~ Un verano juntos ~

By Saphire235

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Una propuesta espontanea será el detonante de esta "aventura veraniega". Los Dex Holders pasaran una semana t... More

La propuesta.
Preparativos.
Embarque normal y corriente.
¡Bienvenidos a Sinnoh!
Los Juegos Playeros
Sorpresas por todas partes.
Corazón de diamante.
Carrera de instinto.
Amanecer de sentimientos.
Ideas cruzadas.
I Noche de Karaoke I
II Noche de Karaoke II
Tu voz
Borrón y cuenta nueva.
Por ti.
Ataque en el bosque.
Tu espíritu de batalla.
Bajo la lluvia.
Sustos en la Mansión.
Hermosa venganza.
Un nuevo día.
La carta.
Choque de problemas.
Cuenta saldada.
De cara al peligro.
Comienza el caos.
Sin respuesta.
Huellas en la oscuridad.
Juntos somos invencibles.
Nos llaman héroes...pero somos solo humanos.
Especial: Questions and Answers!
El plan se pone en marcha.
Los días que no olvidaré.
¿Mentiras?
La Corazonada.
~ 2º Especial: Retos y preguntas ~
Visiones.
Una mañana "normal".
"Las gemas de colores"
La Verdad Detrás De Todo.
My illusion, my mistake
Lo que se esconde en las sombras.
Esperanza.
Grietas
Verdad que duele

Hoy empieza nuestra lucha.

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By Saphire235



Con ayuda de Yellow y Ruby, limpiaron aquel desastre en menos tiempo del que todos se esperaban, aunque costó mucho en despegar esa torta del techo. El pelinegro casi desespera con las manchas de crema pastelera que no se iban ni con sus productos de limpieza más avanzados...Empezaba a preguntarse qué rayos le habían hechado a esos dulces y si realmente eran comestibles. Por suerte, antes de que empezara a "conjurar" a sus demonios de lo aseado, la suciedad comenzó a ceder. Cómo no lo iba a hacer, Yellow tuvo que apartarse varios pasos porque la mirada rojiza del joven daba aún más miedo que en un combate importante.



Los demás aprovecharon ese tiempo para seguir repasando los avances que habían hecho en la pizarra de tinta y en el cuaderno de Diamond. Green observaba los apuntes con una mano en la barbilla y una taza de café al lado. Silver solamente los miraba de reojo, sentado con las piernas cruzadas en una silla cercana. Al menos era más entretenido que ver el programa de Gold.



No había sido buena idea dejarlo al cargo de mirar la televisión por si en las noticias aparecía algún accidente, algún robo o desaparición...cualquier pista sobre la ladrona y sobre todo, para estar al tanto de los problemas de la región y poder actuar rápido. Cómo no, la tarea le parecía aburrida a más no poder y estaba medio dormido en el sofá, casi babeando.



-Esto de estar esperando aquí a que pase algo de brazos cruzados me aburre. –Comentó molesta Sapphire, cruzada de brazos y piernas. 


-¿Alguna novedad, Gold? –Preguntó Green, dando un corto sorbo a su taza.


-Meh...Aburrido.- Bostezó.- Que si la restauración del Parque Amistad ha comenzado, que están investigando las causas de los destrozos en el Hotel de la adinerada familia Berlitz, nuevos eventos playeros en Pueblo Arena, publicidad, más publicidad y...¡Oh, sí! Más publicidad, yey...


-Qué interesante...-Silver rodó los ojos. Que el humor del azabache no desapareciera ni al borde del puro aburrimiento era...¿Admirable?


-Con su permiso, voy a cambiar~ -Se desperezó con los brazos en alto y agarró el mando para después apretar un botón y cambiar de canal. Una hora de noticias, ya había hecho suficiente hazaña.


-No sé por qué le dimos ese "trabajo". –Green dirigió su mirada hacia el pelirrojo.


-Es el que más le pegaba.


-Si tú lo dices...


-¡OH, CHICOS, CHICOS! –La conversación y toda actividad que estuviese en proceso se paralizó por aquel grito de emoción de Gold. Todos le miraron sorprendidos, incluso alguno se levantó de su asiento para contemplar mejor la pantalla, preparados para todo.


-¿¡Qué pasa!? ¿Algún problema? –Saltó Sapphire sobre el sofá, cómo un Purugly que se abalanza a por su presa indefensa.


-¡Hey! Relax, chica salvaje. –El oji-dorado apartó con una mano la cara de la castaña, que estaba ya a centímetros del aparato electrónico. – Solo quería enseñaros este programa, ¿Habéis visto que chicas más guapas? ¡Creo que me he enamorado!



Si no fuera porque es imposible, Red hubiera jurado que los ojos dorados de su "alumno" principal habían adoptado la forma de un enorme corazón al ver aquel video-clip en la pantalla. Típico de Gold; es ver a unas cuantas chicas bailando o cantando y ya bromea con el cuento de que se había enamorado. Al menos esta vez no besaba la pantalla...en fin, supongamos que en ese aspecto había madurado...he dicho, supongamos. El azabache seguía en su mundo de fantasía, pero por suerte, sus queridos compañeros estaban ahí para bajarlo de las nubes.



-¿En serio? –Ruby suspiró y se dejó caer en su sillón. Tanta emoción para nada.


-Siempre dices eso. –Suspiró con tono cansado Crys.



-Perdónenme por querer seguir con nuestras vacaciones. –Se burló con sarcasmo él y volvió a poner el canal de las noticias ya que no había nada de interés. Las contestaciones frenaron por un instante y solo se oía la voz de la reportera que entrevistaba esta vez, a la Líder de Gimnasio Fantina.



-...En parte tiene razón.



El autor de la frase había sido Black. Al notar las miradas de sus compañeros posadas en él, sonrió con nerviosismo y se rascó la nuca, intentando explicar de la mejor manera porque había llegado a esa conclusión. Por una vez, Gold tenía algo de razón. Ellos siempre esperaban con emoción esa época del año en la que se reunían para pasar un día divertido. Que ese año se hubiera alargado a unas vacaciones juntos en toda regla era aún más emocionante, sobre todo, porque necesitaban un descanso de sus deberes de vez en cuando. Y justo ahora aparecían problemas interrumpiendo ese privilegiado tiempo en sus agendas.



Gold no quería decir que ignoraran esos inconvenientes y se centraran solamente en su disfrute, sino que no se dejasen influir y/o estresar por alguien que solo quería hacerles daño. Con su particular forma de ser Gold quería hacerles saber que debían relajarse un poco y no agotar toda su energía en algo que acababa de aparecer. Con su singular forma de ver la vida, les quería expresar que podían compaginar su tiempo libre y luchar contra esa misteriosa persona. Aunque por fuera no demostrara nada de eso. O quizás, era mera casualidad, pero el famoso criador de Johto también se preocupaba por los demás a pesar de que le costara demostrarlo.



-Supongo que nos estábamos estresando demasiado. –Apoyó a su amigo White, con una sonrisa comprensiva.


-Mirándolo así...-Blue se puso un dedo en la mejilla, pensativa. – Es verdad. Pero ahora que tenemos todo el trabajo hecho de las estrategias y eso, mañana podemos tomarnos un descansito ¿Qué os parece? –Su sonrisa era brillante. Blue y tiempo de ocio eran muy buenos sinónimos.


-Claro, si no pasa nada. –Aclaró Emerald, con las manos en la nuca.- Pero estoy de acuerdo, podemos descansar un poco mientras esperamos a que haya noticias para poner en práctica todo lo que hemos hecho hoy.


-Je...Me gusta como piensas, chico~ -El pequeño rubio sintió una mano sobre su cabeza y miró hacia arriba. El azabache de ojos dorados lo miraba orgulloso de su principal kouhai a pesar de que a veces se llevaran mal. Ambos sonrieron.


-¡BIEN, mañana día libre! –Exclamó un muy emocionado Red. La bandeja de cup cakes reposaba a su lado, totalmente vacía.


-¿Seguro que ha prestado atención a todo lo anterior Red-san? –Preguntó tímidamente la rubia que ocultaba bajo su flequillo dorado una pequeña gota de sudor frío.


-Noup, pero sé que vamos a tomarnos un descanso ¿Verdad? –Yellow no sabía si era por la sonrisa tan alegre e inocente que esbozaba el moreno o por lo despistado que era a veces...pero solo suspiró y asintió con una media sonrisa. Cómo no quererlo tanto.



-De todas formas, me temo que esto va para rato. –Se lamentó el Líder de Gimnasio cuyo nombre hacia honor a su Ciudad. No le hacía mucha gracia confiarse demasiado, pero también comprendía que estaban allí de vacaciones y no podía pedirles a todos que se volvieran máquinas que esperasen indefinidamente hasta que un problema apareciese y saltasen a por él en el acto.- Pero yo también me apunto.



-¡Yey! –La castaña de ojos azules como el mar dio un saltito de alegría, totalmente emocionada por retomar sus vacaciones. Sí era cierto que tendrían que estar alerta aún así, pero algo es algo.



De repente, un ligero sonido agudo empezó a sonar desde algún lugar y todos miraron a Gold y a Emerald que estaban sentados delante de la tele. El azabache les devolvió el gesto con una mueca de "¿Qué? Yo no he sido." y volvieron a mirarse entre ellos como si eso solucionase el paradero de ese ruido repentino. Sapphire siguió la trayectoria del sonido con su fino oído y en menos que canta un Pidgey ya estaba al lado de la mayor de las Dex Holders, con la oreja pegada a su bolsa de color amarillo suave.



-Blue-senpai creo que la llaman.



-¿A mí? –Ella rebuscó entre sus cosas y sacó un aparato rojo con la pantalla azul encendida y un símbolo en medio. Era claro que la Pokedex era el origen de la llamada. Apretó el signo y se la aproximó a la cara para poder hablar mejor. –Vaya, siempre me llaman a mí en el mejor momento...¿Diga? (...) ¿Alguien?



-¿Quién es? –Preguntó Yellow, acercándose a la castaña con sigilo.


-No contestan.


-Qué extraño.


-Red, tal vez el que llama desde el otro lado no sabe utilizar la video-llamada...No siempre tiene que ser algo malo. -Le aclaró su amigo de ojos verdes. Un "Oh" salió de los labios del Campeón de Kanto.



-Esperad, parece que ya funciona. –Blue puso la palma en alto, en señal de que hicieran silencio. Al momento, en la pantallita azul apareció la imagen de un hombre mayor con cejas pronunciadas y una sonrisa amable.


-¡Hola chicos! ¿Cómo os va?



El tono alegre y familiar de ese sujeto provocó que el cuarteto de Kanto se acercara a la Pokedex de Blue y se pegaran tanto a ella que era casi imposible que el interlocutor pudiera ver a la supuesta emisora. Aquel hombre les saludó con la mano y el resto de los Dex Holder presentes intentó subirse a algún lugar alto como sillas o sofás para poder ver entre tanta persona. Se sorprendieron de sobremanera al ver de quién se trataba, pero más lo hicieron cuando comprobaron que sus senpais no estaban nada sorprendidos por aquella llamada amistosa.



-¡¡Profesor Oak!! –Exclamaron los cuatro al unísono con una gran sonrisa en sus rostros. Esa curva demostraba el gran aprecio que le tenían y la emoción que les había producido la inesperada llamada.- ¿Qué tal se encuentra?



-Bien, gracias. Pero llamaba para otra cosa...¿Cómo están yendo vuestras vacaciones? –El profesor hizo ademán de levantar más la vista para poder ver entre las cabezas a los demás chicos y chicas asomados. – Me están llegando muchas noticias de que ha habido algunos problemas...¿Estáis bien?



"No podemos decirle la verdad...Seguramente se preocuparía y mandaría refuerzos innecesarios que solo empeorarían la situación. Además...no quiero que mi abuelo se preocupe de más...Podremos arreglárnoslas solos."



-Sí, estamos bien abuelo. Al final esos accidentes resultaron ser cosas sin importancia. –Tomó la palabra Green. – En cuanto a nuestras vacaciones...van bastante bien. Aunque no soy el más indicado para decirlo pero de momento lo estamos pasando bien. –Esbozó una ligera sonrisa.- Sinnoh es una región interesante y hay muchas cosas qué hacer.



Obviamente, Green le había ocultado muchas cosas a su abuelo. Cosas importantes como que en todos y cada uno de esos accidentes habían estado implicados ellos, pero por suerte, la prensa no se había dado cuenta o lo había omitido para no causar más revuelo del que ya había. Cosas como que ya habían tenido un primer encontronazo con un enemigo misterioso que tenía demasiada información. Y que en más de una ocasión habían salido mal parados. Pero no podía dejar que él supiera eso...una vez metió demasiado a su abuelo en sus problemas y casi sale malherido del asunto...No podía dejar que eso volviera a suceder. Y sus tres compañeros lo entendieron con solo una mirada seria de esos fríos ojos verdes.



-Eso es un gran alivio. –Suspiró con una mano en el pecho, pero rápidamente, la sonrisa volvió a adornar su cara.- Me alegro, ¿Y cómo van las batallas Red, eh?



-¡Genial, profesor! –Exclamó con su habitual entusiasmo.- Aquí hay muchos, ehm...-Viendo que casi iba a meter la pata, Blue le hizo gestos al chico para que se inventara una excusa sobre la marcha. – Pokemon salvajes fuertes. Pika está aprendiendo nuevas tácticas. –Le mostró el puño con decisión.



-¡AHAHAHA! Tienes la misma determinación que siempre. Me recuerdas a la primera vez que te ví rondando por mi laboratorio. Qué recuerdos... –Red y él mostraron una sonrisa de añoranza. Ya había pasado mucho tiempo desde aquello...se podría decir que el inicio de los Pokedex Holder y mira que hoy en día había muchos. Era un paso importante. – Hablando de infiltrados...¿Cómo está la pequeña Blue? Espero que mi nieto no sea demasiado seco jajaja~



-¡Abuelo!


Tee hee~, muy bien, gracias! Ah, y no se preocupe, es un poco amargado a veces pero es una gran persona.


-Sigo aquí, ¿Sabes?


-En fin, prometo traerle algunos datos de evolución Pokemon con los ejemplares de la región, aunque estoy segura de que Crys lo hará mucho mejor que yo jeje.


-Toda ayuda está bien, ¿Y qué tal por allí, Yellow? ¡Veo que te quitaste tu característico sombrero HAHAHA!



-Eh...sí, jeje...-La chica de ojos ambarinos se pasó una mano por el pelo algo avergonzada. Aún no terminaba de acostumbrarse a llevar su coleta al aire libre sin nada que la tapase.- Muy bien, Profesor Oak; hemos visitado sitios preciosos aunque nos hemos metido en algunos problemillas...pero ya está solucionado. –Sonrió.



Después de todo...lo que había dicho no era mentira, era una verdad suave. No podía mentirle. Le tenía un gran aprecio pero también comprendía las razones de Green de mantener alejados de los problemas a todos los seres queridos. Ya les contó que esa ladrona disfrutaba con el sacrificio ajeno...qué hipocresía. Ella más que nadie no iba a permitir que saliesen dañadas otras personas cercanas a ellos por alguien que había decidido hacerles daño quién sabe por qué razón. Aunque fuera una pequeña mentira...era piadosa.



-Así es la juventud de hoy en día. –La risa de aquel hombre de avanzada edad era gentil. Últimamente el Profesor Oak estaba muy risueño.- Les diré a vuestros familiares que estáis todos bien. Se llevaran una alegría. Ya les dije que no tenían de qué preocuparse.


-Gracias.



Por el rostro de Red pasó una expresión triste, fugaz como una estrella. Cuando el profesor dijo aquellas palabras su corazón se detuvo un instante. "Familiares" ... "Estáis bien" ... "No hay de qué preocuparse" ... Se sentía mal mintiendo de esa forma. Tarde o temprano se sabría la verdad pero de momento...No podía dejar que se preocupasen. No podía dejar que sufriesen esas personas que lo querían y que siempre estaban a su lado. Simplemente, se negaba a ello. Cuando todo hubiera acabado, ya explicarían sus razones pero ahora, definitivamente, no. Por difícil que fuese.



-¡Oh! ¡Antes de que se me olvide! –De un momento a otro, su cara desapareció de la pantalla y se mantuvo en silencio durante unos minutos. Los chicos se miraron entre ellos, algunos con los hombros encogidos, preguntándose dónde se había metido. Sus dudas se dispersaron al instante. Solo se oía su voz pero era suficiente.- Os paso la llamada de otras regiones. Sé que también querréis saber de ellos y seguro que os lleváis una sorpresa...En fin, ¡Adiós, y disfrutad de los días que os quedan!



"Días que os quedan...Días que os quedan...¡Oh! ¡Se me había olvidado por completo!"



-¡Espera abuelo!


-¿Sí, Green, qué necesitas?


-Esto...Resulta que queremos quedarnos un poco más, si no hay problema claro...-Definitivamente, no era bueno fingiendo una sonrisa de completa felicidad. Es más, estaba seguro de que se veía estúpido.- Nuestros amigos de Sinnoh aún no nos han enseñado todo y la verdad es que nos gustaría visitar Puntaneva, los Lagos...



-Ñe, en realidad no me apetec...¡Auch! Quiero decir, sí, me encantaría visitar ese templo tan...tan...grande, sí. –Gold le regaló una mirada molesta al coordinador de Hoenn, quién le había dado un codazo en el estómago. Ruby tan solo sonrió satisfecho y él le devolvió el gesto con un "¿Contento?"



-Oh, pues entonces también les avisaré de eso, ¡Tranquilos, yo me encargo! Pasadlo bien y traed alguna postal, ¡Hasta pronto! –Y la imagen del abuelo de Green desapareció de la pantalla, dejándola totalmente negra, como en espera.



-Vaya...con tanto revuelo se nos ha olvidado que ya llevamos cinco días y que teníamos que volver en breve. –Silver se abrió paso entre todos hasta llegar al lado de su hermana y suspiró.- Menos mal que se te ocurrió algo, precisamente ahora no podemos dejar Sinnoh, aunque tengamos que cambiar de planes.



-Sí...Solo me sabe mal mantener así esta farsa.



-No nos queda más remedio. Tenemos que quedarnos al menos hasta que recuperemos las Pokedex sino no sé que pensaría de nosotros...Además, seguro que en una semana ya estamos de vuelta, ¿Verdad, Yellow? –La pequeña rubia le sonrió, apoyándole en animar un poco al Líder de Gimnasio. 



-Supongo que tienes razón.- Suspiró, aunque no estaba muy convencido.


-¡Eh! Parece que aún no ha terminado la llamada, mirad.



De nuevo, la "piña" de Dex Holders se apretó tanto que Pearl estaba seguro de que el interlocutor iba a ser incapaz de ver el techo de la sala desde su posición en el aparato. A veces ser tantos era...agobiante. La pantalla volvió a encenderse tras un destello blanco y ellos se mostraron expectantes, ¿Quién quería hablar con ellos? Tratándose del Profesor Oak podría ser cualquiera...No tardaron mucho en averiguarlo.



En el aparato de color rojo apareció otro hombre de igual vestimenta; una bata blanca pero con gafas y camiseta verde. A sus espaldas se podían apreciar diversos aparatos de laboratorio, una máquina roja y blanca con poke balls dentro y un gran ventanal al fondo. El profesor Elm se puso bien las gafas con un dedo y colocó bien la cámara que lo enfocaba para verlos mejor. Cuando hubo logrado su objetivo, sonrió alegre y un pequeño Sentret se subió a su hombro. Los de Johto se acercaron haciéndose un hueco.



-¡Buenas...! ¿Noches? Sí, creo que sí. –Se frotó un poco la nuca, espistado.- En fin, quería saber cómo estaban yendo vuestras vacaciones y eso y ya que Oak tenía pensado llamar, le propuse la idea jeje...Tranquilos, ya me ha contado que pensáis en quedaros un poco más. Sin problema, pasarlo bien y no os preocupéis; por aquí las cosas están bastante tranquilas...demasiado diría yo. –Por el auricular se empezaron a oír ruidos de cosas cayéndose y por la cara que puso el profesor pudieron deducir que los Pokemon inciales se habían vuelto a escapar y estaban haciendo de las suyas por el edificio.



-Pero Profesor...¿Y la investigación? –Preguntó preocupada Crystal. –Me sabe mal dejarle todo el trabajo a usted.


-Tranquila, yo...yo me apaño. –Volvió a girar la cabeza hacia atrás, vigilante. Cuando volvió a dirigirles la mirada sonrió con sinceridad.- Te mereces esas vacaciones.


-¡Hey, nosotros también las merecemos! –Reclamó el azabache, pasando su brazo por encima de los hombros de su amigo y atrayéndolo hacia él para que los pudiera ver. Pero una colleja le obligó a soltar el agarre y miró al de ojos plateados con cierta ira.


-Ni se te ocurra volver a hacer eso tan de repente, idiota.- Le regañó, serio.


-¡Serás...! –Un carraspeo procedente de Crystal los devolvió a la realidad para que se comportaran como es debido al menos dos minutos. –Tsundere...-Susurró, cruzados de brazos.


-Veo que hay cosas que no cambiarán nunca...-Elm sonrió de manera nerviosa viendo la pelea de ese par.- Bueno, contactaré con el orfanato de Earl para que no haya problema, seguro que ellos también están de acuerdo en que ya es hora de que tú también tomes algo de diversión.


-¿Podemos salir ya?


-¿Mamá?



Gold se acercó más al aparato. Elm conversaba con una mujer de pelo negro que acababa de salir de un lado de la escena. Le tomó totalmente por sorpresa. La mujer ocupó toda la pantalla mientras el profesor iba a averiguar que era lo que habían roto esta vez esas traviesas criaturas y sonrió de oreja a oreja, contenta por ver a su hijo. Al parecer, lo habían planeado todo pero su madre no había podido esperar un poco más. Al fin y al cabo, la impaciencia de Gold tenía que haber salido de algún lado, aunque era adorable.



-Hola. –Saludó alegremente y el resto también le devolvió el saludo.- ¿Qué tal os va? Lo he escuchado todo así que os deseo de verdad que lo paséis bien hasta que volváis. –Su atención se centró en el chico de ojos dorados, que no pudo evitar ponerse rígido.- Gold, cariño, acuérdate de tomarte las verduras. Sé que no te gustan porque te producen gases pero tienes que crecer un poco más, ¡Oh! Y recuerda en ser más amable, hijo. Me dijeron en la guardería que tienes un gran talento pero que a veces han tenido que tratar a pequeños Pokemon con un trauma por el baño. –Una gota de sudor frío apareció en su frente.



-¡Mamá, tengo veinte años! –La cara de Gold estaba extremadamente roja. Adoraba a su madre más que a nada en el mundo...pero no terminaba de convencerle esa gran protección que tenía hacia él, ¡Y que dijera ese tipo de cosas en público! Suspiró e intentó evadir el tema de las verduras. – Entiendo, entiendo, veré lo que puedo hacer...- Una sonrisa tierna se dibujó en su rostro.- Gracias por preocuparte mamá.



-De nada hijo. – Detrás de la mujer de blusa blanca y amarilla se podía ver al profesor Elm correr detrás de un par de manchas de color verde, azul y roja. Menudo problema estaban armando.



Silver bajó la cabeza. Su flequillo ocultaba sus entristecidos ojos. En verdad esperaba ver a su padre en esa pantalla...aunque solo fueran un par de minutos de silencio o de incómodos saludos. Aún les costaba un poco comunicarse entre ellos pero no podía negar que le tenía cariño y quería verlo..."Pero veo que es imposible." 



Con el pasar de los años, Silver y Giovanni se habían acercado mucho como la familia que eran pero aún así, no podía pasar mucho tiempo con su hijo debido a varias cosas que tenía que arreglar. Los delitos que cometió el Team Rocket aún les perseguían...y tenía que solventarlos si querían estar felices otra vez y pasar el tiempo que no pudieron antes.



La madre de Gold se dio cuenta del cambio de actitud de su amigo pelirrojo y sonrió con añoranza.



-Silver...-Llamó.- Sé que querías ver a tu padre pero nos ha dicho que no había podido venir aunque le hubiera encantado desearte suerte...Pero, ¿Sabes? Te ha mandado un paquete con una sorpresa. Dice que está seguro de que te encantara y que espera que lo perdones por no estar aquí. –Terminó sonriendo como siempre, pero con un tono comprensivo. Los ojos del chico relucieron por un instante.



-Entiendo...muchas gracias. –La mujer le devolvió el agradecimiento con un gesto amable y se despidió de ellos.


-Bueno, me tengo que ir. Hay más gente que quiere hablar con vosotros, ¡Suerte! (¡PI!)


-¿Más? –Dijo sorprendida Blue.


-Al parecer...¿Quién será esta vez?


-Espero que no sea quién creo que va a ser...


-Jovencito, ya puedes ir explicándome el por qué.



Esa voz seria y con fuerza de voluntad le provocó un escalofrío al moreno de ojos rojos como el rubí. Se giró lentamente hacia la pantalla con el rostro morado del susto y saludó con la mano temblorosa. O lo arreglaba o tendría serios problemas...¿Por qué tenía que haber llamado su padre y escucharle? ¿Por qué? Lloraba internamente. Sapphire y Emerald también se acercaron al coordinador para apoyarle en lo que pudieran...Aunque ellos también le tenían un poco de miedo a ese hombre tan meticuloso.



-Ehh...esto...



-¿Sabes? Déjalo. –Le interrumpió, con su mirada fría puesta en él.- El Profesor Birch quería hablar con vosotros y ya que tu madre estaba preocupada por eso de los accidentes contactamos con el Profesor Oak. Pero no te hagas ilusiones.



-Ehm...¿Gracias? –Ruby ya sabía de antemano que a su padre era difícil verlo expresando sus sentimientos o afecto, pero en el fondo sabía que era una buena persona, estricta, pero que se preocupaba por él bajo esa muralla de hielo.



Saludó a su madre e intercambiaron unas palabras de ánimo y un poco de información sobre la situación allí en Hoenn. La relación con su madre era mucho más abierta. Tras eso, se despidieron con una cálida sonrisa y el Profesor Birch apareció en escena con un simpática Zigzagoon montado en su cabeza y mirando a la cámara como si sonriera.



-¡Saludos, Sapphire! ¿Cómo vas?



-¡Hola papá! Muy bien, he recolectado un montón de datos y...-La emoción de la castaña se apagó un poco. Qué torpe, casi mete la pata y cuenta el accidente que tuvo y por el cual estuvo en el hospital. No...no podía decirle eso a su padre...no quería que se preocupara.- esta región es interesante, ¡Pero nada comparado con Hoenn jajaja!



-¡Esa es mi hija! –Exclamó muy alegre el hombre de pelo marrón oscuro.- Pero recuerda en relajarte y divertirte un poco, ¿eh? Vosotros también Emerald, Ruby.


-Gracias profesor. –Sonrieron los dos.


-¡Hey, Rald, menudas vacaciones te estás dando eh!- Un chico castaño de pelo rizado y con una cámara en el cuello apareció detrás del padre de la conquistadora y saludó al resto, como era habitual, con un deslumbrante flash de su cámara.- Me tienes que traer alguna foto~


-Sip, no te preocupes, lo tendré en cuenta. –El pequeño rubio se llevo las manos a la nuca mientras sonreía. Su amigo reportero no había cambiado nada.


-Bueno, os tenemos que dejar, aún quedan el Profesor Serbal y la Profesora Juniper, ¡Adiós chicos! ¡Adiós hija, cuídate!


-¡Igualmente papá, cuidado con los Mightyena! (¡PI!)


-Tu padre da miedo, chico cursi. – El coordinador solo hizo un gesto de quitare importancia con la mano; aún se estaba recuperando del susto y tenía la sensación de que cuando regresara iba a pasarlo mal con otra de sus "charlas". Arceus, ayuda.


-Si no me equivoco...ahora viene lo complicado ¿no? –Pearl cerró los ojos tras un suspiro, con ambas manos en la nuca. Blue ya se empezaba a cansar de que siempre la llamasen a ella y no una sino varias personas a la vez ¡Qué locura!



-No quiero seguir mintiendo...-Se quejó apenado Diamond. Tenían por seguro que el siguiente en saludarles sería el Profesor Serbal...Pero él no quería mentirles más, no quería engañar a su madre, a los que él tanto quería. Pero no le quedaba de otra si quería protegerlos.


-Tranquilo, a mí tampoco me gusta...pero te apoyamos. –Platinum se acercó al chico de ojos como el diamante y estrechó sus manos con las suyas como signo de confianza. – No aguantaría ver a mi padre otra vez encerrado...por eso esta es la mejor solución.


Diamond asintió, un poco más seguro de sí mismo. El apoyo de la señorita y de Pearl era un gran pedestal macizo que no le dejaba caerse ni aunque lo intentara, eso le alegraba infinitamente.



Como esperaban, a los pocos minutos, la pantalla volvió a cobrar color y esta vez estaba más llena de personas que en todas las demás ocasiones. Entre ellas distinguieron la amable expresión de una mujer morena, la mirada comprensiva detrás de unos cristales de un hombre alto, la sonrisa alegre de otro rubio y despeinado y por último, el donaire serio de un señor de barbas canas en el centro. Todos se alegraron al ver a sus respectivos hijos detrás de la pantalla del ordenador del Profesor Serbal.



-¡Mamá/Papá! –Exclamaron desde el otro lado con una sonrisa cruzándoles el rostro.


-¿Recibiste el paquete Diamond, Pearl? –Dijeron casi a la vez Palmer y la madre de Dia.


-¡Sí, era alucinante! ¡Muchas gracias, era justo lo que quería!


-Platinum, ¿Tú estas bien? El accidente de las noticias ocurrió en el Hotel donde os alojabais...–El padre de la chica se hizo un hueco entre los emocionados chicos.


-Sí, afortunadamente...estábamos en otro lugar, visitando Pueblo Aromaflor. –Mintió muy a su pesar. Al ver la mirada preocupada de su madre Diamond también sintió la obligación de explicarle la situación.


-Hemos decidido pasar unos días de acampada. –Intentó disimular para explicar dónde se quedarían a dormir.- Habrá comida de acampada, historias de terror de acampada, actos dobles de acampada...¿A que suena emocionante? jeje~


-Claro que sí. –Sonrió ella.- Me alegro mucho de que todos estéis bien. Tomaros todo el tiempo que queráis para pasarlo con el resto, ¿Vale?


-Y no cometas locuras Pearl.


-Sí...pa –Palmer lo miró inquisitoriamente.- papi.


-Cuando volváis haré tu comida favorita y si quieres puedes invitar a Platinum y a Pearl, ¿Qué te parece Dia?


-¡Genial!



-Bueno, bueno...-El profesor de la región por fin habló con sus pupilos.- Aprovechad estos días para descansar y divertiros un poco. Después del problema con el Equipo Galaxia es lo más parecido a un descanso que habéis tenido los tres...Estuvisteis ayudando durante meses con la reconstrucción de muchos lugares afectados por la deformación espacio-temporal.- Un sonido proveniente al parecer de su ordenador sonó.- ¡Oh! Os tenemos que dejar, la Profesora Juniper ya ha esperado suficiente, vaya...¡Qué lo paséis bien! ¡Adiós! (¡PI!) Y la imagen se esfumó tras esa despedida grupal.



"Comida favorita"..."Una fiesta"..."Me alegro mucho de que estéis bien"..."bien"...No, definitivamente se sentía fatal por haberle mentido a su madre. Pero como le habían dicho sus amigos, era la única opción que les quedaba por el momento para no ponerlos en peligro ni a ellos mismos y a sus seres más queridos. Ya les había quedado claro con Sapphire que esa persona no se andaba con chiquitas. Y su familia era lo que más querían en el mundo.



-Lo has hecho bien. –Le intentó animar Pearl, con una mano en su hombro. Cuando él se giró, el rubio también tenía un atisbo de culpa en sus ojos anaranjados.- A mí tampoco me gusta esto, créeme. Pero imagínate por un momento que les decimos la verdad. Dónde nos encontramos y lo que vamos a hacer. Esa persona averiguaría cosas, iría a por ellos y les habríamos puesto en peligro a ellos y a nosotros mismos...no podemos correr ese riesgo.



-Tienes razón. -Sus ojos de diamante se llenaron con una pequeña chispa de esperanza. "Mamá..."



La llamada de la Profesora de Teselia no se hizo esperar. Black y White la saludaron con alegría igual que ella. Le contaron lo que estaban haciendo, progresos con la compañía BW y Black le prometió contarle más cosas sobre los Pokemon de allí. Por desgracia, la conversación no duró mucho ya que según la mujer castaña de larga bata allí en Pueblo Arcilla había una gran tormenta y ya le había costado mucho trabajo establecer contacto con ellos. Se despidieron repitiendo el mismo proceso de guardar su "pequeño secreto" y finalmente, Blue pudo estirar el brazo y guardar la Pokedex.



Un silencio prolongado se hizo presente. Precisamente, hablar con todos sus seres queridos había tenido un doble efecto en nuestros héroes; el efecto de querer superarse todavía más para acabar con aquello cuanto antes y el miedo de que les pasara algo o preocupar a sus seres amados. Era una moneda de dos caras que estaban decididos a lanzar.


¿Qué lado saldría? ¿La victoria...la derrota...?


-Ahora más que nunca...-Comenzó Red seriamente.


-Tenemos que estar juntos...-Continuó Yellow.


-Para superar los problemas...-Su amiga los miró sin expresión.


-Y proteger a los que queremos. –Finalizó Green. No se iban a dejar ganar. No señor. Mañana, empezaba su lucha.



o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o


Esta vez tardé un poco más porque quería hacer este capítulo bien hecho, ¿Adivinan para qué es? ... Como dentro de unos días es el Día de la Madre, he aprovechado para hacer este "especial" dedicado a todas ellas :) ¡Hasta el próximo cap. y espero que les guste!



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━━━━━━━━━━ ‹𝟹 ━━━ ⠀⠀⠀⠀𝘐𝘸𝘢𝘪𝘻𝘶𝘮𝘪, 𝘵𝘶 𝘩𝘦𝘳𝘮𝘢𝘯𝘢 𝘮𝘦𝘯𝘰𝘳 𝘦𝘴 𝘭𝘪𝘯𝘥𝘢.. ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀﹫𝘈𝘬𝘢𝘳𝘪 𝘐𝘸𝘢𝘪𝘻𝘶𝘮𝘪| 2023
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Park Jimin, un padre soltero. Por culpa de una estafa termina viviendo con un completo extraño. Min Yoongi, un hombre solitario que guarda un triste...