Cap. 13 - Camila Noceda

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— ¡NO! —exclamó Camila, jalando a la señora de su camisa justo cuando esta estaba por salir de la sala—. D-Debo ir a la biblioteca por un libro de anatomía, dentro de poco empezarán los parciales.

Tanto años y tan poco resultados.

—Escúchame... —Calmándose un poco al respirar correctamente, dirigió una tierna mirada a la morena, quien esbozaba una pequeña sonrisilla que sacó de la nada—. Sé que muy en el fondo puedes entender mi preocupación por ti. Por favor, comprende que no puedo permitir tu salida. Siempre te escapas al bosque por estas fechas.

— ¿Bosque? —preguntó la morena, ladeando la cabeza—. Que cosas podría hacer yo en el bosque... aparte de pasear con mi pareja.

—Créeme, no querrás saberlo.

Aquellas palabras crearon un pequeño conflicto en la señora y expandió el tamaño del hueco en su pecho. ¿Cómo era posible que ella, que solo conocía la historia por reportes de la policía, podía sentirse tan mal por el error cometido por su paciente hace casi nueve años?

—Daré un comunicado para que no te dejen salir, quien sabe si te escaparás para luego venir gritando historias de mujeres pálidas y de cabello naranja que vuelan en bastones.

—Oh... —Camila sintió un leve mareo al escuchar lo último de la boca de la señora. 

"¿Mujer de cabello naranja?", formuló la morena en los únicos recuerdos cuerdos que tuvo ese día. Una leve mancha en su mente se manifestó, como si sus pensamientos se corrompieran similar a los archivos de una computadora.

—Entonces... ¿el examen parcial se suspende? 

Camila desvió repentinamente de tema. A buena hora, ya que su verdadera culpa no tardaría mucho tiempo en salir a flote. Otra cortada en sus muñecas y tendría que encerrarla por un largo tiempo en especiales habitaciones donde sin la luz del sol es más escasa que tu salud mental.

—Sí. —Resignada, no tuvo otra opción que seguirle el juego—. Señorita Noceda, feliz navidad.

Islas Hirvientes, unas semanas después

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Islas Hirvientes, unas semanas después.

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Llamada entre Eda y Lilith.

—Oye... —balbuceó semi-dormida bruja ante la repentina llamada de su hermana—. Son las dos de la madrugada. Mañana tengo...

—Sí, sí. Tus dichosas clases de mentora con esa Amity —resopló Eda, ya en contra de esa brujita que rompió el corazón de Willow y que acapara el tiempo de su hermana tal y como su hija presagió.

—Me llamas para... —Ignorando el mal humor de su hermana, Lilith quiso acelerar la conversación.

—Necesito tu ayuda, Luz no deja de hablar —explicó Eda, para nada sorpresa de su hermana.

La lucha de una Madre Búho - TOHWhere stories live. Discover now