Cap. 5 - ¡La primera palabra de Luz!

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—Uhmmm... —La bruja bostezó de una exagerada manera. Sus oídos captaron un ligero sollozo a un par de metros de ella—. ¿Qué día estamos? —preguntó antes de ir con su pequeña.

7 meses después.

—Cariño, abre la boquitaaa —canturreó Eda; Luz obedece para que su madre "aterrice" otra cucharada de papilla a base de leche y papa verde—. Como te iba diciendo, estoy segura que mi niña hablará en los próximos días —comentó alegre, de paso limpiando a la pequeña con su babero.

—Tus sueños no son la cosa más precisa del mundo —recordó King. Sacó una pequeña hoja con todos los fallos en los sueños de Eda. Las estadísticas no mienten—. ¿Recuerdas la vez que soñaste que te casabas con tu cantante favorito?

—Estamos casados... solo que él no lo sabe —suspiró embobada mirando el techo—. Igualmente ya es tiempo para que Luz diga "ma-má."

— ¿Ma...? —balbuceó la menor, ignorando la cucharada que su madre apuntaba a su boca.

—Oh, cielos. —Eda quitó el plato de la mesa de bebé. De prisa, encendió su pergamino—. ¡Grabaré esto!

— ¿Y también lo usarás para llamar a Lilith y avisarle? —añadió King, subiéndose al hombro de Eda para ver mejor la escena.

—Shhh... —siseó la bruja. Era el momento madre/hija más importante hasta ahora. Cero interrupciones—. Vamos Luz, tú puedes.

Parecía como si la bebé hiciera un gran esfuerzo por hablar, hasta su carita se puso roja. Comenzó a balbucear unos segundos más, en idioma bebé, pero finalmente sin resultado alguno más haya de decir "Awasasawa".

—Hoot. 

Un ulular fue lo que las largas orejas de Eda captó.

—Mierda... —Eda rememoró la pesadilla que tuvo hace poco y se pellizcó los cachetes, comprobando lamentablemente que eso no era un sueño.

—Soy yo, ¡Hooty! —saludó el búho. Segundo después, vomitó una carta sobre el cabello de Eda—. Tu correo diario. Hoot, hoot.

—Gracias al titán, que susto —suspiró aliviada, tirando la carta a una pila de papeles y documentos en desorden del fondo—. Supongo que el "ma-má" será en otra ocasión.

La pequeña alzó sus brazos en dirección a su madre, quería salir de la silla de bebé donde la tenía de prisionera.

— ¿Quieres ir a curiosear por el mundo? Pues... 

Eda limpió los restos de comida del suelo, le dio un rápido cambió el pañal y puso en el recién encerador para que gatee por toda la casa.

Hace unos días que Luz aprendió a gatear. Eda estaba muy ocupada con las labores domésticas u ordenando los objetos que trae del mundo humano, por lo que encarga la misión de vigilarla a King y Hooty para diferentes ocasiones. 

King le hacía de protector dentro de casa, además de jugar y dormir como un peluche a su lado por si un animal salvaje se la quería lleva. Por otro lado, Hooty jugaba con ella, montándola en su lomo y picándole con su pico en la pancita, además de fungir como el cuidador principal para cuando la pequeña juega afuera.

Eda no deja que Luz gatee afuera, a no ser que lo haga mientras ella practica algunos hechizos en el patio para mantenerse en forma.

—Oye, ¿qué pasó con llamar a Lilith? —preguntó King.

— ¿Y por qué la llamaría? —No existía motivo. Era un tranquilo día en familia—. Es sábado de flojeraaa... Uf. —bostezó escandalosamente, recogiendo los trastes de la mesa.

La lucha de una Madre Búho - TOHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora