Amor Correspondido (Dramione)

By nlizeth

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Era inevitable no querer observar cada cosa que hacía, cada movimiento, cada sonrisa, cada sensación que sent... More

I • La primera mirada
II • La primera sonrisa
III • La primera caricia
IV • El primer beso
V • El primer castigo
VI • El primer apretón
VII • La primera mentira
VIII • El primer engaño
IX • El primer perdón
X • La primera enterada
XI • El primer juego
XII • La segunda enterada
XIII • La primera noche
XIV • El primer amanecer
XV • El segundo castigo
XVI • El primer amor
XVII • El primer cumpleaños
XVIII • El segundo juego
XIX • El primer problema
XX • El único final • Parte I
XX • El único final • Parte II
Epílogo
Extra • I
Extra • II
Más sobre mí...
¡Hola!
One shot 1/?
One shot 2/?
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One shot 4/10
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One shot 6/10
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One shot 8/10
One shot 9/10
One shot 10/10
Nota
I • Nuevas generaciones
II • Primer año
III • Quidditch
IV • La prueba
V • Sorpresas
VI • segundo año
VII • Una rubia
VIII • Rose
IX • Mapa del merodeador
X • Antes de irnos
XI • Tercer año
XII • Z
XIII • Albus
XIV • Una ~amiga~ rubia
XV• Lily
XVI • Hogsmade

Extra • III

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By nlizeth

—¡Hermione! —gritó Draco cuando la vio alejarse recostada en la camilla del hospital siendo empujada por una gran cantidad medimagos.

Draco se había encargado de que todo en el embarazo de su esposa saliera bien, pagó a los mejores medimagos del mundo mágico para que la revisaran y ellos mismos la atendieran durante el parto.

Eran las dos de la mañana cuando Hermione despertó debido a los dolores tan grotescos que sentía en su estómago demasiado abultado. Draco no dudó ni por un segundo en subirla al auto y llevarla al hospital.

Todavía recordaba el día en el que Hermione le había dado la noticia de que serían padres, organizó un picnic en el patio de su casa, preparó la comida favorita de él y la metió en una canasta, en el momento en el que se sentaron listos para comer ella permitió que Draco sacara la comida, pues lo primero que vería sería un biberón diminuto al lado de una papilla de bebé, recordaba haberse sorprendido y vuelto a ver a su esposa en cuestión de segundos solo para notar la sonrisa en su rostro, tomó el biberón de la canasta y sacó la tarjeta que contenía dentro de él; «Serás el mejor papá del mundo» decía. Después la abrazó, la noticia se apoderó de él y lo volvió muy feliz, a los pocos días comenzó a comprar las cosas para la habitación del bebé. Los dos fueron claros en que querían que fuese una sorpresa, no querían saber si era niño o niña a pesar de que los doctores se lo preguntaron en múltiples ocasiones, siempre se negaron.

—Draco..., ¿como se encuentra? —su madre lo sacó sus pensamientos. Él volteó a verla sorprendido de que hubieran llegado tan rápido. Se sorprendió de ver a su padre allí pero prefirió no decir nada.

—Está bien, los medimagos se la han llevado, dijeron que me hablarían para estar presente pero..., no me han dicho nada —se encogió de hombros.

—¿Y los padres de Hermione? —no pudo evitar preguntar su mamá. Lucius suspiró por eso.

—Vienen en camino —se apresuró a decir.

De pronto, por las escaleras aparecieron cuatro personas que se dirigían a él con preocupación en el rostro. Eran sus amigos.

—Oh aquí estás —dijo Harry cansado—, buscamos en cada piso y no te encontrábamos.

—¿Cómo está Hermione? —le pregunto Ginny, quien también tenía un diminuto bulto en el estómago que apenas comenzaba a notarse.

—Con dolores, supongo —no sabía que decir, volvió a encogerse de hombros.

—Va a estar bien —dijo Luna observándolo—, ¿no te han llamado para entrar?

El negó.

—Tranquilo, no tardarán —habló Ron por primera vez—, recuerdo cuando Luna y yo estuvimos aquí, yo me moría de nervios, quería que todo saliera bien y que mi familia dejara de hacerme preguntas todo el tiempo, solo me ponían nervioso.

Draco recordaba eso también, recordaba cómo la madre de Ron no paraba de preguntar a cada medimago que pasaba acerca de la esposa de su hijo, como sus hermanos varones y Ginny esperaban ver nacer al primer bebé de uno de ellos.

—Todo saldrá bien, hermano —Harry apoyó su mano en el hombro del rubio para demostrarle su apoyo. Los padres de Draco solo observaban y escuchaban a corta distancia lo que estos hacían y decían.

Por supuesto que Lucius no pasó por alto lo que Harry Potter le dijo a su hijo; lo había llamado hermano. Entonces sus músculos se relajaron, ya no estaba tan tenso. Entendió que las personas por las que estaba rodeado su hijo si eran sus verdaderos amigos. Se alegró de que su hijo tuviera eso.

Los padres de Hermione aparecieron por las escaleras, y no tuvieron tiempo para decir algo, ni siquiera Draco pudo saludarlos, se había puesto de pie para acercarse a ellos pero un medimago lo detuvo.

—Señor Malfoy —lo llamó—, es momento de que nos acompañe.

Draco no lo pensó ni por un segundo, le lanzó una mirada a sus suegros y se retiró dándoles la espalda decidido a ir con su esposa.

Atravesó las puertas dobles y ubicó la cama (ahora más grande) en la cual permanecía recostada Hermione. Aceleró con paso decidido hacia ella. Y la tomo de la mano para hacer acto de presencia.

Ella se despertó. Draco notó que estaba cansada. Tenía ojeras por haberse levantado a tales horas de la noche.

—Draco... —le susurró apenas audible—, hay una sorpresa más.

—¿Sorpresa? —pregunto confundido y con voz queda, ella asintió.

—Tendremos dos bebés —sonrió con esfuerzo. Él le regresó la sonrisa, serían dos. Dos bebés. Tendría a dos maravillosos hijos. Después volteó a ver al medimago que estaba a su lado y le confirmó que era verdad con un asentimiento de cabeza.

—No pudimos darnos cuenta hasta ahora, al parecer uno se escondía debajo del otro cuando venían a revisión —se justificó.

Hermione soltó un grito de dolor.

—Eso explica su estómago enorme —musitó Draco para sí, Hermione alcanzó a escucharlo y río por lo bajo.

—Sentirá aún más contracciones, el primer bebé ya está saliendo —informó. Draco se quedó al lado de Hermione sin soltarla—. Haga fuerzas —insinuó el medimago.

—Tu puedes —le susurró Draco al oído—, eres la mujer más valiente que he conocido—. Ella comenzó a apretarle la mano con una fuerza bastante desconocida para él.

—Falta poco señora Malfoy, falta poco —otro medimago se había acercado a alentar y ayudar.

Hermione reunió todas sus fuerzas, le dolía en lo más profundo de su ser. Pero el dolor fue remplazado al instante, al escuchar el llanto de la pequeña criatura que salió de ella, de su cuerpo, y se sintió aliviada. Inmediatamente lo envolvieron en una pequeña colcha y se lo dieron en brazos, el bebé dejó de llorar, era un niño, tenía el cabello igual de liso y rubio que su padre, sus ojos aún estaban cerrados por lo que no podían definir su color. Derramó una lágrima, por fin tenía a su bebé en brazos. Draco lo observaba con admiración, ese era su hijo, la mujer que amaba le había dado un primogénito.

—Scorpius —susurró él—, bienvenido a la familia.

Hermione se lo entregó, después volvió a sentir dolores y supo que era momento de que su otro bebé saliera, con este fue mucho más sencillo, pensó, pues no hizo tanta fuerza como con el primero y salió rápido.

—Felicidades —dijo el medimago—, es una niña.

Y una vez más se la entregaron en brazos al instante. A Draco le brillaron los ojos, sería su pequeña princesa, su niña consentida.

—Rose —murmuró Hermione. Notó el increíble parecido que tenían, en su corto cabello castaño ya se le notaban los inconfundibles rizos de su madre.

Draco se recargó en la camilla con el bebé aún en brazos, un destello los desconcertó, uno de los medimagos les había tomado una foto.

—Se veían tan bien juntos que no pude evitar tomar una foto de su nueva familia —dijo de buena manera.

Draco le sonrió como agradecimiento, que bueno que capturó el momento, iba a recordarlo siempre.

Hermione se sentía completa, sus bebés estaban ahí, con ellos, y a su lado estaba el hombre que amaba, ya no le hacía falta nada.

•••

—Ya han nacido los bebés —el medimago que tomo la foto de la nueva familia Malfoy se encargó de informar a los familiares y amigos.

—¿Podemos pasar? —pregunto Jane con impaciencia, la madre de Hermione.

—Pueden pasar cuatro personas, y después pasan las otras cuatro, no queremos que estén muchas personas adentro con los niños y menos con la señora, lo que más necesita ahora es descansar —trato de dejarles en claro sus palabras.

Los padres de Hermione y de Draco se dispusieron a pasar, sus amigos esperarían para hacerlo después.

El padre de Hermione fue el primero en pasar, seguido de su esposa y detrás de ellos la pareja Malfoy, Narcisa estaba más que feliz, y Lucius aún no tenía ninguna expresión.

—Mamá, papá... —balbuceó Hermione.

—Acérquense —les dijo Draco y ellos aceleraron el paso—, conozcan a sus nietos —dijo pícaro.

—¿Nietos? —preguntó Lucius. El rostro de todos fue de sorpresa, nadie sabía que tendrían dos bebés y desde luego no se lo esperaban.

—Un niño y una niña —le respondió su hijo de buena manera, nada ni nadie le arruinaría la felicidad que tenía, mucho menos su padre, una vez más se sentía el hombre más dichoso del mundo, del mágico y del muggle.

Su padre se quedó estupefacto, la pequeña bebé que yacía en brazos de Hermione comenzó a llorar, él se acercó —solo lo suficiente— para mirarla bien. Le pareció un ser hermoso y único.

—Señor Malfoy, ¿quiere cargarla? —dijo Hermione en voz queda.

Él seguía sin tener palabras, para su buena suerte logró asentir y obtener la oportunidad de cargar a su nieta. Narcisa se acercó a él para enseñarle cómo sostenerla. Hermione se la entregó con confianza.

—¿Cómo se llama? —preguntó la madre de Hermione con curiosidad observando la escena.

—Rose —respondió su hija.

Lucius suspiró mirándola y ella le sostuvo la mirada no entendiendo.

—Ese es el nombre que habíamos escogido en caso de tener una hija —le respondió Narcisa viendo que su esposo no pensaba revelar aquello, ya que nunca tuvieron otro bebé.

—Yo no lo sabía —mencionó Draco con sorpresa.

—No solíamos hablar mucho de ello —y fue así como Narcisa dio por terminado aquel tema.

—¿Y este campeón como se llama? —preguntó el padre de Hermione acariciando la barbilla del bebé que aún sostenía Draco.

—Scorpius —musitó orgulloso, ya que él había escogido el nombre de su hijo.

—Es un gran nombre —lo apremió Lucius, su padre—. Y..., ¿quien nació primero?

—Éste campeón —y por primera vez bromeó Draco con su padre.

—Entonces...

—Si papá, tengo un primogénito —no paraba de sonreír—, es justo lo que siempre quisiste.

Lucius Malfoy no podía estar más satisfecho, su único hijo le dio todo lo que anhelaba, siempre quiso tener una pequeña princesa a la cual consentir, una de la cual preocuparse, de la cual estar al pendiente para que ningún chico se le acercara, siempre tuvo ganas de celar a su pequeña bebé; pero no la tuvo, pero ahora tenía la oportunidad de hacer todo aquello con su nieta. Lo que también lo ponía de buen humor era que tenía un nieto que seguiría poniendo en alto el apellido de los Malfoy, tal vez no sean de sangre pura, pero la sangre mestiza corre por sus venas, esos niños serían magos, sin duda alguna.

—Quisiera cargar a la pequeña Rose antes de salir —pidió Jane. Lucius trató de no poner mala cara, pero no lo logró, quería quedársela por más tiempo. De todas formas se la entregó, no tenía opción, después de todo también era su nieta.

—Los dejaremos para que descansen —les dijo Narcisa tomando de la mano a su esposo, quien se despidió con un asentimiento de cabeza.

—Vayan con cuidado —les pidió Draco, después salieron por la puerta seguidos de los padres de Hermione tras haber entregado a la bebé.

Enseguida las puertas dobles volvieron a abrirse con nuevas personas, sus amigos entraron a toda prisa y con el corazón acelerado. Su reacción al ver a los dos bebés fue igual, desde luego que no se lo esperaban, pero los amaron por igual, eran tan hermosos, eran tan parecidos a sus padres, eran ellos mismos, eran Draco y Hermione vueltos a nacer.

—Han hecho un buen trabajo —los felicito Harry—, no se que diablos sería de ustedes sino se hubieran enamorado.

Las felicitaciones continuaron con sus otros amigos, Ginny y Luna estaban emocionadas por tener ya a sus bebés en brazos igual que Hermione, Ron también lucia feliz por su mejor amiga.

La noche fue larga e inolvidable, nunca se detuvieran a pensar cómo serían sus vidas estando juntos, simplemente se dejaron llevar y la vida les respondió de la mejor manera. El amor que se tenían era muy fuerte, y a su parecer, no se terminaría nunca.



•••
Hice todo lo posible por actualizar antes de que finalizara el día..., espero que lo hayan disfrutado y les guste este final para la historia, la verdad me duele mucho despedirme aquí ya que le agarre un gran cariño con los extras🤧 creo que seguiré haciendo otros más adelante. Planeo subir otra historia y me gustaría que le leyeran💛 mil gracias por sus votos y comentarios han significado mucho para mi.

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