║▌║ LOVE ME LESS + LÍQUIDO║▌║𝐃𝐊𝐢║▌║

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— ¡Una jodida cosa te he pedido! ¡Una sola y no haz podido cumplirla!

Cualquiera en el lugar de JK estaría así de alterado. Cualquiera en su lugar habría gritado así, cualquiera en su lugar estaría perdiendo la cordura, cualquiera en su lugar tenía derecho a enojarse a ese nivel.

JK no era celoso con Hope. JK no era posesivo con Hope. JK tampoco era aferrado o limitante con Hope. Era todo lo contrario.

Nunca le cuestionan nada, ni siquiera cando dijo "No voy a dejar de hablarle a V" cuando decidieron formalizar su relación. En realidad JK no lo había pedido, pero parecía ser que Hope necesitaba aclararlo, para que en un futuro no hubieran mal entendidos.

Con el tiempo, JK descubrió que V necesitaba más a Hope de lo que cualquier otra persona necesitaría. Y no importaba si V era un mocoso malcriado y maldito, incluso si era mayor que él, podía notar el amor que le hacía falta. Podía verlo en sus ojos vacíos, o en la manera en que se abrazaba a Hope cuando se encontraban en cualquier lado, como se acurrucaba a su costado o como lo llamaba a veces a las tres de la mañana llorando. Y JK no iba a limitarlos, porque también, podía ver la persona increíble y única que era su pareja: Cómo cuidaba de otros, como se preocupaba, como escuchaba.

JK no podía ser tan egoísta como para acaparar todo el amor de Hope, incluso el que a este le sobraba, y por eso nunca lo detuvo de cuidar a V, siempre y cuando, se cuidarán entre ambos.

Pero ahora, V había roto ese pacto.

— N-no fue culpa mía... — Por primera vez, V tenía la voz quebrada, su mirada baja y un horrible nudo en el estómago.

— Ustedes dos deberían dejar de discutir. No es el momento, a Hope no le vendrá nada bien escucharlos pelear, así que si no van a callarse, tumbense los dientes afuera. — Aquello lo dijo RM bastante molesto, cruzado de brazos.

En la habitación, Hope estaba recostado sobre su cama, sobre su costado derecho el cual era el que no había sido afectado, mientras que del lado derecho, su pantalón estaba cortado por un costado hasta llegar por encima del muslo y exponer su piel. La herida estaba sobre su muslo, y, de manera sorpresiva, únicamente había rosado uno de sus costados, de manera superficial. Y la parte más dolorosa era, en realidad, que había arruinado uno de sus tatuajes a juego con JK.

Jin estaba sentado a un costado, inclinado con cuidado y seguro para poder limpiar, atenderlo y poder coser la herida que había dejado la bala. Estaba por terminar y siempre se aseguraba que la herida no fuera visible.

— Ya está, aún sigue anestesiado y despertara en unos minutos. — Jin dijo una vez que había salido de la habitación y se había encontrado con todos en el pasillo.

Fue imposible para él, no observar a esa pequeña bolita rosada frente suyo en el pasillo, con la mirada en el suelo y mordiendo, sin descanso, las uñas en sus manos. Jin sabía que no debía entrometerse, pero Kitty le hacía brotar un lado tan suave que no podía controlarse. Quería protegerlo.

— Lo que haz dicho... — Agust se atrevío a hablarle a Kitty en cuánto las cosas parecían más calmadas, y bueno, la duda no lo dejaba en paz.— Cuando estábamos con tu padre...

Kitty no dijo nada, pero se separó de la pared y paso a un costado de Agust para irse, a la cocina, a la habitación a dónde fuera, pero Agust no pensaba dejarlo ir tan fácil, él tenía que escuchar a Kitty decir que había sido una medida desesperada para no morir, que por cierto, había fallado.

— Suelta, Agust... — Kitty no podía mirarle, pero su cuerpo se había girado en cuanto Agust había tomado su muñeca para detenerle. Entonces hacía fuerza para soltarse, para que Agust lo soltara.