Capítulo 16 - El Camino Menos Viajado

292K 10.6K 1.2K
                                    

"Me debes tanto, hermano. Es tan maldito temprano que casi no puedo funcionar."

Max miró hacia Leo, quien estaba sentado en el asiento del pasajero del coche. Estaba medio dormido también.

"En serio, no puedo creer que me convenciste a levantarme a esta hora intempestiva. ¿Me estás escuchando?" él preguntó antes de darle una palmada sobre la cabeza.

"Sí, lo sé...te regresaré el favor cuando vuelva, ¿está bien?" Leo murmuró.

"Sí seguro. Estás de una mala hostia. Has estado tan malhumorado últimamente que es imposible lidiar contigo. Te juro que podría ser que te está por llegar la maldita regla."

"Ey, cuidado con lo que dices frente a los mellizos," Leo dijo.

"¿No los ves? Están prácticamente babeando allá atrás," Max dijo.

Él volteó a verlos, y efectivamente, los dos estaban profundamente dormidos.

"No sé por qué insistieron en venir," Leo dijo, sacudiendo la cabeza.

"¿En verdad no sabes? Han estado llorando los últimos tres días porque no vas a estar. No puedo creer que no te das cuentas de estas cosas."

Leo pensó sobre eso y frunció el ceño. No se había dado cuenta. Él había sido un mal hermano con ellos últimamente, con todos ellos. Necesitaba arreglar eso lo antes posible. Sería muy difícil para ellos una vez que se mudara de vuelta a Londres.

"¿Puedes dejarlo por una vez?" Leo exclamó.

"¿Has estado metiéndote en peleas de nuevo? No creas que no he visto tu mano," Max señaló.

Leo miró su mano magullada y la flexionó. Sonrió ligeramente ante la memoria del puñetazo que le dio a Johan en la cara otra vez. Sólo recordar su mirada estupefacta de shock completo casi lo tenía riéndose de nuevo. Casi. Era lo única cosa que le había traído algún tipo de satisfacción en meses.

"Deberías de ver al otro tío," dijo orgullosamente.

"Increíble. ¿Esto es sobre Mia otra vez?" Max preguntó francamente.

"No lo es. Así que déjalo." Obviamente sí lo era.

"Así que déjame entender esto. Ella nunca hizo nada para lastimarte, nunca te engañó ni nada así. Y te dijo desde el principio que no quería estar en una relación. ¿Por qué le guardas rencor otra vez?" Max preguntó burlonamente.

"Te dije, no quiero hablar sobre esto. ¿Por qué la estás defendiendo? Soy tu hermano, por amor de Dios."

Max se detuvo en la Terminal 1 del Aeropuerto Madrid Barajas. "Sólo estoy diciendo...ella fue honesta contigo y tú lo llevaste demasiado lejos. Te dejaste llevar con tus tonterías de sentimientos empalagosos. Ella necesitaba tiempo y no se lo diste. En vez te pusiste celoso. ¿Qué esperabas?"

"Eres increíble, ¿sabías? Gracias por el aventón...y consejos no solicitados," Leo agregó sarcásticamente.

"Cuando quieras, hermano," Max replicó.

Leo salió del coche y sacó su maleta de la cajuela antes de cerrar la puerta azotándola. Como si fuera una señal, los mellizos se despertaron llenos de energía y salieron del coche.

Mientras se preparaba para despedirse, Sofia preguntó, "¿Podemos entrar contigo, Leo?"

"No creo que sea buena idea..." dijo, pensando en todos los estudiantes que estarían en el mostrador haciendo el chequeo. Por lo menos, una en particular.

"Vamos, Leo. ¿Por favor?" Nico agregó.

Leo suspiró. Realmente era difícil decirles que no. "En verdad es la decisión de Max," indicó.

Enseñando A MiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora