22: Alfas consentidos

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—En verdad que eres un completo tonto, hermanito —Seokjin no podía parar de reír, Jimin ya se estaba comenzando a molestar, no había logrado reunir a todos sus hermanos, pero al menos Seokjin se encontraba en la cocina junto a Hoseok, quien le ayudaba a preparar el desayuno.

La señora Kim no estaba en casa, debido a que tuvo que salir con urgencia de la casa para ir a comprar algunas cosas al supermercado, después de todo, son ahora nueve personas en la casa, y la comida se escasea rápido, sobre todo con Taehyung y Jungkook en la misma casa. Pero más que una desventaja, era una enorme ventaja para los hermanos el no tener a su madre cerca, pues podían hablar de temas variados sin que ella les dijera que esos temas no eran apropiados para decirlos como si nada por toda la casa.

—No puedo creer que te haya pasado eso —menciono Hoseok—, por lo menos hubieras actuado menos tímido.

—¡No puedo evitarlo! —Jimin todavía de sólo recordar el sueño y además el hecho de que Yoongi le había despertado por su pequeño problema matutino, ¡demonios! La vergüenza seguía recorriendo todo su cuerpo—. Además, no iba a ponerme a coquetear en ese momento, eso hubiese hecho enojar a Yoongi.

—Tiene razón —dijo Seokjin—, pero para la próxima podrías dejar al omega tranquilo, después de todo te infiltraste en su habitación sin su permiso.

—Lo sé —Jimin soltó un largo suspiro—, por cierto, ¿por qué huele a quemado aquí dentro? Pareciera que estuvieron rostizando a un animal durante más de diez horas, ¡apesta!

—Hoseok quemo todo nuestro tocino —dijo Seokjin mientras le daba una mala mirada a su hermano—, sólo espero que el carnívoro de la casa no se enfade.

—¿A quién llamas carnívoro? —Taehyung apareció detrás de Jimin, tenía sus cabellos revueltos y apenas y podía abrir los ojos—. No como mucha carne.

—¿Qué no comes mucha? —Hoseok no podía creer lo que escuchaba—. Comes mucha carne, inclusive te gusta que mamá prepare pastel de carne el día de tu cumpleaños.

Bueno, quizás si comía mucha carne.

—En mi defensa, la comida de mamá es deliciosa, y sobre todo ese pastel, no tengo la culpa de amarlo tanto —los demás estuvieron de acuerdo con ello—, por cierto, lo que paso en la noche...

—¿Qué paso? —pregunto Jimin, no entendía a lo que su hermano se refería.

—¿No lo sabes? —Jimin negó con la cabeza a la pregunta que le hizo Taehyung—. A veces pienso que vives en las nubes.

—Obviamente no lo sabe —menciono Jungkook, quien venía por fin a la cocina, el aroma de la comida le había despertado—, recuerda que ese tonto fue quien se metió a la habitación de Yoongi mientras nosotros nos quedábamos discutiendo.

—¡Oh! Era eso —Jimin sonrió—, pensé que se habían estado peleando por quien iba a entrar al baño primero.

Las discusiones en la familia Kim eran casi siempre por pequeñeces, pero más cuando se trataba de usar el baño, por supuesto el señor Kim era quien pasaba primero, pues debía ir a trabajar en la mañana, ahora Namjoon era quien pasaba segundo, pues debía acompañar a su padre al trabajo para poder ver si lograba obtener el puesto de trabajo que su padre había logrado conseguir para él, pero con los demás era un dilema total.

—Bueno, ya no importa —dijo Seokjin—, de todas formas, Jimin sufrió por tener un problema en sus pantalones mientras Yoongi dormía a su lado.

Jungkook y Taehyung comenzaron a reírse al escuchar lo dicho por su hermano mayor, mientras que Jimin sentía como la vergüenza se apoderaba de nuevo de sus mejillas, ¡ya no volverá a relatar sus historias a Seokjin nunca más!

—¿De verdad se te paro? —Jimin le dio un golpe en el hombro a Jungkook por la pregunta que le hizo—. ¡Auch! No es para tanto —volvió a reír—, apuesto a que Yoongi no querrá verte de nuevo.

—¡Ya deja de hablar de eso! —Jimin no podía creer que esto siguiera, sería todo un día de fastidio para él—. Además, fue un accidente...

—¿Qué? —Taehyung no dejaba de reír—. Seguramente estabas soñando con las lindas curvas de esa omega que tanto te gusta y que de hecho ni siquiera te hace caso.

—Ella ya no me gusta —Jimin refunfuño—, estaba soñando con Yoongi.

—¡Que honesto! —dijo Jungkook—. También lo soñé, pero no fue nada morboso, de hecho, él estaba conmigo en el parque, y se comportaba como un niño pequeño, fue divertido.

Un carraspeo se escuchó detrás de ellos, todos miraron detrás, y se encontraron con Yoongi, quien ya estaba vestido y peinado, en unas horas se iría al restaurante para poder ir a su trabajo, así que debía desayunar rápido para salir pronto de esa casa, al menos el trabajo lo mantendría lejos de esos alfas pervertidos por un buen rato.

—Buenos días —saludo el omega y miro que los alfas le sonrieron en respuesta.

—Qué bueno que despiertas, Yoongi —menciono Seokjin—, ya casi está el desayuno, mamá salió, así que no está aquí por el momento.

—¿Qué hay de comer? —pregunto el omega, no quería admitirlo, pero si tenía hambre.

—La especialidad del chef Seokjin —dijo Hoseok—, huevos revueltos y tocino quemado.

—Así que eso es lo que olía a muerto —menciono Jungkook—, no es que haya olido un muerto, pero en verdad pareciera que así es como huelen.

—¿Quemaste el tocino que era para mí? —Taehyung frunció el ceño—. ¡No debiste tomarlo sin mi permiso!

—No tenía tu nombre escrito en el empaque —reclamo Hoseok.

—Pero...

—¡Silencio! —Yoongi no estaba de humor para peleas entre esos alfas—. Taehyung, sólo era tocino.

—No, no sólo era tocino, era MÍ tocino —dijo Taehyung—, ahora no tendré con que acompañar ese asqueroso huevo que prepara Seokjin.

—¡No sabe asqueroso! —exclamo Seokjin.

—Ya lo sé, pero de todas formas no me va a gustar —Yoongi soltó un suspiro y miro a Taehyung quien parecía no iba a dejar de refunfuñar.

—Taehyung —el alfa miro al omega—, te traeré tocino cuando regrese de trabajar, ¿bien?

El alfa parpadeo un par de veces, ¿por qué su vecino es tan dulce? Definitivamente si Taehyung tuviera un omega, y ese omega no se comportaba como Yoongi, entonces no quería nada.

—¿Y a mí que me traerás, omega? —la felicidad de Taehyung se fue al escuchar a su hermano menor, Jungkook sonreía dulcemente y sus ojos brillaban al ver a Yoongi—. No te olvides de mí.

—No, no lo haré, te traeré unos dulces —Jungkook se sintió feliz al poder obtener algo del omega.

—¿Qué hay de nosotros? —pregunto Hoseok, mientras señalaba a Seokjin y a Jimin.

—¡Oigan, no abusen de su amabilidad! —reclamo Taehyung—. Además, él primero me considero a mí, no a ustedes.

—¿Celoso? —pregunto Hoseok—. No deberías de ponerte de ese modo, Yoongi nos considera a todos, además no eres el único en la casa.

—No discutan —dijo Yoongi—, traeré algo para todos ustedes.

Los alfas se sintieron conformes con eso, Yoongi sabía consentirlos demasiado, ni siquiera su madre les traía algo para consentirlos, de vez en cuando su padre era quien se encargaba de darles algo que les gustaba mucho, pero su madre casi siempre no le gustaba consentirlos demasiado, y ahora que su vecino, aquel omega que a veces parecía evitarlos, quisiera darles algo para mantenerlos tranquilos, hacía que sus corazones se sintieran sumamente cálidos.

¡Los Hermanos Kim!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora