—¿Hablaste con Rix de lo que te pedí? —le preguntó a su hermano cuando el raix que los vigilaba se alejó hacia Ámbar y Shein que observaban el entrenamiento a unos metros de los príncipes de Citwot.

—Te dije que no iba a hacerlo, Myra, no voy a romper la confianza de Rix, mucho menos después de que le dijeras que querías romper el vínculo —gruñó Clerick por lo bajo, no deseaba que los raix lo escucharan hablando de eso, si lo hacían, iban a perder la confianza en él y Clerick no deseaba eso.

—Pero necesito saber por qué lo hace —suplicó, aunque sabía que era en vano, Clerick era más leal al raix que a ella, por mucho que a Myra le irritara eso.

—Lo hace porque te conoce y sabe que vas a seguir siendo obstinada, vas a intentar romper el vínculo y los vas a matar a ambos.

—No sabes eso, lo estás adivinando —le reclamó.

No era así, Clerick le estaba repitiendo a su hermana lo que Rix le había dicho que le explicara en caso de que ella insistiera. Ya sabía demasiado, no podían correr el riesgo de que averiguara más.

—Maldito mocoso, ¡estuve esperándote por más de tres horas! —ladró el rey eso llamó la atención de los príncipes.

Nian observó a su abuelo con el ceño fruncido. Estaba muy tentado con responderle, no obstante, decidió que lo mejor iba a ser que se contuviera. Zafira le había dado instrucciones muy claras de lo que debía hacer y no podía perder su tiempo en una discusión con el monarca, por muy tentador que le pareciera.

—No tengo tiempo para esto —lo silenció antes de que siguiera escupiendo tonterías. Buscó a Clerick con sus ojos y lo señaló—. Zafira necesita algo de él —avisó.

Esa era otra de las instrucciones de la diosa, debía fingir que no lo conocía, los semidioses no debían sospechar nada. Clerick los observó a la distancia.

—¿Para qué? —interrogó Ranx, no iba a permitir que la diosa siguiera excluyéndolo de sus planes.

—El destino cambió, Zafira quiere asegurarse de que si lo que vio es la única opción o si el destino le está ocultando el resto. En las últimas semanas la cosa esa no está colaborando mucho, le oculta hechos o los modifica de la nada, sin razón —le narró a su abuelo en voz baja. Nadie más podía oír eso, era peligroso, muchos intentarían sacar provecho de eso si se enteraban.

Ranx asintió, esa información le bastaba por el momento.

—Clerick, ahora —gritó en dirección al príncipe.

El chico se levantó de su asiento y acomodó su cabello rizado para poder ver sin obstrucciones, desde que se habían ido de Citwot que no se lo cortaba y este ya le llegaba hasta la altura de su barbilla si desarmaba sus rizos.

—¿Qué sucede? —preguntó y analizó a Nian con la mirada como si no lo conociera.

—Necesitamos que verifiques algo en el destino, si el transcurso del destino de Rionix cambió de manera brusca o algo parecido —explicó Nian y el príncipe frunció su ceño.

—No puedo hacerlo, en los últimos días gasté demasiado jaixz y no me queda la fuerza necesaria para ingresar al destino de todo Rionix —dijo con la cabeza gacha.

—Mas te vale que no estemos desperdiciando almas y jaixz por nada —amenazó Ranx con sus ojos clavados en el semblante tenso de Nian.

—No es un desperdicio, si lo que Zafira vio es real, puede que estemos demasiado atrasados para ganar la guerra —reveló en medio de un gruñido.

El monarca guardó silencio y analizó las palabras de su nieto. Si el destino había cambiado de esa forma, eso significaba que alguien había provocado ese cambio y ya había muerto por eso. Debería poner a sus soldados a rastrear hondas de jaixz dispersas, tal vez quedaba algún rastro de eso.

El último uviem ✔ [Destinos 1]Where stories live. Discover now