—¡Ah!
—¡Ah!
—¡Ahhhhh!
—¡Ahhhhh!
—¿Por qué gritan? —pregunta Liam frunciendo el ceño.
—Porque no se ven hace mucho tiempo —dice mamá.
—Se extrañaron —dice papá.
—Porque están locos —dice Austin.
Thomas y yo miramos a mi hermano menor con los ojos entrecerrados. Austin eleva sus manos antes de irse con rapidez a su habitación. Mamá y papá sonríen y vuelven a lo que estaban haciendo. Katy pasa junto a ellos y les sonríe de esa forma encantadora que hace siempre. Mi mejor amigo me da un codazo disimulado.
—Soy Katy, es un gusto conocerte, Thomas —le dice a mi mejor amigo tendiéndole su mano derecha.
—El gusto es mío —responde Thomas.
¿Por qué él está siendo muy cortado? Thomas no es así con nadie. Creo que hasta con las personas que le caen mal es más simpático. Katy no parece sentirse incomoda ante la seca respuesta de mi mejor amigo.
—Estaremos en mi habitación —aviso y tiro de su mano.
Subimos las escaleras en silencio y lo guio hasta mi habitación. Esta casa es completamente nueva para él y además es la primera vez que viene, pero conociéndolo, en unas horas sabrá donde está todo. A penas abro la puerta, Thomas ya se adentra y se acuesta boca arriba en mi cama.
—Esa rubia no me cae bien.
Frunzo el ceño. Creí que me diría algo porque las sabanas azules no combinan con las paredes violetas de la habitación.
—Y no me preguntes por qué —responde— Solo no me cae bien.
Asiento elevando mis manos en signo de rendición. No le preguntaré ahora, pero lo haré luego. El silencio entre ambos no dura mucho, a decir verdad nada. Comienza a contarme todo lo que ha sucedido con Xey. También le doy un golpe por no hacerme caso la otra vez. Cada palabra que oigo salir de sus labios contiene tanta alegría e ilusión. En realidad espero que el imbécil de Xey no esté jugando con mi mejor amigo, porque yo no estoy jugando cuando digo que iré a New York solo para darle una patada en la entrepierna.
Y mucho más.
Llaman a la puerta de mi habitación y cuando estoy por decir "adelante", Thomas cubre mi boca con una de sus manos, por lo que paso mi lengua por su mano. Él hace una mueca, nunca le agrado que hiciera eso. Se levanta de mi cama y yo me quedo acostada. Me acomodo colocando mis antebrazos detrás de mi nuca mientras observo como abre la puerta.
—¡Tú también soportas a Skyler! —exclama Thomas al abrir— ¡Encontré mi alma gemela!
Oigo la risa de Heather.
—¿Acaso estás llamándome insoportable? —pregunto fingiendo estar ofendida.
—¿Cómo me crees capaz? —responde él indignado.
—Solo está siendo sincero —contesta Heather adentrándose en la habitación. Se acerca a mí y planta un beso en mi frente— ¿Cómo está hoy la niñita?
—Te odio.
—Oh, ¿la niñita necesita helado para estar de buen humor?
—A ti también.
Lejos de estar molesta, estoy contenta. Mis dos amigos acaban de conocerse y ya se llevan bien, me lo demuestran intentando molestarme a mí. Junto con muchos intentos más por molestarme, las horas pasan y tenemos que bajar a almorzar.
Katy y mis hermanos ya están sentados en la mesa y Thomas, como en su casa, corre la silla y se sienta con naturalidad. Heather se queda parada en el umbral de la puerta a unos centímetros de mí. Tomo su mano y tiro de ella, sonriéndole.
—Ella es Heather, mi amiga —digo llamando su atención. Se encontraban charlando sobre algo que no entendí— Ellos son Austin, Liam y Katy —los señalo a cada uno al nombrar su nombre.
—Encantada —dice Katy sonriendo.
—Mucho gusto —dice Liam.
Heather les sonríe en respuesta.
—¿Tu cabello es natural? —le pregunta Austin cuando ya estamos sentadas.
Arqueo una ceja. Oh, no. Mi hermano ya comenzara con sus raras preguntas.
—Si —responde con tono bajo.
—Es asombroso.
Thomas me da un codazo. Le miro. Su ceño esta fruncido e intenta reírse. Yo también quiero hacerlo. Austin es muy raro.
Mi padre viene a sentarse en su lugar correspondiente y desabrocha las mangas de su camisa azul. Comienza una conversación con Liam sobre algo que ocurrió con las finanzas de la empresa, de lo cual yo no sé nada, creo que mi hermano tampoco sabe mucho, pero está aprendiendo.
—Lamento hacerlos esperar —dice mamá entrando con una sonrisa en su rostro— ¿Los hice esperar mucho?
—No, cariño.
—¿Por qué tan feliz, Sam? —pregunta Katy— Es tan agradable verte de esa forma.
Sonrío. Katy es tan dulce.
—Mi padre vendrá a visitarnos pronto —cuenta mamá y sonrío aún más. Extrañaba a mi abuelo James— Creo que Alice también, aun no me confirmo nada —le dice a papá.
—Que buena noticia, Sam.
Frunzo el ceño. Papá respondió de una forma muy desanimada y él no suele ser de esa forma con mamá, ni con nadie. Espero no estar equivocándome el pensar que quizás ocurrió algo malo o bueno, algo que lo puso triste.
Mamá también se da cuenta de la actitud de papá y rápidamente cambia de tema. Comienza a hacerle preguntas a Thomas de cómo le ha ido todo últimamente, luego pasa a Heather y después hablamos entre todos sobre diversos temas. Así transcurre con rapidez el almuerzo.
Mis hermanos y Thomas van al patio, entonces mamá me sonríe con picaría y no entiendo por qué.
—Cuéntame Heather, ¿Qué tal es Skyler en el instituto? —le pregunta a mi pelirroja amiga.
—¿Comenzarás a hablar de mi como si no estuviera presente? —pregunto en broma, jugando con mi cabello.
—Ya sabes, mi hija es muy insoportable —continua hablando mamá.
—En eso estoy de acuerdo con usted, señora Harrison —dice Heather riendo levemente.
Muerdo mis labios y niego con la cabeza. Me levanto de la silla para que ambas puedan hablar con libertad y de paso, voy a hablar con papá. Me adentro en la cocina, él esta recostado en la encimera con la mirada perdida en el piso.
—Tyler, ¿Qué se supone que es esa cara de depresión? —le pregunto arqueando una ceja con diversión.
Papá parece sorprendido al oír mi voz. Tarda unos segundos en reaccionar, pero sonríe cabizbajo.
—A veces ser tan guapo cansa.
Entorno mis ojos.
—Estoy preguntando en serio —eleva por completo la mirada y se cruza de brazos— Papá.
Niega con la cabeza.
—Cosas estúpidas del trabajo —sonríe restándole importancia.
Logra convencerme. Entonces, sonrío como un ángel y parpadeo varias veces.
—Necesito que me ayudes en algo.
Papá deja de sonreír y hace una mueca.
—Dime por favor que no has hecho nada ilegal.
Llevo una de mis manos sobre mi pecho, fingiendo estar ofendida.
—¿Me crees capaz?
—Sí.
Nos reímos.
—Quiero salir con los chicos, ¿puedo? ¿puedoooo? —pregunto haciendo puchero— Thomas quiere recorrer Los Ángeles. Quítenme el castigo solo por estos días.
—¿Estabas castigada? —pregunta confundido.
En camino a casa, ambos me dijeron que no debo meterme en el instituto por la noche y que sería la última vez que lo haga. Mamá me dijo que estaría castigada dos semanas para que recapacite sobre lo que hice y que, por esas cosas de la vida, pudimos lastimarnos o algo. Ella es algo exagerada, pero bueno.
Entiendo lo que quiere decir.
—Olvida lo que te dije, papi —sonrío— Eres el mejor del mundo, ¿sabías?
—Lo sé, hija —asiente sonriendo con diversión— Como siempre.
Entorno mis ojos con diversión y salgo de la cocina. Mi mamá y Heather siguen charlando, por lo que voy al patio donde mis hermanos se encuentran con Thomas. Están sentados en el césped riendo y cuando me siento junto a ellos, dejan de reírse.
—Ya vino Skyler, ya no es divertido.
Entorno mis ojos.
—Hoy es el baile de su instituto, ¿no asistirán? —me pregunta Katy.
Niego con la cabeza.
—Como castigo no podemos asistir —respondo cruzándome de brazos— Tampoco quería ir. Ni siquiera tenía pareja.
—¿Desde cuándo tú necesitas pareja? —pregunta Thomas riéndose.
Y es verdad. No necesito que nadie me lleva un estúpido baile escolar, puedo ir sola. Con y sin compañía la pasaría bien de todas formas. Pero, no sé por qué salió eso de mi boca, ni siquiera pensé en decirlo.
—Por suerte nadie te invitaría —dice Liam riendo— Eres fea. De hecho, soy el único guapo de los tres.
Katy rueda sus ojos divertida.
—Por el cielos —dice la rubia.
—¿Mi belleza?
—Tu ego.
Brooke POV.
No me gusta pasar tiempo en casa. No entiendo qué demonios está ocurriendo en mi casa. El ambiente esta tan tenso y ni siquiera puedo detectar por qué. Mis padres no parecen notarlo, Melanie es pequeña y vive en su mundo de unicornios, barbies y ballet. Creo que soy la única que se da cuenta de ello y quizás sea yo el problema.
Pienso en llamar a Skyler, pero hoy llegaba Thomas de New York, así que prefiero no molestarla. Debe pasar tiempo con su mejor amigo. Mi otra opción es Jazmín, pero recuerdo que me dijo que tiene cosas que hacer. Entonces marco el número de Sophie, quien creo, no tiene nada en su agenda.
—Hola Brooky —responde casi al instante.
—Quiero hacer algooooo. Me aburro —digo.
—Uy, lo siento —se disculpa— Papá me llevará de compras, iremos a comprar cosas para el instituto, tomar un hela...
—Entiendo. Tienes planes —le detengo riéndome.
—Quizás la próxima, Brooky —me cuelga.
Me acuesto en la cama, boca arriba, mirando el techo de mi habitación. No quiero salir sola. Quisiera salir con papá, pero él no está en casa. Tampoco quiero molestarlo con mi llamada, quizás está haciendo algo importante.
Mejor iré con mamá. No me he levantado de la cama en lo que va del día y posiblemente piense que no estoy en casa. Tampoco sé si ya vino del hospital, creo que tenía que trabajar hoy. Melanie creo que hoy iría a casa de una amiga. Mi hermana de ocho años tiene más vida social que yo.
Con mucha pereza salgo de mi habitación, desenredando mi cabello con mis dedos y dando leves bostezos. Puedo escuchar su voz en la cocina.
—Necesito eso —dice en voz baja— No me interesa quien lo tenga. Tú debes conseguírmelo.
Frunzo el ceño.
—Loca y todo le creerán a ella. Recuerda que me odian. Eso era antes, seguramente ya las dos están enteradas de lo que le dije y...
Me adentro en la cocina rascando mi cuero cabelludo. Mamá pone una sonrisa en su rostro y me siento sobre la encimera dando un salto. Tomo una manzana y le doy un mordisco.
—Y... seguramente no quieren venderme más maquillaje —dice finalmente— Como sea. Consígueme ese nuevo kit de labiales. Estoy loca por probarlos. Adiós.
Finaliza la llamada y me queda observando con una sonrisa.
—Era Lottie —es una chica que trabaja en una tienda de cosméticos. Siempre se encarga de conseguirle los primeros que llegan— Quiero unos labiales para Jazmín. Los que menciono que le encantaban.
No respondo.
—Creí que no estabas en casa —sigue hablando— ¿Y tu padre? —me encojo de hombros— Estamos muy calladas hoy, ¿eh? —se ríe— ¿Qué tienes, hija?
—Me aburro —digo con voz ronca— Quiero salir pero nadie quiere salir conmigo.
—Me gustaría salir contigo, cariño —dice riendo— Pero tengo que ir a trabajar enseguida. Te dejare dinero para que compres algo...
—No tengo hambre —digo frunciendo mi nariz. Miro la manzana que tengo en mi mano— Estoy bien con esto.
Mamá se sienta a mi lado y se queda mirándome. Siempre me gustaron sus pestañas, largas y voluminosas. Papá siempre dice que somos idénticas, pero eso no es verdad. Ella es mucho más bonita, como persona y como todo.
—¿Tienes algo que contarme, Brooke Williams? —pregunta sonriendo divertida. Niego con la cabeza— ¿Algún chico? —me codea.
—No me gusta nadie —o por lo menos eso quiero intentar.
—¿Nadie? —pregunta haciendo puchero.
—En absoluto.
Mamá ríe.
—Bien —se baja de un salto. Besa mi frente— Que tengas un lindo día, hija.
En cuanto me quedo completamente sola en la casa, dejo la manzana sobre la encimera y me voy a mi habitación nuevamente. No suelo ser una persona desordenada, pero cuando tengo problemas o estoy mal, mi habitación es un desastre. Digamos que mi habitación representa mi estado de ánimo. Quizás por eso mamá me pregunto si tenía que contarle algo, porque en este momento esta desastrosa.
Busco mi celular entre las sabanas y cuando lo tengo en mis manos puedo ver que tengo un mensaje de Ashton.
El mejor: Hola rulitos, ¿quieres hacer algo?
Sonrío y tecleo mi respuesta.
Yo: SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII (no tenía ganas de salir, por cierto)
El mejor: Si, se nota demasiado
El mejor: Paso en 15.
Voy a darme una ducha rápida y lanzo algunas prendas a mi cama. Decido ponerme algo casual y cómodo, porque no me sorprendería si me pongo de malhumor por alguna estupidez. Guardo mi ropa haciéndola toda bolita, dentro de mi armario. Doblaré eso luego. Salgo justo de la casa cuando él llega.
—Que sincronizados —me dice en cuanto estoy a su lado— ¿Todo bien?
—En realidad... no del todo —confieso soltando un suspiro. Ashton frunce el ceño— Todo en casa es una mierda.
—¿Por qué?
—No sé. Solo es una mierda.
Ashton se ríe.
—Si te hace sentir mejor, creo que en mi casa hay un ambiente mucho más de mierda —le miro— Vino el imbécil de Stefan que solo está usando a Sophie para salir en las revistas como un "padre ejemplar" y mi madre está mal porque quisieron secuestrar a su padre. Todo es una mierda.
Mi ceño se frunce. Entonces, ¿Cómo estará mi tía Sam? Oh no.
—¿Cómo que secuestrarlo? —pregunto preocupada.
Se encoje de hombros.
—Eso fue todo lo que me dijo —responde desinteresadamente— No le digas nada a Skyler, el tío Tyler no quiere que lo sepa. Pero no entiendo...
—Tú no entiendes muchas cosas —intento bromear.
Se ríe.
—Tienes razón —me sigue la broma— Mamá no tenía relación con sus padres. No se llevaban bien. ¿Por qué le importa que hayan intentado secuestrarlo?
—Es su padre, a pesar de todo, la tía Emily siente un cariño hacia él —digo— Podríamos decir lo mismo de ti.
—No, no podríamos —dice y sonríe— ¿Puedes creer que aprobé el examen de historia? Si sigo así me graduaré este año —cambia de tema.
Y seguimos charlando. Cada vez que lo miro me doy cuenta de que me gusta más y tengo menos posibilidades de que deje de gustarme. Nos detenemos frente a la playa, pero ninguno de los dos tenemos intenciones de bajarnos del auto.
—¿Sabes? Creo que a pesar de estar pasándola mal, te ves hermosa.
Sus palabras me toman por sorpresa porque no hablábamos de mi aspecto en lo absoluto.
—Gracias... —sonrío tímidamente, sintiendo mis mejillas calentarse— Tu igual.
—Siempre me veo hermosa —aprieto mis labios— ¿Puedes creer que es la primera vez que me dicen algo así?
Nos reímos y en cuanto nuestras risas cesan, mis ojos se encuentran con los suyos y nos olvidamos de quienes somos. Sus labios son suaves, y posiblemente los únicos que quiero besar hasta siempre. Una de sus manos cálidas va a parar detrás de mi nuca y mi fría mano va a su mejilla, me rio mientras nos besamos, porque se estremeció ante mi tacto. Nos separamos apenas unos milímetros, para ver nuestros rostros por la poca iluminación de la noche.
—Esto es una mierda —digo por el hecho de que somos primos, no de sangre, pero tampoco debe estar besándonos.
—Una mierda buena —se ríe, relajándome por completo— Nadie tiene por qué enterarse de esto.
—Bueeeeeeenas noches.
Nos sobresaltamos al oír una voz que no es la nuestra. Liam sonríe algo nervioso desde la ventanilla de Ashton. Mis mejillas se ponen rojas. Espero —y ruego— porque no haya visto nada, ni escuchado nada.
—¿Y tú que haces aquí? —pregunta Ashton con diversión. No parece nada nervioso.
—Vinimos a la playa —responde— ¿Me ayudas a hacer una fogata? —me mira a mí— Oh, hola Brooke. No te había visto.
Me abstengo de soltar un suspiro.
—Hola.
—¿Y bien? —pregunta— ¿Me ayudas, primo?
¿Soy yo o resalto la palabra primo?
—Claro.
Jazmín POV
No debo meterme en los problemas de los adultos, pero la tía Brandy ha actuado muy mal con uno de mis tíos favoritos. Siento que no puedo hablarle sin darle un golpe en su nariz. No pudo haber sido tan perra con el padre de sus hijas. Quiere juntarse para tomar un café conmigo, pero yo no quiero, pero insiste tanto y es extraño.
—¿Y le dijiste que no?
—Tres veces —le respondo a Matt, quien ya ha vuelto con el diario y solo me había mentido sobre la duración de su regreso— Es extraño.
—Tú eres extraña.
—También —asiento riendo— Pero esto más.
Matt se levanta del sofá y niega con la cabeza. Besa mi frente y me mira con las cejas elevadas.
—Me voy a dormir —dice— ¿Estás segura de que estás bien sin mí?
Es egocéntrico, pero conmigo siempre lo es en broma. Es como que olvida esa cualidad —o defecto— suya.
—Sí, quizás llame al profesor.
Niega con la cabeza divertido. Toma su chaqueta negra y sale del departamento. Me quedo sola en la sala de estar, siendo iluminada solo por la televisión. Es sábado, sin embargo, no puedo salir porque aún sigo resfriada y tampoco tengo ganas. Matt estará bien y seguramente encontrara compañía femenina, eso no lo dudo.
Me levanto un poco del sofá y saco el diario de Daniela. Lo escondí allí por flojera, pero luego encontrare un mejor lugar. Enciendo la linterna de mi celular para leer un poco más. Su olor hace que me pique la nariz y me den ganas de estornudar, debido a su antigüedad y quizás porque estuvo guardado también.
Siento que.... Me observan y sí, me observan. Los estúpidos doctores colocaron cámaras en mi habitación. Me dan ganas de lanzarles la silla que tengo, pero con eso solo parecería más loca. Y... yo no creo estar loca, pero eso siempre dicen las personas que están locas, ¿no? Aunque siempre me las ingenio para colocar alguna sabana o algo y lo notan horas después. Puedo escaparme si quisiera, pero ¿Dónde iría? No tengo a nadie en este mundo más que a Emily y creo que a Drake. Lo amo inmensamente, aunque mi otra yo lo odie con todas sus fuerzas. En el tiempo que llevo aquí me puse a pensar, todos tenemos otra personalidad. Una buena y una mala. Lo que me sucede a mí. O sea que no estoy loca, pero... es todo tan extraño. Yo no era así... estoy tan confundida...
Lo demás esta tachado y se me hace imposible comprender. También me comenzó a doler la cabeza y por alguna razón, no me siento segura leyendo el diario en este momento. Apago mi linterna y me quedo en la oscuridad. Frunzo el ceño. La televisión estaba encendida...
—Mierda —vuelvo a encender la linterna, asustada. Me pongo de pie y camino hasta el primer interruptor que encuentro. Me siento aliviada al saber que solo se fue la luz. Por un momento creí que apagaron el televisor— Que paranoica, Jazmín —me digo a mi misma.
Voy a mi habitación para guardar el diario de Daniela en una caja fuerte que tengo debajo de mi cama. Busco algunas cosas y las guardo en una pequeña mochila que tengo. Pasaré la noche en casa de mis padres, no me apetece pasar mi noche con mosquitos y calor. Aseguro todo antes de salir de mi departamento y sorprendentemente me encuentro con el tío Drake afuera.
—¿Y tú que haces aquí? —le pregunto sonriendo con diversión.
—Avisaron que habría un apagón por la zona y tu madre me envió a buscarte —dice sonriendo.
—¿Ah sí?
—¿Qué no escuchas la radio?
—Es para viejos como tú, tío Drake —le digo riendo.
Se ríe mientras salimos de mi departamento.
Skyler POV
Mamá y papá tuvieron que hacer un viaje de trabajo de último momento. Dijeron que era por trabajo, pero se llevaron a Austin con ellos. Entonces Katy se quedó para cuidar la casa porque se encontraba cansada, dijo que cree que se resfriara pronto y Heather se quedó para hacerle compañía. Decidimos venir solo Liam, Thomas y yo a la playa. Como al parecer Los Ángeles es muy pequeño —por lo menos para nosotros— nos encontramos con Brooke y Ashton.
—¿Por qué hacemos una fogata y comemos pizza comprada? —pregunta Thomas negando con la cabeza.
—Porque somos geniales —responde Ashton. Mira detrás de nosotros y eleva una de sus manos— ¡Por aquí!
De curiosos, volteamos y al ver a Ben caminando hacia nosotros con unos chicos. Siento una pequeña chispa de emoción expandirse por todo mi cuerpo. Brooke me empuja levemente y Thomas sonríe como el gato de Alicia en el país de las maravillas.
—Skyler, ¿ese es el chico que te...? —introduzco mi pizza en su boca antes de que pueda decir alguna estupidez— Ejskm eu perra —es lo único que entiendo cuando me insulta con comida en la boca.
Ben saluda a Ashton y Liam. Mi hermano es algo serio con él, porque seguro debe pensar que tenemos algo, pero es lo contrario. Cuando viene a saludarnos a nosotros, lastimosamente mi mejor amigo ya no tiene nada en su boca y puede hablar con libertad.
—Benny Bo —dice Brooke sonriéndole. Tira de su mano para que se siente a su lado y se levanta ella— ¿Qué? ¿Ashton? ¡Eres insoportable! —va donde mi primo y mi hermano se encuentran.
Thomas también se pone de pie.
—Soy Thomas y soy su mejor amigo —le dice a Ben— Puedo parecer muy inofensivo, pero no sabes cómo me pongo cuando estoy enojado. Así que ten cuidadito. Mis ojos siempre estarán sobre ti, guapo.
Ben sonríe, algo apenado.
—¿Qué... les haz dicho? —pregunta riendo— Tu hermano dijo que me golpearía y ahora tu mejor amigo me dice esto.
Me encojo de hombros.
—Ambos se cayeron de la cuna cuando eran pequeños —respondo sonriendo forzadamente— No les hagas caso.
Se ríe.
—¿Qué haces mañana? —me pregunta entrecerrando sus ojos.
—A parte de vivir nada... ¿por? —respondo sonriendo y sintiéndome estúpida por mi mala broma.
—Quiero pagarte por dejarme mirarte el otro día.
Frunzo el ceño y luego recuerdo que lo que costaba mirarme era un helado. Esperen, los cables acaban de conectarse, Thomas está aquí. Aprieto mis labios.
Estúpido Ben, haces que me olvide de las cosas.
O estúpida yo.
—Mi mejor amigo vino a pasar el fin de semana conmigo —digo haciendo una mueca— Pero... quizás otro día.
—¡Ben, ya vámonos! —le grita uno de sus amigos.
Asiente con la cabeza.
—Nos vemos, Harrison.
—Adiós, Langford.
Me quedo sonriendo como una estúpida. Brooke y Thomas se sientan dónde estaban antes y ambos me empujan.
—¿Y qué te dijo?
—¿Se casaran?
—Cállate Thomas.
—No, tú cállate, Brooke.
—Cállense los dos —digo riendo— Me invito a tomar un helado.
—¿Iraaaaaaaaas? —me pregunta Brooke.
—Claro que ira —contesta Thomas.
—No, no iré —le digo— Tu viniste a pasar el fin de semana conmigo y lo harás.
Los dejo allí sentados. No harán que cambie de opinión. Pasaré el fin de semana con mi mejor amigo, para eso vino. Ademas, no creo que mi papá se olvide de mi castigo cuando le diga que saldré con Ben.
Ashton POV
Este día empezó mal y termino genial. Sigo sintiendo los labios de Brooke sobre los míos y lamentablemente no pudo volver a pasar, porque no quiere meterse en problemas. Pero parece tener un imán que me atrae hacia ella, una y otra vez.
Acabo de llegar a casa. Mamá debe estar en New York. Sophie está acostada y Stefan creo que salió. No me interesa tampoco. Mi noche fue genial y no quiero arruinarla informándome del paradero de ese desastre.
Cuando estoy por dormir, mi celular vibra debajo de mí. Es un mensaje de texto.
Número Desconocido: X
Frunzo el ceño y me rio. Debe ser alguno de mis idiotas amigos. Algo dormido, pero consciente, escribo como respuesta.
No me jodas. Estoy con tu chica.
Y me duermo.
Perdón por la demora, estoy sin computadora y sigo sin ella. Aunque escribo un poco del celular, pero no me gusta hacerlo y no me queda de otra. Como siempre, gracias por los votos y comentarios <3
¿Quién creen que puede ser el que está enviando las X? ¿Brooke y Ashton? ¿Cómo es su shipp? No tengo idea jaja. ¿Es extraña o no la llamada de Brandy? Se viene muuuuuuuuuuuucho bardo. Ahre si
Les dejo esta canción que me gusto <3