Busque mi varita en los bolsillos de mi túnica pero no estaba, se me ha de haber caído mientras corríamos.
Hable pársel con la esperanza de que me hiciese caso, "vuelve a de donde has venido y déjanos", para mi sorpresa el basilisco me obedeció y volvió hacia la estatua, Harry y yo corrimos hacia allí también.
- ¡Cómo lo has hecho! ¡Él solo hace caso al verdadero heredero!- Tom o más bien Voldemort se notaba furioso, volvió a hablar al basilisco y este de nuevo fue contra nosotros.- No serás tú...
Nos acercamos hacia Ginny, se está yendo. Nuestra atención se desvió al ver como el basilisco salió del agua.
- Harry mira.- del sombrero salía una espada, este la cogió y empezó a correr con el basilisco detrás, yo me quede a mantener a salvo a Ginny, le puse mi jersey y capa por encima intentando que entrase en calor.
- Eres tú... como no me he dado cuenta.- Tom se comenzó a acercar a mi.
- Aléjate, ¿qué yo soy quien?- no entiendo a qué se refiere.- Yo soy Alya Black.
- ¿Black? ¿Quién es tu madre?- por que le interesa eso.
- Eso a ti que te importa.- me apunto con la varita de Harry.
- ¡Responde!
- Bellatrix, Bellatrix Lestrange, debes conocerla bien, ella te servió, esta en Azkabán por culpa de eso.- se acercó a mi y acarició mi mejilla.
- Eres tú mi niña, mi hija.- ¿SU QUÉ?
Un gran estruendo interrumpió nuestra conversación, el basilisco cayó muerto, Tom se separó de mi y miro a Harry, el cual parecía haber sido herido en su brazo.- ¿No te parece asombrosa la rapidez con la que el veneno del basilisco penetra en el cuerpo? Calculo que te queda poco más de un minuto de vida. Pronto te reunirás de nuevo con tu querida madre sangre sucia, Harry.
Harry estaba de rodillas en el suelo, vi un colmillo del basilisco y ya fuera de mi trance por las anteriores declaraciones de Tom corrí a por él, Harry cogió el diario de las manos de Ginny y lo abrió.
- ¿Qué vas a hacer?- Tom se vio asustado por la situación. Alce el colmillo.- ¡Para! ¡No!- y lo clavé en el diario, este comenzó a sangrar y del cuerpo del Tom comenzó a salir una luz, lo clave una vez más y luego otra en la tapa, hasta que Tom desapareció completamente y Ginny se despertó.
- Harry, fui yo, pero juro que no quería hacerlo Ryddle me obligó. Y... estás herido.- la pelirroja hablo a toda prisa.
- Tranquila, no es nada. Ginny, tieneis que salir de aquí. Seguid recorriendo la Cámara y encontrareis a Ron.- El fénix de Dumbledore volvió a entrar y se puso al lado de Harry, echo sus lágrimas en la herida causada por el basilisco, claro Dumbledore dijo que eran curativas.- Gracias
Salimos volando con el fénix, desgraciadamente nos llevó hasta la oficina de Dumbledore.
- ¿Sois conscientes de que en las pasadas horas habéis quebrantado unas 12 normas de la escuela?- nosotros solo manteníamos la cabeza agachada escuchando a Dumbledore.
- ¿Y usted es consciente que habían enviado a la persona más inútil a por Ginny, y que sin nosotros hubiese muerto?- el director me miró en forma de reproche, volví a bajar la cabeza.
- Si, señor.- contestamos al unísono.
- ¿Y qué son motivos suficientes para expulsaros?
- Si, señor
- Por tanto y bien merecido recibiréis el premio a los Servicios Especiales a la escuela.- los tres nos miramos felices tras las palabras del anciano.
- Gracias, señor.
- Ahora señor Weasley por favor, envíe una lechuza con esta orden a Azkabán. Imagino que deseamos que vuelva nuestro guardián.- Ron salió del despacho.
- Primero, quisiera daros las gracias. Debéis de haber demostrado auténtica lealtad hacia mi en la Cámara. Solo eso habría hecho acudir a Fawkes.- creo que eso iba más hacia Harry.- Y segundo presiento que algo te atormenta. ¿Estoy en lo cierto Harry?- me aleje un poco de ellos la para que pudiesen hablar y me puse a investigar el despacho del director.
Estaban hablando sobre el hecho de que Harry sabe hablar pársel, al igual que Voldemort, tiene sentido ya que están unidos de cierto modo, Voldemort le transmitió algunos poderes el día que lo atacó aunque no fue de forma intencional.
De pronto mi tío entró al despacho acompañado de Dobby.
- ¡Dobby!- Potter y yo llamamos a la vez al elfo, ¿de que lo conoce él?, el elfo vino hasta mi.
- Veo que es cierto, has regresado.- se acercó hasta el escritorio de Dumbledore.
- Cuando el consejo supo que la hija de Arthur Weasley había sido llevada a la Cámara consideraron oportuno mi regreso.- Dumbledore se explicó con calma, a lo que mi tío respondió con fastidio.- Curiosamente, varios de ellos tenían la impresión de que echarías una maldición sobre sus familias si no accedían a destituirme.- no me sorprende viniendo de mi tío.
- ¡Cómo se atreve! - contestó mi tío totalmente indignado.- Mi única y gran preocupación ha sido siempre y será el bien de esta escuela.- ¿en serio se cree que nos vamos a tragar eso?- Y, por superpuesto, sus alumnos.
- ¿Eso incluye a los "sangre sucia" tío?- hice comillas con los dedos al decir esas palabras.
- No te entrometas.- me miro de reojo.- El culpable ha sido identificado, supongo.
- Oh, si.- Dumbledore asintió mirándonos.
- ¿Y? ¿Quién era?- preguntó mi tío con aún más soberbia si es que era posible.
- Voldemort.- Dumbledore nos miro antes de decir su nombre. La verdad es que mi tío no se vio muy sorprendido.- Salvo que está vez eligió actuar a través de otra persona, por medio de esto.- le enseñó el diario, con esa acción me tío se puso bastante nervioso.
Dobby tiro de mi manga y de la de Harry y nos señaló a Lucius, nos estaba diciendo que el fue quien le dio el diario a Ginny.
- Afortunadamente, el joven Potter y la joven Black lo descubrieron. Esperemos que las viejas pertenecías de Voldemort no acaben en manos inocentes. Las consecuencias para el responsable serían severas.- había una lucha de miradas entre los dos mayores de la habitación.
- Esperemos también que el señor Potter esté aquí para salvar al mundo.- mi tío fijo su mirada en Harry.
- Tranquilo, estaré.- afirmó muy seguro
- Venga, Alya, ya verás cuando tú tía se entere de lo que has hecho. Dobby, nos vamos.- se despidió con un pequeño gesto del director, dio una patada a Dobby y este cayo por las escaleras para luego darle con su bastón, mientras el pobre elfo pedía clemencia, mientras lo hacía me echo una mirada severa para que me mantuviese callada, sabe que odio como maltratan a Dobby.
- Señor Malfoy, ¡Señor Malfoy!- los tres nos giramos hacia Harry que venía corriendo detrás nuestra.- Creo que tengo algo suyo.- le dio bruscamente el diario de Tom Ryddle.
- ¿Mío? No sé de qué me hablas.- saco su soberbia de nuevo a relucir, si es que alguna vez la dejaba descansar.
- Pues yo creo que si señor, creo que usted la metió en en caldero de Ginny aquel día en el Callejón Diagón.- debe de estar hablando del día en el que fueron a comprar el material necesario Iara este curso, yo decidí quedarme en casa, por
lo que solo fueron Draco y Lucius, y parece que se encontraron con los Weasley.
- ¿Eso crees?- le tendió el diario a Dobby para que lo cargase, se acercó de forma amenazante a Harry.- ¿Y por qué no lo demuestras?- se separó después del silencio por parte de Potter.- Vamos, Dobby.
- Ábrelo.- Harry me susurró a Dobby, esto lo miro y lo hizo, dentro había un calcetín, ¡acaba de liberar a Dobby!
- El amo ha dado un calcetín a Dobby.- mi tío de giro al escuchar esas palabras.- El amo ha regalado una prenda a Dobby. Dobby es libre.- sonríe al escucharle decir eso.
- ¡Has liberado a mi siervo!- Malfoy empuñó su varita y apuntó a Potter, pero Dobby se puso delante suya para impedir que le hiciese algún daño al chico de gafas.
Estuvo a punto de lanzarle la maldición asesina, pero Dobby uso su magia para lanzarlo lejos nuestra.- Tus padres también eran unos idiotas entrometidos. Recuerda mis palabras, Potter. Muy pronto vas a acabar tan mal como ellos.- después de decir eso se fue "dignamente"
- Harry Potter ha liberado a Dobby. ¿Cómo puede Dobby recompensarle?
- Prometiéndome una cosa, no vuelvas a intentar salvarme.- Dobby le contesto con una pequeña sonrisa.
- Te echare de menos en casa Dobby.- el elfo fijo si mirada en mi y se acercó abrazando mis piernas.
- Y Dooby a usted señorita Black.