X • Antes de irnos

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El último juego de quidditch del segundo año se llevaba a cabo con los dos equipos finalistas, esta vez era Slytherin vs Ravenclaw.

Las serpientes, como era costumbre, habían iniciado con ventaja y muchos puntos de su lado. Las águilas, por otro lado, los habían alcanzado después de una hora.

El juego llevaba aproximadamente dos horas y los buscadores de los equipos simplemente no parecían encontrar la snitch dorada, y tampoco parecía como que fueran a encontrarla dentro de poco.

—Demonios —susurró Scorpius.

El rubio no estaba concentrado en el juego como normalmente lo estaría. La noche anterior y las noches durante los últimos dos meses, James, Lorcan y Lysander no habían dejado de insistir en ir a la habitación secreta y dormir allí.

Las camas que aparecían allí eran bastante cómodas, pero el transcurso a ese lugar por las noches y el miedo de que Filch o algún profesor los encuentre les quitaba mucho tiempo de sueño, además de tener que levantarse antes para ir hasta su habitación para vestirse y llegar a tiempo a clase.

Todo eso simplemente porque no podía negarse a esos tres.

Theo y Peony lo regañaban todas las mañanas por llegar tarde, y se preocupaban por él por las enormes ojeras que cargaba.

Ni que decir de Rose, ella no paro de presionarlo para que fuera atento en las clases.

Después estaba Astrid. Su rubia compañera de equipo. Ella no le hablaba durante las clases, ni siquiera lo miraba, solamente hablaban cuando entrenaban quidditch.

—¡Concéntrate! —exclamó Astrid pasando velozmente por un lado de él.

Scorpius parpadeo varias veces.

«No me estoy concentrando», se dijo. «No podemos perder esta, no quiero decepcionar al capitán una vez más».

Astrid golpeó una quaffle y esta entró por uno de los aros. Esa era la décima vez.

A comparación, Scorpius no había hecho nada en todo el juego. Tenía el puesto de golpeador también, y lo único que hacía era golpear la quaffle para pasársela a Astrid, acordó con ella que haría eso en su último entrenamiento, pues su puntería había empeorado significativamente.

—Demonios, ¡despierta! —se presionó para abrir bien los ojos.

Los cazadores golpeaban las bludgers evitando que llegaran al buscador. Que en esa ocasión era Etta. El capitán había estado cambiando las posiciones tal y como había dicho desde su inicio, sin embargo, la posición de Scorpius no cambió en todo ese año.

Una quaffle iba directo a él, aceleró la velocidad de su escoba y fue a golpearla duramente.

Para su sorpresa, se olvidó de Astrid. No sólo no se la pasó, sino que envió la quaffle directo a los aros.

La rubia sonrió desde el lugar en el que estaba.

«Tardaste mucho, torpe» dijo en su mente.

Media hora después Etta encontró la snitch dorada proporcionándole la victoria a Slytherin por tercera vez consecutiva.

•••

—Scorpius estuviste genial la última media hora —apremio Peony abrazándolo felizmente.

—Me alegra que volvieras en sí —se burló Theo.

Scorpius los tomó por los hombros, estaba feliz de tenerlos allí, apoyándolo una vez más.

Ambos sonrieron sonrojados, pero la felicidad duró poco.

—Scorpius —dijo Peony en voz baja.

—¿Huh?

—Me gustan los abrazos, pero..., jugaste casi tres horas seguidas.

—Apestas —soltó Theo burlándose una vez más—, ve a cambiarte para que vayamos a cenar, muero de hambre.

Scorpius los soltó rápidamente.

—Lo siento chicos, me emocione —dijo apenado, solo ellos podían decirle esas cosas sin hacerlo sentir mal—. Ahora vuelvo.

El rubio comenzó su camino a los vestidores. En verdad apestaba, no se había dado cuenta de ello antes. Por un momento se distrajo viendo hacia abajo, lo que provocó que chocara abruptamente con alguien.

Afortunadamente y gracias a su equilibrio evitó caer al suelo. Volteó a ver a la persona con quien había chocado para disculparse, pero antes de que pudiera decir algo...

—Fíjate por donde vas ¿quieres? —soltó amargamente el moreno.

Scorpius se sorprendió por la ferocidad de sus palabras.

—¡Scorpius! —gritaron James, Lorcan y Lysander mientras corrían para llegar hasta el.

El niño de piel oscura desapareció enseguida, era de su misma altura y llevaba uniforme de Slytherin, pero estaba seguro de que no iba en su año, esta vez en verdad lo estaba.

—¡Scorpius estuviste genial! —exclamó Lorcan emocionado.

—Oh, gracias chicos —dijo distraído.

—¿Quién era él? —preguntó James viendo la dirección en la que se había ido.

—No lo sé —respondió confundido.

—Scorpius vamos por comida —le pidió Lysander tiernamente.

—Antes tengo que ir y cambiarme el uniforme —le informó—, pero ya quede de ir con Theo y Peony, pueden sentarse en nuestra mesa, ya saben...

Se dio media vuelta, de verdad quería ir a cambiarse.

James estuvo a punto de enfurecer con él por no querer acompañarlos, pero Lysander lo detuvo.

•••

Finalmente Scorpius había llegado a los vestidores.

«¿Acaso no le agradare? Fue solo un choque, no tenía porque reaccionar así...» iba sumido en sus pensamientos.

Deslizó la puerta y dio un paso adelante introduciéndose en el vestidor.

—¡¿Qué diablos pasa contigo?!

Scorpius abrió mucho los ojos.

—¡No me mires! ¡Voltéate! —exclamó Astrid enfurecida y avergonzada.

Scorpius obedeció. En primer lugar no entendía su primera acción de abrir más los ojos, en segundo, maldecía ser tan distraído y caer en lo mismo una vez más, y en tercero, no podía creer que siguiera allí aún. Pero no podía abrir la puerta otra vez, alguien podría verla así.

«Pero no puedo quedarme aquí, alguien podría llegar y sería más incómodo».

—¿Puedo... abrir la puerta y...

—¡No! Aún estoy vistiéndome, quédate cómo estás —grito apenada.

«¿En serio? ¿Tenía qué suceder otra vez? ¿Por qué?» chillaba.

•••

Esta vez estaban en el gran comedor. Scorpius llevaba ropa informal, igual que el resto de los estudiantes. Theo y Peony comían junto a él, y la profesora McGonagall anunciaba cual cada había ganado la copa de ese año.

—Ravenclaw queda en primer lugar con 156 puntos —dijo esbozando una sonrisa.

La mesa de Ravenclaw se llenó de revuelo y aplausos.

Scorpius aplaudió también, después de todo, ahí pertenecía Lysander.

—¿Es mi imaginación o... —Theo atrajo su atención—, Astrid te mira como si te odiara?

Scorpius tragó saliva.

—Creo que me odia.

///FIN DEL SEGUNDO AÑO///

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No quería hacer más largo este año, tenía que abarcar muchas cosas, pero necesito avanzar más rápido con los años, para que se acostumbren poquito 😅 necesito que estos niños crezcan y entiendan más las cosas
Perdón por mi ausencia😅

Amor Correspondido (Dramione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora