Comunicado: la historia se encuentra en una modificación importante. Los capitulos (actualizados) seran los que acaban de ser editados y modificados a partir de este punto hasta el ultimo.
Mi nombre es tatsui, soy el primer hijo de una familia compuesta por un padre japones y una madre americana. Este hecho nunca fue relevante en mi vida, pero fue gracias a la buena posición de mi familia que logre vivir por tanto tiempo.
Hace años, se ha hecho conocer una extraña y nueva enfermedad mortal al mundo. El 70% de los infectados residen en Japón y china, por lo que una investigación exhaustiva comenzó tan pronto como la información se dio a conocer al publico.
La enfermedad fue bautizada como "El anfitrión", la razón de esto se debía a la reacción que provocaba en el huésped. Una persona infectada vería sus defensas y sistemas inmunes severamente dañados, convirtiéndo a la víctima en un iman para toda clase de bacterias y enfermedades.
Al principio los individuos infectados llegaban a los hospitales con dolores de cabeza, musculares o tos, los síntomas se multiplicarian de todo tipo de formas a un ritmo alarmante, al final, en cuestion de pocas horas, los huéspedes morirían de diferentes maneras.
Normalmente las personas infectadas por el Anfitrión ya se encontraban enfermas en primer lugar, por lo que era común que sus víctimas fueran personas mayores, ancianos o enfermos terminales, lo que causaba que sus muertes fueran intensas, pero rápidas. En la mayoria de los casos, jamas se detectaria al anfitrión hasta que la víctima ya estuviera muerta.
Debido a que el Anfitrión se ocultaba detrás de otras enfermedades, su diagnostico era extremadamente dificil, esto llevo a la paranoia colectiva, llevando al aislamiento de cualquier persona con tos, problemas motrices o de aspecto enfermizo. El miedo había generado un odio artificial.
Nunca se supo a ciencia cierta donde se origino esta enfermedad, se creyó popularmente que el virus llevaba años de haber surgido sin ser percibido. Fue solo luego de una mutación que finalmente habia obtenido sus características letales.
El hecho que sus huespedes murieran rápidamente no ayudaba a avanzar con una vacuna, el virus moria una ves acababa con su victima. El hecho de ser imperceptible y de rapida accion solo dificultaba cualquier intento de análisis.
Cuando tan solo tenia 6 años de edad, había pescado un simple resfriado. Debido a que se había vuelto ley que cada enfermedad, por pequeña que fuera debía ser diagnosticada, fui llevado al hospital donde trabajaba mi padre.
No solo fue una tragedia que descubrieran que tuviera la temida enfermedad, si no que me había convertido en el primer caso de un niño tan pequeño que fuera afectado por el. El virus parecia tener una capacidad selectiva, hasta ese momento, la victima mas joven tenia tan solo 32 años.
Mi vida parecia estar a punto de acabar en cuestión de dias, afortunadamente el virus en mi interior se encontraba en un estado de invernación. Parecia ser que el virus habia mutado para infectar cuerpos mas jovenes, sin embargo, la falta de un entorno similar al de un adulto había mantenido la enfermedad inactiva.
Lo anterior significaría que eventualmente despertaría y buscaria matarme, aún que el tiempo para que eso ocurriera no estaba claro. Todo apuntaba que era probable que el despertar tendria lugar en mi adolescencia.
¿Un huésped del Anfitrión que tenia una esperanza de vida mas duradera? No era necesario pensar en que pasaría. Gracias a los contactos de mi madre como inversora y mi padre como medico reconocido, se logro que se me asignara todo un piso en el mejor hospital de japon, con los gastos de atención subsidiados por el gobierno, todo con el fin de utilizarme para desarrollar una cura.
Mi vida después de eso fue bastante solitaria. Apenas si tengo recuerdos de cuando era niño, la mayoria del tiempo estaba aburrido y triste. Estudios, agujas y exámenes físicos eran mi rutina diaria. Añoraba salir y tener una vida normal, poder ir a la escuela y hacer amigos. Si es que los tuve alguna vez en jardin de niños, ahora se habia perdido en mis recuerdos.
Ocasionalmente conversaba con mis padres y posteriormente mis hermanos cuando venían de visita, aún que debido a la alta cautela higiénica sus visitas fueran menos y menos constantes, llegando a verlos únicamente durante mi cumpleaños.
Podía conseguir objetos y materiales, una ves que estos eran esterilizados se me permitía jugar mientras no abandonara mi cama. Se intentaba estar lo menos posible en contacto conmigo fuera de los exámenes, todo para garantizar mi seguridad.
Entre las cosas que pedía, obtuve muchos libros, gran parte de ellos eran material de estudio asignado por mis padres, quienes no perdían la esperanza en mi recuperación. Por lo que me encontraba estudiando toda clase de temas y materias cuando no estuviera durmiendo, pues así rápidamente gane un amor hacia una literatura diferente.
Todo comenzó con un libro de fantasía, el cual me gusto tanto que volvia a leerlo mientras esperaba que me trajeran los siguientes volúmenes, fue a si que gane un gusto especial hacia novelas, mitología e incluso fabulas, me gustaba lo extraño y fascinante que podía ser el mundo que se detallada en estas paginas, alejadas de la realidad metálica que vivia.
Tomo años, pero finalmente se aprobó el otorgarme un ordenador para continuar con mis estudios de forma personal, por lo que en los tiempo libre me dedicaba a estudiar y leer bastante. Gracias a ello, el tedio y miedo desaparecían de mi corazon.
A mis 14 años, el virus finalmente había despertado, gracias a las investigaciones y medicinas que se habian logrado desarrollar durante estos años, se había logrado postergar su despertar bastante tiempo, pero parecia que no se dejaría eliminar sin dar pelea. Recuerdo el dolor, el virus atacó con una fuerza nunca antes vista. Era casi como si tuviera conciencia que estaba siendo investigado y eliminado, por lo que mi cuerpo parecia estar muriendo rapidamente.
Diarrea, dolor de cabeza, calambres, sangrados y falta de oxigeno, el dolor era tal que, durante esos momentos pensé que seria mejor dejarme ir y acabar con todo. Aún a si había mucho que deseaba ver, sentía que habían muchas mas historias que disfrutar, deseaba poder disfrutar mas de ellas, aún si significaba luchar contra el miedo y dolor.
Durante mas de 6 meses, no pude leer nada. Me encontraba siendo alimentado por un tubo, y con el cuerpo completamente sedado por las drogas. El dolor era tolerable pero el aburrimiento e incomodidad eran enloquecedores, no me importaba si debía permanecer en ese estado pero deseaba que al menos una persona pudiera leerme algo. Es una pena que no era capas siquiera, de mover lengua.
A mis 15 años, retome mis actividades, pudiendo volver nuevamente a mi lectura. Deje de lado durante un tiempo los estudios, enfocándome únicamente en aquello que me apasionaba y disfrutaba en la vida.
Mi cuerpo se hallaba totalmente desgastado, mis espasmos y malestares fueron tratados. Aún tenia enfermedades incurables que se habían logrado infiltrar en la habitación, por lo que deberia volver de forma regular al hospital por tratamientos de por vida. Aún a si el hecho de continuar vivo era un milagro conocido nacionalmente.
La tristeza y dolor finalmente parecia estar acabando. Mis años de retención no fueron en vano. Múltiples medicamentos y métodos experimentales se idearon para suprimir al Anfitrión, gracias a esto mi condición fue mejorando con los años. Por primera vez, en mucho tiempo pude ver a mi familia y hermanos de manera mas casual.
A mis 18 años, me dijeron que el Anfitrión estaba muriendo. Era posible que me recuperara completamente en cuestión de meses, por lo que se fue mas permisivo sobre mi situación, sabiendo que había pasado casi toda mi vida encerrado dentro de cuatro paredes.
La satisfacción de recorrer los pasillos del hospital fue inmensa, mi cuerpo era delgado y muy débil debido a mi nula actividad física durante tantos años. Y aún a si, caminaba lentamente por las áreas asignadas del hospital, y pude disfrutar de la libertad.
Pasaron las semanas y las enfermeras me saludaban mientras me veían caminar por los pasillos, al principio me mantenían bajo vigilancia, pero debido a mi buen historial médico, rapidamente se me dejo avanzar a mis anchas por las plantas mas altas del hospital.
Todo parecia ir bien, hasta que vi una persona que no había visto nunca antes, una pequeña y morena niña que avanzaba por el hospital a toda velocidad, moviéndose entre paredes y lugares donde no era visible para las enfermeras.
La niña camino hacia la puerta que daba a la escalera de emergencia. No sabria decir si fue mi curiosidad o mi preocupación, fuera como fuese camine hacia la escalera, observando como la niña había subido las escaleras a gran velocidad, avanzando hasta la azotea que tenia pista de aterrizaje para helicóptero.
Intente gritarle pero mi voz era baja, debido a eso comencé a subir. Al principio no fue problema pero rapidamente se volvió doloroso, después de todo me encontraba en rehabilitación, caminar no presentaba problema pero subir los múltiples escalones fue un gran problema.
No creia que la pequeña dama pudiera llegar a la azotea, se suponía que debía estar cerrada con llave, pero al llegar a la puerta, el candado se encontraba en el suelo. Al abrir, observe como la pequeña figura de la niña se hallaba en el borde del edificio, con sus brazos y piernas extendidos.
No pude pensar, no pude gritar, solo podía caminar más y más rápido hacia ella, en poco tiempo estaba corriendo por primera ves en mucho tiempo con el brazo extendido, con la respiración agitaba y sudando mientras solo pensaba en detener a esta persona que parecia estar a punto de saltar.
Lo próximo que vi fue el suelo, en mi afán por agarrar el brazo de la niña ella me esquivo rápida y elegantemente, lo que me hizo desorientar y perder el equilibrio, causando que cayera desde el edificio a toda velocidad.
El edificio tenia mas de una docena de pisos, lo suficientemente alto como para comprender enseguida que era mi fin. ¿Por que todo acabaría de esta manera?, era en lo único que podía pensar ante la idea de morir, a poco tiempo de recuperarme, cuando mis esperanzas de vivir estaban recuperadas.
Mi tan anhelado final feliz jamas llegaria, mi historia estaba a punto de terminar tan tragicamente como se habia desarollado. Lo único que pude hacer, es ver el suelo a unos metros, entonces cerré mis ojos y lloré por mi lamentable final.
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"¿Que sucede?" Es lo unico que pensaba en ese momento. Sentí panico, náuseas e ira, un fugaz dolor que pareció imaginario y finalmente, nada.
Me senti como si mi cuerpo entero fuera cubierto por una manta y flotara en la nada, tan pacifico, tan calido y tan oscuro.
-Vamos, abre los ojos-. Una hermosa y tranquila voz se escucho dentro de mi cabeza, despertándome de lo profundo del sueño en el que me sumergía.
Mis ojos se encontraban completamente abiertos, pero solo podía ver oscuridad.
-Puedes verme?.
La misma voz me hablaba, esta vez frente a mi. Mi visión comenzaba a aclararse lentamente, mostrando ante mi, una hermosa bella figura femenina.
-No te sobre esfuerces, te tomara un tiempo acostumbrarte a este plano-. Fue dicho por una joven mujer, era extremadamente bella, aparentaba tener más años que yo, con unos 1.8 metros de altura. Nadie podría llamarla una mujer mayor o señora.
Mantenía unos rasgos muy jóvenes, con un cabello castaño tan claro que ante una mirada fugaz parecería dorado. Este llegaba hasta su cintura. Su cuerpo se encontraba tan formado como el de una modelo, aún que esta silueta apenas era visible pues, se encontraba vistiendo una túnica larga que llegaba hasta el suelo, sus materiales parecían ser extremadamente lujosos.
-"¿Donde estoy? ¿Que sucedió?". Fueron las preguntas que pensaba decir, pero antes de poder hacerlo unas imágenes llegaron a mi mente. Eran un mero recuerdo de mi cayendo de un gigantesco edificio, observando el pavimento acercarse cada ves mas.
-Imagino que comienzas a recordar.
La mujer mantenía una mirada de pena, aún que una leve sonrisa no desaparecía de su rostro, entonces, levanto su mano izquierda, apunto a una dirección.
Cuando voltee a ver hacia donde apuntaba, aprecie a otra mujer desconocida. Al momento de chocar nuestras miradas, ella giro la cabeza mientras hacia un puchero. Parecía ser mucho mas joven que yo. Si tuviera que adivinar su edad, rondaría entre los 12 y 13 años, con una altura no mayor de 1,40. Su cabello era oscuro como la noche, su piel era extrañamente dorada como si tuviera un bronceado perfecto.
Su vestimenta parecía ser también una túnica, sin embargo, esta dejaba ver por debajo de sus rodillas y brazos al estar recortada, tenia bordes y decoraciones doradas que se destacaban frente fragmentos oscuros en la vestimenta. Mientras apreciaba su vestido, note que ella se veía enojada al cruzarse de brazos.
Al ver a la aparente niña frente a mi, comencé a sufrir dolores de cabeza y nuevos recuerdos comenzaron a llegar, en estos, una silueta jugaba frente el borde de un edificio y en un instante me vi a mi mismo tropezando y cayendo a toda velocidad.
-Bien, creo que no debemos hacer esto más largo de lo necesario. Tu, idiota, te moriste-. Fue dicho con un tono molesto por aquella niña mientras me señalaba.
Antes de poder reaccionar a sus palabras gire mi mirada a la mujer frente a mi, me encontraba confundido y un poco asustado. Antes de poder decir algo la bella mujer comenzó a hablar nuevamente.
-Déjame presentarnos. Mi nombre es Freya, la persona a tu derecha se llama Rea, ambas somos lo que reconocerias como diosas-. Afirmo con tanta tranquilidad y naturalidad que nadie se atrevería a contradecirla.
Freya era una diosa de la mitologia nordica, descrita como una mujer extremadamente bella y de cabellos dorados. Su imagen concordaba con la descripción de aquella diosa. Sin embargo, Rea era diosa de la mitologia griega, madre, abuela y mas de multitud de dioses, ¿como es posible que tenga la apariencia de una niña pequeña?.
Su rostro se frunció, arrepentimiento se expresaba con su cuerpo; inclino la cabeza, suspiro, toqueteo sus dedos, y finalmente, levanto la mirada. -Lamentablemente moriste, pero debido a que Rea fue la causante. Me tome el atrevimiento de tomar tu alma, devolviendote a la vida.
Tan pronto como Freya termino de hablar, Rea comenzó a caminar a grandes pasos hacia ella mientras extendía sus brazos e inclinaba su cabeza en ira, como si de un niño caprichoso de tratase.
Rea: -¡Oye!, ¿como que es mi culpa? ¡¿como puedes decir eso?!-. Fue dicho mientras con su dedo índice daba pequeños golpes a la túnica de Freya.
Freya: -Es por que fue tu culpa, no esta permitido entrar en mundos ajenos sin permiso-. Fue reprochado mientras su mano detenia los toques a su vestimenta.
Rea: -¡Oh vamos, como si no hubieras entrado a la tierra para conseguir cosas dulces a escondidas!.
Freya: -¡¡E-eso es mentira!!,¡siempre pido permiso!-. Exclamo a grito la que hasta ahora era una serena mujer.
Mientras veía en silencio a las diosas discutir, todos los recuerdos que había perdido, volvieron a mi. Recordé como he pasado gran parte de mi vida en el hospital. Esto se debe al mal funcionamiento de mi sistema inmune, lo cual empeoraba mi ya delicada salud. A pesar de todo, finalmente mi estado físico comenzaba a mejorar debido al avance medico, lo cual me llevo a dar pequeñas caminatas por el hospital.
No se me permitía salir en caso de una emergencia, en eso, había observado como una figura femenina cruzaba una señal de prohibido el paso que llevaba a la azotea del edificio, temiendo que un niño se hubiera perdido fui tras ella. Lo ultimo que recordaba era intentar ayudar a una niña de apariencia completamente normal que comenzaba a juguetear en el borde de la azotea.
Tatsui: -Emmm... disculpen...-. Fueron las primeras palabras que pronuncie desde que había despertado. Esto detuvo la pelea de las 2 mujeres que se encontraban jalándose las mejillas la una a la otra.
Freya: -¡Oh si, perdona, debes tener muchas preguntas!"-. Fue dicho antes de sacudir su vestimenta, aclararse la garganta y volver a dar una gran sonrisa.
Tatsui: -Si...-.No pude evitar sorprenderme por esa sonrisa forzada que parecia tan natural.- La niña que intente salvar, ¿eras tu?-. Pregunte dirigiendo mi mirada a Rea, que cruzo los brazos nuevamente y volteo su mirada hacia otro lado.
Rea: -En primer lugar no soy una niña, en segundo ¿Salvarme?, solo estaba disfrutando del mundo humano. En mi mundo no hay edificios tan altos, por eso me gustaba como se sentía el viento en mi rostro y cabello. Entonces te balanceaste sobre mi, al esquivarte vi como estabas a punto de caer, intente tomar tu mano pero ya era tarde, simplemente caíste y moriste. Eres realmente un idiota-. Al recordar lo ocurrido se cruzo de hombros con más fuerza y negaba con la cabeza mientras daba un largo suspiro.
Freya: -Me encontraba vigilando a rea para asegurarme que no se metiera en problemas, pero no pude reaccionar lo suficientemente rápido como para alertarla de tu presencia, y al verte morir me sentí como si fuera su cómplice, a si que rescate tu alma y la atraje aquí.
Luego de pronunciar esas palabras Freya se inclinó ligeramente ante mi. En eso Rae se acercaba a Freya como si nuevamente quisiera discutir, pero Freya la sujeto de su cabeza y la obligo a inclinarse también.
¿Realmente estoy muerto?. No es como si fuera algo de lo cual perdonarlas facilmente pero también parece que solo fue un accidente. Ademas, ¿Que es exactamente este lugar?. Simplemente tengo muchas dudas y preguntas.
-Si estoy muerto, ¿que me sucederá ahora?-. Al decir estas palabras temía lo peor, simplemente vi a ambas mujeres que intercambiaron miradas, a susurraron algo entre si y luego comenzaron a alejarse.
-Nosotras nos retiraremos ahora mismo, iremos a buscar a Zentrus, el se hará cargo de esto. Lo siento pero tendrás que esperarlo aquí-. Luego de decir esto, Rea desapareció frente a Freya.
-Bien, esperaré. Tan pronto como Freya escucho mi respuesta, también desapareció, dejándome solo.
El único objeto en la habitación aparte de mi en el espacio era una silla blanca en la cual me encontraba sentado, apenas visible debido a su blancura, además de esto no había ninguna otra cosa que ver. Sin importar donde girará, mi cabeza no podía observar nada. Esto me llevo a preguntarse si me encontraba en un cuarto cerrado, completamente blanco o sin importar donde caminara no habría fin...
Debido a que ambas diosas se esfumaron en el aire, entendí que no había puertas, como desplazarse era un misterio. Lo único que podía hacer para no meterme en problemas era permanecer sentado, si es que no quería perderme en la nada.
Fin del capitulo
Datos extras:
-Tatsui no fue el unico niño en ser internado en el hospital, solo el primero y mas joven. Durante unos meses compartió piso con otro joven de 14 años cuando el solo tenia 10.
Debido a las medidas de seguridad, no tenian permitido el entrar en contacto el uno con el otro, durante este tiempo ambos niños se comunicaban con cartas.
Las notas o mensajes de voz eran desinfectadas y entregadas entre ambos cuartos cuándo se realizaban los mensajes. En poco tiempo se habian hecho queridos amigos, aun que tatsui sabia lo que sucedería.
El anfitrión despertó luego de unos meses de estudio en el muchacho, las medidas de desinfección y medicamentos no fueron lo suficientemente eficaces, el sujeto murió a las 30 horas.
Tatsui habia perdido a un nuevo amigo, acumulando tres hasta el momento, dejando de socializar con los nuevos vecinos luego del quinto. La planta habia albergado a mas de una docena de personas hasta donde el sabia.
El tiempo que paso muerto pudo parecer breve desde la perspectiva de Tatsui, sin embargo, pasaron varias horas.