IV • El primer beso

7.4K 476 69
                                    

—Hermione... —decían desde afuera dos voces. —¿Estás aquí? —ambos chicos entraron en el vestidor.

—Si, apenas termine de cambiarme —dijo. —¿Dónde dejó esta ropa? —pregunto volviéndose a Harry.

—La llevaré a los vestidores —el azabache salió del vestidor a paso acelerado.

—Te acompaño... —sus palabras quedaron suspendidas en el aire porque el muchacho ya no se encontraba ahí pero aún así quería alcanzarlo y dio varios pasos.

—Hermione —le detuvo Ron serio y la chica solo asintió con la mirada para que su amigo continuara con lo que le iba a decir. —Vimos salir a Malfoy de aquí.

—¿Y...? —la castaña aún no entendía porque Harry se había ido tan rápido y volteaba en dirección por donde se había marchado.

—¿Te hizo algo? —pregunto él enojado con voz dura. —¿O te dijo algo que te hiriera? —casi se había puesto tan rojo como su cabello. —Si lo hizo solo dilo y te juro que iré hasta donde está para desfigurar su rostro con...

—¡No Ron! No me hizo ni dijo nada —Hermione tenía los ojos bien abiertos y trataba de hacer que sus palabras tranquilizaran a su amigo lo cual parecía dar resultado, jamás lo culparía por detestar tanto a Draco porque siempre encontraba la manera de insultarlo a él o a su familia. —Ya estamos grandes Ron, no puedes ir y golpearlo solo porque me insulto o cosas insignificantes...

—Tú no eres insignificante —la miro a los ojos y ella apartó la mirada.

En ese momento Harry entró al vestidor y la chica se alejó de donde estaba para acudir a su otro amigo.

—¿Nos vamos? —antes de esperar respuesta ya se encontraba fuera del vestidor camino al castillo, sus amigos la siguieron y fueron en silencio hasta su sala común. Después cada uno se dirigió a sus habitaciones porque estaban cansados y decidieron verse al día siguiente para entrenar.

•••

Los rayos de sol iluminaban completamente la cancha de quidditch, ya era tarde y Hermione había asistido a todas su clases, en cada una de ellas notó la mirada y la sonrisa que él rubio le dedicaba pero era tanta la emoción que sentía que solo agachaba la mirada y sonreía para sus adentros. Al rubio le gustaba causar eso en ella.

También se puso de acuerdo con su amiga pelirroja, Ginny, para que la ayudara a entrenar esa tarde. Así que allí estaban, ambas chicas ya cambiadas y con las escobas en la mano con toda la cancha para ellas solas. Sus dos amigos le habían cancelado porque el profesor Snape les tenía un castigo.

—¿Estás lista? —le pregunto Ginny.

—Eso creo —contesto Hermione. Ambas subieron a sus escobas y volaron a la altura adecuada que se usa en un partido.

—¿Y bien? ¿Quieres ser cazadora o bateadora? —la pelirroja voló cerca de la castaña.

—Creo que cazadora, me gustaría más anotar puntos y estar lejos de las bludgers —río por lo bajo.

—Genial, nos hacen falta dos cazadores, en el equipo solo estoy yo —apunto. —Ron seguirá de guardián y Harry de buscador, por supuesto que los bateadores serían Fred y George, es su último año.

—No quiero que me escojan por ser su amiga —señaló Hermione. —Quiero ganarme el puesto.

—Entonces andando —la pelirroja bajo por una quaffle y se la estuvieron pasando entre sí para anotarla en los aros más lejanos. Después de una hora Harry y Ron aparecieron en la cancha y tomaron sus puestos, el pelirrojo se puso frente a los aros evitando que Hermione anotara, al principio batalló un poco pero después anotó perfectamente, Harry por su parte solo fingía estorbarle a Hermione para que fuera más ágil en ese sentido. Cuando marcaron las siete los chicos se fueron diciendo que Snape les había dejado mucha tarea y tenían clase al día siguiente con el.

—Creo que yo también tengo que irme Herms —le dijo Ginny. —Luna y yo quedamos en que haríamos la tarea de Transformaciones juntas, pero suerte mañana ¿vamos a dejar las escobas?

—Gracias Ginny, y yo me quedaré otra hora —sonrío. —Nos vemos mañana.

•••

Después de 30 minutos volando sola por toda la cancha decidió marcharse, comenzaba a hacer frío y oscurecer un poco, tampoco le apetecía estar sola tan noche, se dirigió a dejar la escoba y después fue al vestidor.

—Pensé que nunca te cansarías —Draco Malfoy se encontraba sentado en una banca dentro del vestidor.

—¿Perdón? —se quedó sin habla.

—De entrenar, estuve esperándote desde hace horas —respondió con una sonrisa.

—¿Cómo? —la idea de que Malfoy la esperara le parecía tan tierno y todo un sueño hecho realidad.

—Te observe mientras entrenabas con tus amigos, eres buena, espero verte en los partidos —le sonrío.

—¿En serio? —se sonrojó por completo.

—Si —dijo con otra sonrisa.

—¿Te gusta mirar a las personas o solo a mi? —ironizó.

—Solo a ti —respondió y se puso de pie acercándose a ella. La chica se sonrojó, no esperaba esa respuesta de él.

—Debo cambiarme —dio un paso atrás sin darse cuenta.

—Luces muy bien con el uniforme —dijo Draco en un susurro y seguía acercándose a ella mientras que ella daba otro paso atrás.

—Gra-gracias —tragó saliva duramente, Draco estaba más cerca. —Aunque me queda un poco grande porque este me lo prestaron, era de un jugador que ya no está en Hogwarts y...

Sus labios no pudieron articular otra palabra porque ahora estaban fundidos en un beso cálido que expresaba todos los sentimientos que él sentía por ella, rodeó la cintura de la chica con ambas manos y ella puso una mano en su cuello y otra en su suave cabello. Abrió los ojos solo para ver cómo lucia mientras se besaban, tenia sus ojos delicadamente cerrados, pasados unos segundos los abrió y allí estaba la mirada de la que se había enamorado hace tanto tiempo. Se abrazó más a él y volvió a cerrar los ojos esperando que el beso no terminara nunca.

***

Hola, gracias por leer trataré de actualizar seguido😋

Amor Correspondido (Dramione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora