¡Los Hermanos Kim!

23: Un comensal habitual

El desayuno fue tranquilo, al menos las discusiones no sobrepasaron los limites como en otras ocasiones, nada más estuvieron presentes cinco de los hermanos Kim, y la señora Kim, quien había llegado justo a tiempo para poder desayunar, aunque Taehyung había preguntado por su aclamado tocino, la señora Kim no había traído lo que él pensaba, pero Taehyung todavía tenía la esperanza de que Yoongi se lo trajera, así que no debía de sentirse preocupado.

Yoongi se sintió sumamente feliz de que la señora Kim estuviese presente en la casa, al menos eso haría que esos alfas se comportasen un poco mejor, ahora que lo pensaba, faltaba poco para que su madre por fin regresase a casa, y esperaba que ella estuviera bien, no la había llamado, y quizás lo haga ahora por la tarde-noche para poder saber cómo se encontraba, ya la estaba comenzando a extrañar bastante, también tendría que ir a su casa para ver si no había heces fecales de las mascotas de los vecinos en su jardín, y además por supuesto regar el jardín, y revisar que la casa se encontrase perfectamente en orden.

Pero eso ya lo haría regresando del trabajo, tendría una tarde muy ocupada, pero era mejor a estar presenciando las discusiones y planes macabros de esos hermanos tan desastrosos, al menos también no le habían jugado alguna broma pesada y lo agradecía, y esperaba que no se les ocurriera nada malo por el momento.

—Yoongi —la voz de la señora Kim lo saco de sus pensamientos—, ¿hoy también irás a trabajar?

—Sí –contesto el omega—, tengo que ir, pero nada más será por esta vez, los demás días los tendré libres —gracias al cielo, aunque no estaba del todo agradecido, no cuando esos días los tendría que pasar en casa de los Kim.

—Trabajas en un restaurante, ¿verdad? —Yoongi de inmediato dio una respuesta afirmativa—. ¿La comida es buena? No quiero ser grosera, es que me encantaría ir, pronto será el aniversario de mi matrimonio con mi esposo, y no sabemos todavía donde celebrar.

—La comida es excelente —dijo Yoongi—, estoy seguro que les gustará ir, además, en ese lugar donde trabajo tienen un especial para las parejas que tienen un aniversario, pueden inclusive decorar el lugar para que se sientan mucho más a gusto.

—¡Eso me encantaría! —menciono la señora Kim—. Entonces iré pronto a pedir más información sobre aquel lugar, me encantaría pasar mi aniversario de bodas allí, gracias Yoongi.

El omega dio un asentimiento y una sonrisa en respuesta.

—¿Irás solo al trabajo? —la nueva pregunta de la señora Kim hizo que Yoongi volviese a prestar atención.

—Sí —respondió Yoongi, de hecho, nadie nunca le acompaña, no es como si necesitase de compañía, sabe cuidarse solo—, siempre lo hago.

—No querido, necesitas algo de compañía, sé que la ciudad es segura, pero me sentiré más a gusto si uno de estos alfas fuertes te acompaña —los hermanos presentes dejaron de masticar al escuchar a su madre—, ¿quién te gustaría que te acompañe?

—No, no es necesario —Yoongi definitivamente no necesita de la compañía de uno de esos desastrosos.

—Insisto —volvió a hablar la señora Kim—, puede acompañarte hasta tu trabajo, si quieres regresar solo, no hay problema, es temprano después de todo, pero deja que uno de mis hijos te haga compañía.

—Pienso que yo sería tu mejor compañía —menciono Jungkook, haciendo que el omega lo mirase—, soy cinta negra en taekwondo —Jungkook estaba sumamente orgulloso por ese título, Seokjin rodo los ojos al escuchar a su hermano menor.

—Mocoso —dijo Jimin—, ambos somos cinta negra.

—Pero yo soy más fuerte, y mucho más alto que tú —Jimin gruño al escuchar las palabras de Jungkook, su hermano sí que sabe cómo hacerlo enojar.