36: Tocino para Yeontan

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Para algunos perros, la comida no es algo en lo que se puedan poner muy exigentes, pero Yeontan no se podía considerar entre esos perros, a él le gustaba ser consentido, y aunque las croquetas no estaban tan mal, definitivamente degustaba y le encantaba disfrutar sobre todo algo de carne, ya fuese pollo, carne de res, de cerdo, y esta última era lo que lo hacía mucho más feliz que nunca, por eso, cuando había decidido seguir al omega hacia el comedor, y se encontró con el delicioso aroma de carne recién cocinada, no pudo evitar que de su hocico empezará a emanar saliva, tenía hambre, y mucha, y no importaba si Taehyung le daba croquetas, él quería ese delicioso y aromático tocino.

El problema era que la mesa era alta, y conseguirlo sería más difícil de lo que pensó, sobre todo con todos esos chicos rodeándola.

—¡Esto está delicioso! —comento Jungkook encantado de poder disfrutar de la primera comida del día.

Yoongi no sabía si esos alfas estaban comiendo o atragantándose con la comida, Jimin se dedicaba a atacar los panqueques con el tenedor para llevarlo a su boca y morderlos de forma brusca, Taehyung parecía que ni siquiera masticaba la comida, Namjoon a pesar de que parecía comer tranquilo, era igual de salvaje a la hora de cortar los afamados panqueques, chocando demasiado los cubiertos con el plato, Hoseok masticaba por lo menos cuatro veces, para después tomar un largo sorbo de café para tragarse el bocado, Seokjin no dejaba de tirar moronas por la mesa y su ropa, y Jungkook hacía mucho, pero en verdad mucho ruido al masticar, además estaba el hecho que de vez en cuando le daba leves codazos en su costado.

—Maldición, Seokjin, es la primera vez que te luces cocinando —menciono Taehyung, pero apenas y sus palabras habían sido audibles, pues su boca estaba repleta.

—No hables con la boca llena, Kim —menciono Seokjin—, y no es la primera vez, mis dotes en la cocina son tan excelentes como los de Gordon Ramsay.

—No te atrevas a compararte con el mejor —dijo Hoseok.

—Y tú no lo llames, el mejor, cuando ni siquiera has probado lo que cocina —se defendió Seokjin, no dejaría que lo bajarán de su altar, el alfa mayor dirigió su mirada a Yoongi, quien comía despacio mientras miraba a los demás—, perdónalos, Yoongi, estos son unas bestias cuando se trata de comida.

—Ya lo noté —menciono Yoongi sin mucha importancia—, no estoy acostumbrado a esto.

Y era verdad, inclusive cuando iba a los comedores en las escuelas, se quedaba sumamente extrañado al ver como algunos devoraban la comida como si no hubiera un mañana, para Yoongi la comida se disfruta, se saborea y se come despacio, es una buena manera para que inclusive ni siquiera te diera indigestión, pero al parecer ninguno de los hermanos Kim, conoce la indigestión.

—Bueno, los verás así por dos días, así que tendrás que soportarlo —menciono Seokjin, y allí fue cuando Yoongi abrió los ojos en grande al escuchar aquello.

¿Dos días?

—¿C-cómo que dos días? —pregunto, casi sentía que se iba a atragantar de sólo escuchar eso.

—¡Oh! —dijo Jimin a su lado—. No te lo dijimos —tomo la taza de café que tenía a un lado, le dio un largo sorbo y suspiro—, mamá y papá se fueron a una cena de negocios de dos días.

—Sí —confirmo Jungkook quien apenas y había podido tragar bien lo que todavía estaba masticando—, llegarán en la mañana, o en la noche posiblemente, pero descuida, no es para tanto.

—Es de las pocas veces que nos dejan solos —menciono Hoseok—, casi la mayor parte del tiempo nos tienen en vigilancia constante.

—Y de todas formas eso no impide que se metan en problemas —dijo Seokjin para después soltar un resoplido.

¡Los Hermanos Kim!Where stories live. Discover now