Más que una simple belieber || jb.

CAPITULO 66

Han pasado tres semanas de ese hermoso día, el mejor de todos, ya todos estaban enterados, Pattie, Ryan, Chaz, Chris, Dai, Ed, Jack, mi mamá, Jeremy, y los pequeños hermanos de Justin, por supuesto Erin, la madrastra de Justin. Y como no, ¡El team Bieber!, en realidad los más cercanos a Justin. A esté lo he visto muy poco, ya que están preparando la gira para Latinoamérica, está muy emocionado, ensayando y todo, nos hemos llamado todos los días, pero aún así no es suficiente necesito verlo, verlo, besarlo, abrazarlo, de todo.

Estaba en mi dormitorio, hoy era viernes en la tarde, Caitlin me invitó a salir, pero le dije que no, porque estaba cansada, estaba en el lapto preparando un trabajo con calificación, la verdad extrañaba mucho la secundaria, nada que ver con la universidad. Entonces escuche la bocina de un auto, bueno, no era un auto normal, el auto con más swag del mundo. Reí, salí a ver a mi ventana y vi como el auto de Justin se estacionaba afuera, sonreí, entonces salí disparada de mi dormitorio, baje las escaleras rápidamente con el típico regaño de mi mamá ‘¡Cuidado te puedes caer!’. Yo sólo seguí mi camino. Abrí la puerta y salí corriendo de la casa a donde estaba Justin, quien estaba apoyado en su auto, el me sonrió, abrió los brazos, cuando yo llegué allí, entonces todo fue rápido. Salte y mis piernas quedaron envueltas en la cintura de Justin, mientras lo abrazaba por el cuello. Él empezó a reír, mientras sus manos estaban sujetándome desde mis muslos.

Nos miramos entonces yo me acerque y ataque a sus labios, nunca había dado un beso tan intenso y apasionado como lo hice, su lengua encajaba tan perfectamente con la mía, hacían un hermoso baile, era un beso jugoso y muy mojado. Lento, romántico, le demostré que lo había extrañado mucho. Luego cuando dejamos de besarnos lo abracé mientras yo me acerque a su cuello, aspirando su aroma, para así nunca olvidarme.

—       ¡Hola! —Dijo divertido. Lo vi y me baje de su cintura, lo volví a extrañar.

—       Hola —Suspire, me puse enfrente de él, estaba tan hermoso, con esa chaqueta de mezclilla, y la demás ropa negra. Sus brazos me abrazaron por la cintura juntándome más a él.

—       ¿Cómo estás? —Nuestros labios se rozaban, ¡dios amaba esa sensación de morir en ese instante!—.

—       Bien, ¡te he extrañado mucho! —Le dije dándole un leve golpe en el hombro, el sonrió. Mientras el sol se reflejaba en su rostro hacía que sus ojos brillaren con mucha más intensidad, quería derretirme en ese momento.

—       Yo también hermosa —Me dijo, miré para mi casa.

—       ¿Quieres pasar? —Le pregunte. Él sonrió asintiendo.

—       ¿Está Jack? —Pregunto, lo miré con una ceja levantada, el río bajito, dándome un pequeño beso en los labios.

—       No, está mi mamá —Le dije, el asintió, entonces agarró mi mano entrelazándola con la suya, amaba la sensación de sus dedos enredados con los míos, de que alguien está allí para protegerte del todo. Simplemente lo mejor.

—       ¡Hola Elizabeth! —Saludó Justin, mi mamá se acercó y le dio un beso en la mejilla.

—       ¡Hola Justin, ¿Cómo estás?! —Pregunto ella con una sonrisa.

—       Bien ¿y tú? —Le dijo, al parecer mi mamá le había dado la confianza a Justin, para que se tuteen.

—       Bien, gracias…

—       ¡Mamá iremos a mi dormitorio! —Le dije mientras agarraba la mano de Justin así y subir.

—       ¡Espera ¿A tú dormitorio?! —Pregunto seria. Rodee los ojos, Justin río.