quiere proteger, tomando en cuenta que Luz es demasiado frágil, en cada aspecto, como para vivir en su caótico mundo donde una bruja normal era de dos a tres veces más fuerte que un humano.

—Soy... una precavida y muy amorosa madre que da todo de sí para mantener a salvo a su hija —argumentó. Esas palabras le valieron para recibir un cariñoso beso en la mejilla por parte de la menor.

—Es cierto, mamá Eda no es como la de la película, no me tiene atrapada en una silla ruedas para evitar que salga —sostuvo Luz, pero su comentario no ayudaba en nada a defender el punto de su madre—. Además, deja que salga a pasear con mis amigas y vuelva sola de Hexside.

—Punto para mamá Eda —exclamó. Su hija dio buenos argumentos para que Lilith la deje de llamar sobreprotectora—. Hablando de regresar sola, no me gusta que últimamente te demores mucho en llegar a casa.

Las últimas semanas, Luz ha estado regresando casi una hora después de lo habitual. En más de una ocasión, Eda se ofreció para ir a recogerla, pero la menor se niega rotundamente por temor de darle más razones a las abusivas que la molestan de avergonzarla frente a su madre.

—M-Me distraigo mucho con las... rocas —excusó Luz vagamente. A la pequeña no se le ocurrió nada mejor que decir.

—Tal vez mañana pueda recogerla de Hexside. —Esta vez fue Lilith quien se ofreció.

Hace poco la ascendieron a un mejor puesto dentro del aquelarre. El punto bueno era que ahora tiene mejores horarios para pasar más tiempo con ella misma y su sobrina; pero, el punto en contra era que debía ser mucho más cuidadosa en ser vista en público con su hermana. Además, muy a su pesar, le notificó a Amity que ya no podrá ejercer como su profesora personal.

—N-No —interrumpió Luz, nerviosa y agitando ansiosamente las manos—. Mañana quedé en regresar con Willow. ¡Ring, ring! ¿Lo ven? Digo, ¿lo escuchan? Seguro es ella. ¡Ahora vuelvo!—exclamó a toda velocidad con pergamino en mano.

La morena escapó de la incómoda, tropezándose a medio camino con las cajas que empaquetó para mudarse de habitación, ya que consideraba que dormir en el mismo cuarto con su madre era para bebés. Y ella claramente ya no lo era, muy al pesar de su madre, quien aceptó remodelar un sucio cuarto como su habitación, pero solo bajo la promesa de que Luz no la quemará mientras practica sus pociones.

—Por algo es tu hija. Esa niña es muy rara —mofó Lilith, sorbiendo más líquido de su copa de vino. Tiene suerte de ser la tía y lanzar ese tipo de comentarios sin las consecuencias de hacer sentir mal a la menor.

Eda no reaccionó con almohadazos o reclamos, raro para Lilith quien ya se había preparado con su propio cojín para contraatacar.

—Siento que Luz me está ocultando algo. —Eda posó una mano en su barbilla, pensativa de saber lo que aquejaba a su pequeña—. Ha estado muy rara últimamente... o sea, más de lo habitual.

Rememorando, el comportamiento de Luz decayó desde su segundo año en Hexside; concretamente cuando su madre dejó de recogerla tras mucha insistencia por parte de la menor, ya que no quería que la vieran con su mami y la tachen de una "bebé-media bruja".

— ¿Crees que... Luz se avergüence de mí? —preguntó dolida. Le destrozaría el corazón; sin embargo, haría lo posible para remediar si aquello afecta la vida de su niña.

La lucha de una Madre Búho - TOHNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ