Capítulo 12 - La Realidad Muerde

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"¿Estás bien, Mia? Pareces un poco nerviosa," Leo dijo mientras manejaban a la universidad el siguiente lunes en la mañana.

Él había insistido en recogerla hoy, y bueno, todos los demás días de la semana en realidad. Era una oferta que simplemente no pudo resistir.

Mia bajó la mirada y se dio cuenta que estaba dando golpecitos repetidamente con su pierna contra el piso. Inmediatamente paró y miró hacia Leo.

"No lo sé, sí estoy un poco nerviosa. Sólo es que...mucho pasó este fin de semana y estoy segura que la gente me va a echar miradas extrañas o preguntar cosas que no quiero responder. Normalmente no me importaría, pero a la gente aquí le encanta el chisme," Mia explicó.

"Sólo ignóralos, Mia. Eso es lo que yo hago. No tienes que decir nada que no quieras."

"¿Pero si me preguntan directamente? Ni siquiera sé que decir. Digo, ¿cuál es la historia?"

"No te preocupes," Leo dijo simplemente.

"Pero sí me preocupo. ¿Y si me preguntan...?"

"No, eso es lo que les dices. 'No te preocupes'. No es su asunto."

"¿Eso funciona?" Mia preguntó escéptica.

"Como una joya. Es una manera cortés de decir cállate, y la gente normalmente lo hace."

"¿Lo quieres intentar?" Leo preguntó.

"Eh, bueno."

"Okay...Vamos a ver," dijo pausando para pensar. "Ey Mia, ¿así que tú y Leo eh? Dios mío, él es tan guapo," Leo dijo imitando a una niña adolescente.

Mia se echó a reír.

"Vamos Mia, ponte en carácter. Esto es cosa seria ahora mismo," dijo jugando.

"Así que Mia, ¿ustedes son como una pareja ahora? ¿Se van a casar y tener muchos bebés?" dijo alzando una ceja.

Mia tomó unos segundos para componerse, antes de responder a la pregunta. "No te preocupes."

"¿Qué pasó con Johan? Escuché que fue un gilipollas y Leo defendió tu honor," dijo con una sonrisa ligera.

"No te preocupes," Mia contestó con más confianza. Esa era una fácil para ella.

"Bien, mucho mejor," dijo satisfecho.

Pensó que ya habían terminado, cuando su siguiente pregunta la tomó de sorpresa.

"¿Dónde aprendiste a bailar así? Digo estaban prácticamente teniendo sexo en la pista de baile," dijo acusadoramente.

"¡Leo! Claro que no," ella protestó.

"Esa no es la respuesta correcta."

Mia cruzó sus brazos. "No te preocupes," dijo entre dientes. "¿Realmente piensas que la gente piensa eso?" agregó, su voz llena de preocupación.

"Posiblemente. Prácticamente lo estábamos," dijo sonriendo.

Mia suspiró. "No es mi culpa que la gente no sepa mover sus malditas caderas por aquí. La gente baila así en Nueva York todo el tiempo y es completamente normal."

"¿Así que normalmente bailas así?" Leo preguntó.

"No, por supuesto que no. Supongo que sólo me dejé llevar un poco contigo," Mia dijo tímidamente.

Leo levantó la mano. "Escucha, no me estoy quejando. Sólo estoy diciendo cosas que la gente te puede preguntar para que estés preparada," explicó al entrar al garaje al lado de la universidad.

Enseñando A MiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora