VI • segundo año

745 57 2
                                    

El segundo año, Scorpius se sentía increíble, ya cursaba el segundo año, eso era maravilloso, ya no formaba parte de los más pequeños, y le gustaba llegar a Hogwarts con la idea de que ya tenía a sus dos amigos esperándolo.

Además, James, Lorcan y Lysander estarían allí. Durante el verano se habían llevado muy bien y sabía que serían más cercanos estando ahí.

Dejando eso de lado, Scorpius se moría de la curiosidad por saber a qué casa pertenecerían aquellos tres.

Era emocionante presenciar eso sin ser uno de los nerviosos participantes.

Theo y Peony observaban lo inquieto que estaba Scorpius, no conocían los detalles del porqué, y no podían seguir esperando para conocerlos.

Los dos se dieron una mirada cómplice y asintieron, como si acabaran de hacer un trato.

—¿Qué te tiene tan nervioso, Scorpius? —le preguntó amablemente Peony. Le dio un sorbo a su vaso.

—¿A quien miras tanto amigo? —le preguntó Theo quisquilloso.

—Yo... —comenzó a decir Scorpius frotándose el cuello con su mano derecha—, lo siento es que estoy muy emocionado, tres amigos muy cercanos..., más bien, son como mis primos —se corrigió—, ellos están aquí y quiero saber en qué casa estarán.

—Ya veo —dijo Peony sonriente—, ¿crees que alguno quede en Slytherin?

—No lo creo —respondió un poco desanimado—, creo que ninguno de ellos estará en Slytherin.

Los dos se sorprendieron muchísimo.

—¿Por qué? —preguntó Peony triste—. Creí que podríamos acogerlos y ayudarlos con sus tareas, ya sabes, estaríamos en la misma sala y todo...

—Bueno —respondió Scorpius—, estuve con ellos la mayoría de las vacaciones, y no note nada de Slytherin en ellos, creo que todos irán a Gryffindor, incluso uno de ellos podría estar en Ravenclaw, y eso es lo que me emociona, yo estuve a punto de terminar en esa casa —confesó de golpe, apenas iniciaba el año y ya se había sincerado mucho con ellos, ni siquiera sus padres sabían esos detalles. Había preferido no contárselo a su papá, porque pensaba que seguramente sería doloroso enterarse de que su hijo, quién pertenecía a Slytherin, la casa a la que perteneció él, había estado a punto de ir a Ravenclaw, y que de no ser porque se lo pidió al sombrero seleccionador seguramente estaría allí.

—Vaya...

—Aunque, eso no hará que no les hable —sonrió ampliamente Scorpius.

—Mientras no nos abandones a nosotros —repuso Theo. No le gustaba pensar en esa posibilidad, le gustaba ir y acompañarlo a sus entrenamientos, hacer las tareas y comer juntos.

Scorpius volteó a ver en dirección al sombrero seleccionador, sus amigos ya eran los siguientes, de nuevo sentía esa emoción dentro de él, sin embargo, antes de ello, sus ojos se cruzaron con los de la chica rubia, la de quidditch.

Se sonrojó.

Recordar eso todavía lo ponía de esa manera. En casa no se atrevió a contárselo a nadie. Ni siquiera a su madre. Era mejor mantenerlo guardado. De todos modos, a nadie le interesaría saber si vio a una niña a medio vestir, probablemente sería más asqueroso que vergonzoso.

•••

Después de varias semanas James, Lorcan, Lysander y Scorpius se volvieron inseparables, al rubio no le avergonzaba salir con alumnos de primer año, al contrario, le gustaba mucho pasar tiempo con ellos. Eran como su familia. No podía evitar seguir viéndolos como amigos, por lo que, no se daba la libertad de llamarlos realmente familia, pues no llevaban la misma sangre, lo que los unía era un lazo muy fuerte de amistad entre sus padres.

Amor Correspondido (Dramione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora