43: El amor de Taehyung

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Había sido un completo tonto, lo sabía, en cuanto la puerta de su habitación se cerro detrás de él de un portazo dejo que su espalda se recargará en la puerta y poco a poco se fue deslizando sobre la puerta hasta dar con el suelo, sentándose, sus labios estaban entreabiertos mientras un suave resoplido salía por ellos, arrastro sus piernas hacia su cuerpo para poder abrazarlas, y esconder su rostro detrás.

—Tonto, tonto, tonto —se dijo así mismo mientras cerraba sus ojos con fuerza. Taehyung jamás había pensado en confesar lo que siente por alguien.

Taehyung no consideraba a los omegas como un juego, pero le gustaba obtener la atención de ellos, pues siempre estaban allí a su alrededor, se sentían sumamente especiales cuando estaban con él, le dedicaban sonrisas, lo halagaban, y por supuesto les encantaban todas las mentiras que les decía, los omegas eran fáciles de convencer, pero Taehyung también había descubierto que Yoongi no era como esos omegas que siempre lo rodeaban, Yoongi, su querido vecino, desde que lo vio pensó inclusive que serían buenos amigos, Yoongi siempre era solitario, entraba a su casa y no se disponía a salir a menos que tuviera que ir a comprar algo, de ahí en fuera, el omega apenas y se hacía presente en la calle, Taehyung pensaba que inclusive con una sonrisa lograría convencerlo de acercarse a él, después de todo, Taehyung pensaba que podría hacer algo para tratar de impresionarlo, pero estaba equivocado.

El omega jamás le presto alguna clase de atención, y de hecho parecía no querer tener nada que ver con ninguno de ellos, lo entendía, después de todo, tanto él como el resto de sus hermanos eran un desastre completo. Aún así, Taehyung tenía que admitir que le hubiera gustado tenerlo más como alguien cercano, en los días que había estado conviviendo con el omega, se percato de que Yoongi a pesar de que a veces se avergonzaba por algunas cosas, la mayor parte del tiempo tenía un carácter fuerte y algo distraído, además de una inocencia que obligaba inclusive a todos los hermanos a sentirse extrañados, después de todo es casi mayor que todos, pero era agradable, Yoongi se comportaba como una madre omega, pero a la vez como un buen amigo, o como uno más de sus hermanos, el problema es que Taehyung no lo veía como uno más de sus hermanos, o un buen amigo, o como su cariñosa madre, Taehyung lo veía como un omega dulce, uno que te podía preparar un chocolate caliente si es que te sentías triste, uno que te ayudaría sin pensarlo dos veces, uno que te brindaría un abrazo cuando más lo necesitases.

El alfa lo admitía, sentía algo por el omega, sus palabras lo habían deleitado al igual que sus acciones, no podía evitar no sentir nada por Yoongi, pues el omega era todo lo que estaba bien en la vida, y no pudo evitar sentir su corazón acelerarse encantado por tener a Yoongi más cerca que nunca, y por supuesto tampoco podía evitar sentirse celoso, Jungkook había acaparado a Yoongi la mayor parte de su estadía, y eso le estaba poniendo furioso, aunque ahora que había gritado que le gustaba y aparte había insultado al omega, se sentía como el alfa más terrible de todos los alfas, se sentía completamente tonto. Soltó un nuevo resoplido, la vida lo odiaba.

Estaba a punto de querer hundirse en su miseria total y reflexionar por todo lo que había pasado allí abajo, cuando unos leves toquidos a su puerta lo hicieron tensarse, el suave aroma del omega lo hizo cerrar los ojos con fuerza.

—¿Tae? —de nuevo se escucharon otros toquidos, Yoongi estaba preocupado, por más que no quisiera admitirlo—. ¿Puedes abrir?

Taehyung negó con la cabeza a pesar de que sabía que Yoongi no lo estaba mirando.

—Tae...

—¡Sólo vete! —grito Taehyung, no quería hablar con nadie, volvió a su escondite haciéndose bolita en el suelo—. ¡Lárgate!

Yoongi soltó un largo suspiro al escuchar las palabras del alfa, tenía que tener paciencia, aunque no se sentía capaz de tenerla por completo, no cuando ese alfa le estaba gritando de ese modo, pero tenía que mantenerse tranquilo, comprendía que Taehyung seguramente estaba avergonzado por lo que le dijo, y Yoongi de sólo pensar de nuevo en las palabras de Taehyung, no podía evitar que sus mejillas se calentasen debido a la confesión reciente, relamió sus labios y sacudió su cabeza lentamente apartando aquellas palabras para volver a concentrarse en hacer que el alfa abriera la puerta.

¡Los Hermanos Kim!Kde žijí příběhy. Začni objevovat