Epílogo

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"¿Qué? No puedes estar serio Leo, ¡es más que anticuado!"

"Lo sé que es...tienes toda la razón. Pero sólo tiene un significado especial para mí, ¿okay?"

"¿Qué pasó cuando querías que fuera una mujer fuerte e independiente?"

"Todavía quiero eso para ti, esto no cambiaría nada. Esto es puramente simbólico."

"¿Sabes cuántos documentos legales voy a tener que cambiar por esto?" Mia sintió dolor de cabeza sólo de pensarlo.

"¿Estás preocupada por el papeleo? Lo haré todo yo mismo, te lo prometo. No tendrás que mover un solo dedo."

"Se siente extraño cambiar de repente quién eres de un día al otro. Ya tengo suficientes problemas de identidad como lo es. Nunca sé qué burbuja llenar en esos cuestionarios ridículos de etnicidad."

"Eso es lo que te hace tan especial. Pero esto no es así. Todavía serás tú. La chica increíble de la que me enamoré. Sólo tendrás una parte adicional de mí en ti."

"Dios Leo, cuando lo pones así..." La postura de Mia empezó a vacilar. Odiaba meterse en debates con él. El hombre podía argumentar su punto en una sala de justicia. Ni mencionar esos ojos suplicantes que sólo parecían encantarla, sólo hacía que se derritiera por dentro.

"Por favor Mia, ¿no puedes darme gusto en esta única cosa pequeña? Es todo lo que te pido. Te daré lo que quieras a cambio."

"Ya tengo todo lo que quiero, ¿eso no es obvio ya? Pero si significa tanto para ti, lo haré."

"¿En verdad? Mia, no tienes idea cuánto esto significa para mí." La abrazó fuertemente.

"Así que está arreglado entonces." Mia no pudo dejar de sonreír al ver su alegría con esto. ¿Quién hubiera pensado?

"Condesa Mia Durant. Tiene un sonido bello, ¿no crees?"

"Espérate, ¿que acabas de decir?" Mia preguntó perpleja. ¿Había escuchado bien?

"Mia Durant. Suena estupendo," Leo dijo orgullosamente.

"No, antes de eso. ¿Qué dijiste antes de eso?"

"¿Condesa? Serás una Condesa pues te estás casando con un Conde, por supuesto."

"¿Tú eres un...Conde? ¿Desde cuándo?" Mia no podía creer lo que estaba escuchando.

"Desde siempre. ¿Estás bromeando? ¿Me estás diciendo que no sabías?"

"No tenía idea. No lo sé...a lo mejor si me lo hubieses mencionado, eso ayudaría un poco," Mia indicó sarcásticamente.

"Supongo que asumí que sabías. No es algo que me gusta sacar en conversación diaria. La gente siempre ha sabido eso sobre mí y aunque no lo sepan, lo averiguan muy pronto."

"Te estoy diciendo que no sabía. Nadie me lo mencionó tampoco."

"¿Así que no me buscaste en Google cuando primero nos conocimos?"

"No... ¿por qué haría eso? Si algo, sólo busco a gente famosa en Google."

"Bueno odio decírtelo, pero soy ligeramente famoso."

"Bueno si hubiese sabido eso en ese entonces, tal vez lo hubiera hecho. Todavía no puedo creer esto. ¿Qué tan famoso eres?"

Leo encogió los hombros y señaló hacia la computadora portátil que estaba encima de la mesa de centro. "Mira por ti misma."

"Leo, esto está loquísimo." Pero le ganó la curiosidad y abrió la computadora y tecleó su nombre en el navegador de Firefox que había subido. Efectivamente, docenas de artículos surgieron con su nombre, incluyendo varias imágenes con ellos. Ella rápidamente escaneó algunos de sus contenidos antes de darse por vencida y voltear hacia Leo.

"¿Estoy en el programa punk'd? ¿Dónde está Ashton?"

Leo se rió. "No estás en el programa, okay? Todo esto son noticias para mí como es para ti."

"No, te creo. Sólo es que pensé...eso es algún tipo de regla ahora, ¿se supone que tienes que buscar en Google a la gente cuando los conoces?"

"Claro. Yo te busqué a ti."

"Créeme, no soy tan importante. No hay nada ahí."

"Ah, tengo que estar en desacuerdo con eso," Leo dijo con una sonrisa. "Hay este video increíblemente delicioso de ti en YouTube. ¿Algún proyecto que hiciste sobre Coca-Cola?"

"¿Tú viste eso? Dios mío, ¡eso tiene que ser el video más vergonzoso en el planeta! ¿Cómo es que está eso ahí?"

"Para alguien que está súper metida en comunicación social, estás empezando a sonar un poco amateur. No te ofendas, dulzura. Pero en cuanto al video, tengo que decir que disfruté cada segundo de él. En realidad lo he visto varias veces y cada vez te ves más adorable."

"¡Deja de mirarlo!" Mia lloró.

"Sabes, ahora que lo pienso, esto realmente hace mucho sentido. Tú eras la única persona que siempre me trató como un ser humano normal. Nunca pareció importarte lo demás."

"No lo sé... ¿a lo mejor algo sobre amor verdadero? ¿Te suena eso?"

"Estarías sorprendida sobre la cantidad de gente que me ha usado en el pasado por quién soy. Hace que sea muy difícil confiar en la gente después de un rato. Si hubiese sabido todos estos años que sólo necesitaba a una chica que no me buscara en Google, mi vida hubiese sido mucho más fácil."

"Súper. ¿Ahora voy a ser conocida como la chica que no buscó en Google?" Mia subió sus manos en el aire.

"Bueno...creo que 'La Chica Que No Buscó en Google' queda muy bien con el resto de la trilogía de Stieg Larsson. Sabes, podría ser la edición perdida o algo," Leo bromeó.

"¿Te está encantando esto no?"

"Muchísimo."

"¿Esto significa que me vas a obligar a usar un sombrero loco para nuestra boda?" Mia no pudo evitar tentarlo de vuelta.

"Te lo juro Mia, ¿de todas las cosas que me podrías estar preguntando, esto es tu mayor preocupación?"

"Bueno, ¿lo vas a hacer?"

"No. ¡No sombreros locos! ¿Okay? ¿Alguna otra cosa?"

"Sabes que le vas a tener que decir a mi papá sobre esto."

"¿Dr. Jaime? Hablamos hace unos pocos días. Parecía bastante emocionado. Incluso nos reímos sobre ello."

"¿Se rieron? Leo eres increíble. ¿Quién eres?"

"Soy Conde Leonardo Durant. Encantado en conocerte. Y tú, mi bella novia, pronto serás mi esposa, Condesa Mia Durant. No puedo esperar a pasar el resto de mi vida contigo. Así que empieza a acostumbrarte."

Leo se inclinó para darle un beso apasionado. Había tanto deseo y necesidad en él. Memorias del último año mezclado con esos que pronto vendrían. Cuando se separaron, ella miró atentamente a esos ojos azules oscuros fascinantes de los que nunca tendría suficiente.

"Ah, y por cierto, nos vamos a dirigir hacia la madre patria. Sugiero que empieces a empacar tus bolsas pronto. Londres nos llama."

~FIN~

Enseñando A MiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora