Anécdotas de la madre búho

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"Casi primer año"

—Abre la boquita mi vida. —Imitando las acciones del libro sobre cuidados de bebés humanos, la bruja logró su cometido de darle la primera cucharada de comida sólida a su hija—. ¡Eso es, mi bebé preciosa! —vitoreó, haciéndole algunos mimos en su pancita a los que la menor reaccionó con balbuceos.

Eda era la bruja más feliz de todas las Islas Hirvientes.

— ¡Que alguien grabe todo esto! —ordenó, implorando que alguien tome su pergamino. Eda no podía, estaba en shock.

—A sus órdenes. —King tomó el pergamino de la mayor. No dudó en capturar aquel histórico momento en la casa de la familia búho.

Faltaba mucho para ello, pero Eda ya se imaginaba, en algunos años, la sonrisilla que se formaría en el rostro de Luz al ver cómo fue su primera vez comiendo papilla.

Faltaba mucho para ello, pero Eda ya se imaginaba, en algunos años, la sonrisilla que se formaría en el rostro de Luz al ver cómo fue su primera vez comiendo papilla

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"Tres años"

—Mami, n-no dejes sola —imploró la pequeña, dando pequeños pasitos hasta llegar a la puerta principal—. Eda. Mamá Eda, llévame. —Alzó sus bracitos, esperando que su madre la tome en brazos—. Amá, amá.

—Hija... —ignoró su pedido, pasando de largo—. Prometo que no tardaré, solo tengo que hacer unas compras a la tienda.

— ¡No! —chilló molesta, dando zapatazos que desembocarían en un berrinche—. No gusta estar sola, quiero Lily me cuide.

En esos tiempos, Lilith aún cuidaba de la menor cuando su hermana trabajaba o salía por cualquier cosilla.

—No estás sola, King te cuidará. —Con un hechizo, Eda levantó al pequeño demonio de su siesta para que se encargue de vigilar a la menor mientras—. Prométeme que no llorará.

—Ya la conoces —respondió King resignado—, solo te quiere a ti. ¿Y si la llevas contigo?

—NO —negó al instante, levantando su tono de voz, que asustó a la menor ya que se cubrió el rostro con sus manitos—. E-Es decir, quiero que su primera salida sea especial... no a la tienda para comprar leche y verduras.

—Mami, hambe... —balbuceó, jalando el vestido de la bruja.

Quiso decir "hambre", la sensación que se intensificaría si su mamá no va a la tienda pronto para cocinarle algo adecuado.

—Ay, carajo... —masculló, sumamente presionada de todos lados, además, no se sentiría cómoda estando en la tienda con el constante pensamiento de que su pequeña sufre por su ausencia. —Bien, cariño. Será algo rápido, ¿entendido? 

No se arriesgaría más de lo necesario con que alguien la vea con su hija. Había maleantes que se traían muchas cosas contra ella, y quería evitar que, por el momento, Luz se aparte de sus problemas.

La lucha de una Madre Búho - TOHWhere stories live. Discover now