O2: Lo siento, hijo

6K 946 174
                                    

—Sí... —y allí estaba de nuevo en el teléfono, Yoongi miro por sobre su hombro como su madre llevaba el celular apretado entre su hombro y oreja mientras serbia los jugos de mandarina, el desayuno en casa de los Min siempre se trataba de una locura, un caos completo a los ojos de Yoongi—, No, los recibos de las compras parecen exceder los gastos... lo sé...

Yoongi dio media vuelta para colocar la torre de panqueques en la encimera, el aroma a vainilla y mora azul era de sus favoritos, más cuando se trataba del desayuno, todo parecía ser que sería uno de los mejores días de su vida, al menos no había despertado escuchando a ese odioso de Justin Bieber, no sabe cómo es posible que alguien tenga una canción de ese sujeto como alarma.

—Mamá, el desayuno —menciono Yoongi mientras se encargaba de servir tres piezas de panqueques en cada plato y colocaba miel de maple sobre estos—, se enfriará.

Su madre junto su dedo índice y pulgar indicándole que le diese unos segundos para poder terminar con la llamada, pero eso para Yoongi no era suficiente.

—Sí, sí, no te preocupes... —la mujer camino sentándose en su respectivo sitio mientras que Yoongi le entregaba su respectivo plato con el desayuno servido—, por cierto, no pospongas el viaje, sabes que ya no tenemos tiempo para eso.

Yoongi se dirigió por los cubiertos, su vista fue a dar a la ventana que le daba una clara vista a la casa vecina, por lo que podía ver el señor Kim se dedicaba a limpiar la camioneta mientras que su hijo mayor le ayudaba a limpiar las ventanas, al menos ahora si parecían ser vecinos más normales. Tomo los cubiertos requeridos y regreso al comedor, entregando a su madre los que ella ocuparía y por fin tomando asiento en su respectivo sitio, necesitaba comer, su estómago se lo pedía a gritos y él parecía ser reacio a las suplicas, ¡pero no más!

—Se ve delicioso —menciono su madre mientras guardaba el celular en uno de los bolsillos de su saco, soltó un suspiro—, perdona por no ayudar.

—Tranquila, no es nada —sonrió hacia su madre—, ¿de nuevo te han llamado del trabajo? —ella asintió—. Supongo es un negocio nuevo.

—Lo es —volvió a suspirar—, esto es más estresante de lo que parece ser.

La señora Min trabaja como arquitecta en una firma pequeña pero reconocida al nivel del país, y esta vez el trabajo no parecía ser muy común, casi siempre se trataba de remodelaciones en edificios y centros de recreación, pero ahora era uno muy distinto, se habían estado realizando planos para poder llevar a cabo una obra de construcción enorme, condominios familiares, hace algunos meses la empresa en la que trabaja la señora Min había llegado a un acuerdo con un granjero para comprar sus tierras y poder llevar a cabo lo ya mencionado, ella junto a su equipo eran los principales en tener que llevar a cabo los planos de las estructuras del lugar.

—Por cierto, Yoongi —el problema con trabajar en condominios, era que la supervisión y aprobaciones requerían de reuniones de trabajo y supervisión del proyecto—, en un par de días tendré que hacer un viaje.

—No importa —menciono Yoongi llevando otro bocado a su boca—, te esperaré aquí después del fin de semana.

—No, cariño —Yoongi la miro a los ojos—, escucha, esto no me llevará solamente un par de días —relamió sus labios—, estaré fuera por casi una semana.

No era que Yoongi tuviese miedo de quedarse solo en casa, tiene casi veintiún años, ya no tiene miedo a quedarse solo, además de que su madre le tiene una buena confianza para que pueda quedarse sin su compañía, pero Yoongi no resistía mucho sin compañía humana, a veces podía hacerlo, se quedaba a altas hora de la madrugada despierto y comía lo que quería, leía lo que más le gustaba por horas y se despedía del mundo exterior en los viajes de su madre, incluso muchos decían que parecía que la casa estaba vacía, lo cual no era del todo cierto.

—Debes estar tranquila, no es como si incendie la casa mientras no estas, mamá —sonrió—, estaré bien.

—No quiero dejarte solo —comento su madre—, sé que ya eres mayor de edad y todo eso —hizo un ademán con su mano—, pero no es para dejarte en soledad todo el tiempo.

—¿A qué quieres llegar?

—No te lo iba a decir, porque sabía que seguramente me dirías que no debí, bla, bla, bla —elevo las comisuras de sus labios—, ayer hable con la señora Kim.

Oh no.

—Y le dije sobre mi viaje, que quizás duraría una semana y todo ese embrollo —oh no—, y me dijo que podías quedarte en su casa.

¡Oh no!

—¿Aceptaste?

—¡Por supuesto que lo hice! No quería que pasases más días sin mi presencia, y no es que desconfié de ti, cariño, pero no quiero encontrarte preocupado, sé lo mucho que te afecta que no esté alguien contigo y...

—¡Pudiste pedírselo a otro vecino! —reclamo Yoongi.

—Los Kim accedieron con gusto, no es para tanto.

Para Yoongi lo era, no podía siquiera imaginarse entrando a esa casa, podía verla en sus imaginaciones más cercanas, seguramente todo estaba casi destruido debido a todos esos chicos tan desastrosos, los hermanos Kim son desastrosos, no quiere estar con ellos, ¡no!

—Mamá, si me amas por favor deja que me quede solo, prometo no necesitar de compañía en más de un año, ¿sí? —Yoongi en verdad no quería experimentar lo que sería vivir con esos locos.

—Lo siento, hijo —Yoongi estaba devastado—, pero ya se lo he pedido, y considero grosero cambiar de opinión rápido, además esos chicos tienen casi la misma edad que tú, ¿no es genial?

No, no tienen la misma edad que él, Yoongi se enteró de ello después, Seokjin tiene veintidós, mientras que Namjoon veintiuno y Hoseok la edad de veinte años, siempre le aseguran ser gemelos, por supuesto Yoongi no les cree del todo, Jimin tiene dieciocho, mientras que Taehyung tiene diecisiete, y Jungkook quince, todo un desastre, Yoongi no puede comprender como era posible que la señora Kim haya tenido tantos hijos.

—Mamá... ¿estás segura de que me quieres?

—Cariño, no será tan malo como piensas —le dedico una sonrisa sumamente cálida para calmarlo, pero no estaba funcionando del todo—, no es el fin del mundo, no morirás solamente por convivir con esos chicos durante unos días.

Claro que moriría, ya se ve a él mismo, seguramente esos seis locos estarán planeando sacrificarlo junto a un par de gatos para un rito para revivir a John Lennon, sí, seguramente ya lo están planeando y por eso están tan tranquilos, porque lo están esperando para matarlo.

Este sería el fin de Min Yoongi.

¡Los Hermanos Kim!Where stories live. Discover now