¡Los Hermanos Kim!

32: Dulces alfas

La situación no era favorable para los alfas, el omega se encontraba ahora mismo parado frente a ellos, mientras que ellos se encontraban sentados en los sofás de la estancia, se sentía como si fueran a ser reprendidos por su padre por alguna de sus tantas travesuras, pero esta vez quien los regañaría sería su lindo vecino, Min Yoongi.

—¿Puedo decir algo en nuestra defensa? —pregunto Taehyung mientras levantaba su mano izquierda, Yeontan se encontraba cómodamente sentado en sus piernas, y no dejaba de sacar la lengua, jadeando, estaba feliz y con mucha sed.

—No —respondió Yoongi para después soltar un resoplido—, sólo... ¿podrían cerrar la boca cuando intento dormir? —el omega en verdad estaba cansado, no quería saber absolutamente nada, pero esos alfas definitivamente lo sacaban de sus casillas—. Es mucho pedir...

­­—Omega, no es nuestra culpa —menciono Jungkook—, bueno, al menos no mía.

—¿Perdón? —hablo Seokjin—. Por si no lo sabes, eres tú quien comienza con casi todas nuestras discusiones, Kim Jungkook.

—¡Ustedes me provocan! —gruño molesto Jungkook, sus mejillas se inflaron, podría ser el menor de la familia Kim, pero nunca se deja vencer en una discusión—. Pero ese no es el punto, Yoongi, omega —volvió a hablarle a Yoongi—, perdona a mis hermanos por despertarte, pero es que queríamos ir contigo para hacerte sentir mejor.

Yoongi parpadeo un par de veces al escuchar eso, poco a poco su entrecejo dejo de estar fruncido, no entendía porque aquellas palabras habían salido de los labios del menor de los hermanos Kim, ladeo levemente la cabeza, indicando que no entendía nada.

—¿Por qué debían de hacerme sentir mejor? —pregunto Yoongi.

—Sabemos que estás triste —menciono en respuesta Jimin—, tu aroma te delata.

En ese momento Yoongi había sentido como la sangre golpeaba su rostro, sintiendo como se iba calentando poco a poco, los alfas presenciaron como el rostro de Yoongi paso de su pálido natural, al rosado de inmediato. El omega no esperaba esa respuesta, Yoongi no era mucho de dejarse llevar por sus propias emociones, de hecho las dejaba mucho de lado de vez en cuando, y al menos hasta ese momento, la tristeza no había sido percibida ni siquiera por su propia madre, Yoongi definitivamente había bajado la guardia al concentrarse tanto en sus pensamientos malos que había dejado de lado retener sus emociones, y los alfas habían logrado percibir su tristeza de inmediato.

¡Qué vergüenza!

—No tienes de que avergonzarte, Yoongi —menciono Hoseok—, no es nada del otro mundo.

—B-bueno —Yoongi carraspeo la garganta para evitar tartamudear de nuevo—, olvídenlo, y no tienen de que preocuparse, ¿bien?

—¡Claro que tenemos porque preocuparnos! —menciono Namjoon—. Yoongi, estás en nuestra casa, prácticamente eres casi uno más de los Kim, nos preocupa tu bienestar.

—Sí, sí —dijo Taehyung, Yeontan soltó un ladrido de inmediato ante la emoción de su dueño—, puede que inclusive nos consideres unos inmaduros, pero podemos ser sumamente responsables cuando de alguien más se trata, sobre todo si alguien a quien estimamos mucho.

—Tae tiene razón, Yoongi —menciono Seokjin—, podremos ser un desastre, pero sabemos cuidar muy bien a quien queremos.

—¡Sí! Te amamos, Yoongi —menciono Jungkook.

El omega no podía creer lo que estaba escuchando, Yoongi esperaba muchas cosas, quejas, sobre todo, inclusive que estuvieran tristes o que le llevasen la contraria, pero no esperaba que esos alfas le dijeran que lo quieren, y que lo quieren como si fuese parte de su familia, demonios, esos alfas desastrosos eran demasiado dulces, Yoongi no entendía como era posible que los omegas que a ellos les gustaban, no podían ver la suerte que tenían con esos chicos. Sin evitarlo les regalo una sonrisa pequeña, de algún modo las palabras de esos tontos alfas habían logrado hacer sentir calidez invadiendo su corazón.

—Gracias... alfas —menciono Yoongi haciendo que los chicos sintieran a su animal interior revolotear feliz por todo su cuerpo—, el omega con el que salgan será afortunado de tenerlos.

—Bueno —hablo Hoseok—, creo que ya no me gusta tanto mi omega, de hecho, me gusta más otro omega.

—Sí, estoy como tú, Hoseok —menciono Jimin—, estoy perdidamente enamorado de un omega más lindo.

—Pues no se consideren los únicos —menciono esta vez Namjoon—, también pienso que he conocido a un omega mucho mejor.

—Muy de acuerdo —dijo Jungkook—, también encontré uno más lindo y con quien puedo hablar con más soltura.

—Por supuesto, yo también encontré a uno, inclusive a Yeontan le agrada —menciono Taehyung mientras le brindaba caricias al lomo de su perro.

—Estoy de acuerdo —esta vez Seokjin fue quien hablo—, también logré encontrar a un omega muy dulce.

Todos dijeron aquello mirando a Yoongi, pero por supuesto, ni siquiera en los pensamientos de Yoongi pasaba la sola idea de que él fuese el omega que ellos decían, Yoongi simplemente se limito a sonreír hacia los alfas, todavía sentía el cansancio sobre su cuerpo, había sido un día largo, y quería descansar por unos momentos y dejar de pensar en lo que podría suceder a futuro.

Esos alfas no son tan malos como pensaba Yoongi, ellos son dulces como la miel misma, y definitivamente el omega al que ellos decidan entregar su corazón, sería el omega más afortunado de todos, quizás Yoongi dejase de estar en guardia ante los hermanos Kim, después de todo, no son tan malos.

—Muy bien, chicos —dijo Yoongi—, no lo dejen ir.

—Eso haremos —respondió Jungkook de inmediato.

—Iré a dormir un rato, ¿bien? —los demás hermanos dieron un asentimiento ante las palabras del omega como respuesta y Yoongi se fue alejando de la estancia para poder ir al pasillo que lo conduciría a las escaleras para poder ir a su habitación.

Cuando los pasos del omega dejaron de escucharse cerca, los hermanos Kim pudieron soltar el aire que estaban reteniendo, en un largo suspiro.

—Creo que no sabe quien es ese omega —menciono Taehyung mientras mostraba su labio inferior, esto era desesperante.

—Creo que fuimos demasiado obvios, ¿o no? —dijo Seokjin mientras seguía analizando la situación—. Supongo que Yoongi no entiende las indirectas.

—¿Qué deberíamos hacer entonces? —pregunto Jimin.

—Confesarnos —menciono Namjoon, haciendo que de ese modo todos sus hermanos lo vieran, los ojos de casi todos los presentes en la estancia estaban abiertos en grande, sorprendidos por la palabra que había soltado Namjoon—. ¿Qué?

—¿No crees que sería muy precipitado y extraño para él? —pregunto Hoseok—. Es decir, no queremos espantarlo.

—Se asustará de todas formas si se entera —dijo Jungkook—, además, ¿creen que nos corresponda?

—¿Por qué hablan en plural? —pregunto Seokjin—. Dense cuenta de que posiblemente ninguno de nosotros le guste.

—¿Y sí le gusta solamente uno de nosotros? —pregunto Jimin—. Hay una posibilidad de que así sea.

—¿Y quién? —pregunto Seokjin.

—Obviamente le va a gustar el alfa menos infantil y más maduro de todos nosotros, en efecto ese soy yo —menciono Hoseok, haciendo que Namjoon rodase los ojos.

—Lo dice él que ve todavía el canal para bebés —dijo Namjoon, haciendo que Hoseok sintiera vergüenza por sus palabras.

—Ooh —dijo Jimin—, así que tú eras el que cantaba las canciones infantiles, por un momento pensé que era Jungkook.

—Yo no veo programas de bebés —se quejo Jungkook—, ¿en verdad ves eso, Hoseok? —Jungkook soltó una risotada—. Y yo que te admiraba.

—Cállate —susurro por lo bajo Hoseok—. Al menos no juego con muñecos de acción en la mini piscina inflable y a escondidas de todos.

—¡Hey! Es divertido —dijo Taehyung.

—Y por esta razón, Yoongi no querría salir con ninguno de ustedes, infantiles —dijo Seokjin.

—Querrás decir, nosotros, JinJin —dijo Taehyung recalcando el apodo de su hermano mayor.

Pero tenían razón, quizás Yoongi ni siquiera se atreva a salir con ninguno de ellos, aunque no debían de perder las esperanzas.