Anécdotas de la madre búho

5.6K 623 557
                                    

"Primeros meses con la bebé"

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

"Primeros meses con la bebé"

—Mierda —susurró medrosa, analizando temblorosamente el resultado del termómetro. 39 grados de fiebre provocados por un resfriado—. L-Lo sé amor... sé que es incómodo pero debes comer.

Luz rechazó ser amamantada durante todo el día, y ahora se negaba a recibir el biberón. Según el libro, esto es común, pero peligroso si no se le exige al menor que se alimente.

—Eda, ¿cómo está Luz? —preguntó King sumamente preocupado, yendo de aquí por allá, haciendo recados para la bruja.

—La fiebre no le baja —masculló desesperada, con los ojos cristalizados de la impotencia. Ya había intentado todo lo que decía el libro—. Tengo miedo...

Su corazón angustiada no podía hacer nada más que esperar.

.

—2778 jirafas, 2779 jirafas... Caramba... —Eda bostezó sonoramente. Pasaron una cinco horas desde que le dio su último jarabe contra la fiebre. Ella por ningún motivo pegó el ojo.

Casi las cinco de la mañana, y King seguía trayendo tazas de café para evitar que el sueño se apodere de Eda. Tenía que mantener toda su atención por si los síntomas empeoraban a pesar de los jarabes y pociones especiales. Si era así, no le quedaba de otra que ir al mundo humano por extrema ayuda.

—Hora de otra revisión —murmuró, acercándose al pequeño nido donde dormía Luz, aliviada de ver que la suave respiración de su niña se había estabilizado. Luz ya no luchaba por respirar—. Ahora...

Revisar su temperatura, la mayor preocupación por los daños que podría tener en un bebé de esa edad.

—Titán, sé piadoso —pidió, quitando el termómetro de la axila de Luz con los ojos cerrados—. 37 grados...

Luz estaba sana y salva, Eda por fin pudo cargarla para llevarla con ella su nido sin que su hija se quejara. Nunca pensó que cuidar a un bebé humano casi le provocaría un paro cardíaco al ser seres tan delicados que con la menor enfermedad podrían fallecer, rompiendo su alma en mil pedazos que jamás sanarán. 

—Oh, no. —Los pequeños movimientos que hizo para revisarla provocaron que la morena se levante de muy mal humor—. Sin preocupaciones. Te daré de comer e iremos a dormir... juntas.

 juntas

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
La lucha de una Madre Búho - TOHWhere stories live. Discover now