Al cabo de media hora se reencontraron con Yellow, Red y Silver. La pequeña rubia abrazó a Sapphire amistosamente y les preguntó a Ruby y Gold qué les había pasado antes. Nadie mencionó nada al respecto. El criador de Jhoto se defendió afirmando que el oji-rubí había gritado por el polvo y, por desgracia, le había tocado aguantarle. Como siempre, desembocó en una discusión que si no llega a ser por la castaña y Red, alguno habría perdido un mechón de pelo.
Hicieron las paces no muy convencidos y retomaron la marcha por un pasillo que no habían visto anteriormente. Éste estaba más oscuro de lo habitual. Tenían que encontrar al resto antes de que anocheciera, pero a la vez, tenía que tener cuidado por si encontraban en su lugar más Pokemon fantasmas defendiendo su territorio de intrusos.
Gracias al talento de Sapphire, se reunieron con Green, Platinum, Black y Diamond y le devolvieron su preciado gorro. La morena lo recibió con un sentido "gracias" y una sonrisa cariñosa. Ese pequeño accesorio tenía un gran valor sentimental para ella. Les explicaron la situación, las zonas que ya habían visitado y decidieron buscar por el ala este de la gran mansión. Después, saldrían de allí a toda leche para nunca más volver, eso es seguro.
Mientras recorrían la parte más castigada por los años de la construcción, los rayos y truenos desgarraban el cielo sin compasión. Al menos gracias a esos destellos no se habían vuelto a separar. La mayoría estaba tan apegada entre sí que no se volverían a perder por nada del mundo. Cuando estaban a punto de volver al vestíbulo como su última opción, se toparon al abrir la última puerta con el trío faltante; Pearl abrazó a sus amigos tan efusivamente que casi los deja sin aliento y Crystal se alegró de ver al resto de una pieza. Emerald era un caso a especial.
-Hey...-Saludó sin mucho entusiasmo a sus compañeros. Ambos se miraron extrañados. Esperaban otra reacción de parte del rubio pero tal vez pedían demasiado. Justo en ese momento un rayo que había caído cerca, seguido de un resplandor, asustó tanto al oji-verde que saltó a los brazos de Ruby como un muelle.- ¡A quién engaño, los extrañé mucho! ¡¡Y ahora... vámonos de aquí de una maldita vez!!
Los demás sonrieron divertidos por la escena. Sapphire seguía pensando que cuando lo veía comportarse así tan mono como un pequeño Zigzagoon (Ugh, las influencias de Ruby la estaban afectando.) pero decírselo sería como cavar su tumba allí mismo. Al percatarse de su situación, se puso más rojo que una baya tamate y bajó de un salto. El coordinador escapó de su estupor y sonrió, encogiéndose de hombros. En el fondo eran buenos amigos y compañeros.
-Aún no sabemos nada de Blue y White. -Mencionó Green, cruzado de brazos y con los ojos cerrados, pensativo.
-Hemos recorrido todo el primer piso, no creo que sigan por aquí. Tal vez hayan regresado al vestíbulo.
-¡Crystal-san tiene razón! –Rald la abrazó efusivamente, siendo correspondido por una sonrisa amable por parte de la peli-azul.
-Soy yo...o solo se comporta así de "amable y tierno" con Crys...-Susurró Ruby al oído de la conquistadora.- A mí al menos no me da ni los buenos días a veces.- Ella solamente se encogió de hombros. Parte de razón tenía.
-Hey, chico raro, ya oíste lo de que las confianzas dan repelús, ¿no? - Con su palo de billar lo separó de Crys sin cuidado y volvió a ponérselo en los hombros.- Andando, que aún queda camino.
-¡No quiero! –Se volvió a pegar a Crys. Una gota de sudor bajó por el flequillo de la capturadora y una sonrisa nerviosa pintaba sus mejillas.
-¡Qué te quites de ahí!
-¡No quiero, pervertido acosador!
-¡Ni siquiera te he tocado! Además, ¡Habló el que no se despega ni con espátula!
-Por que puedo.-Sonrió orgulloso, con los brazos en jarras y barbilla en alto. Acto seguido, le sacó la lengua. Esa fue la gota que colmó el vaso.
-¡Ahora sí que sí! ¡¡Ven aquí, enano roba-estilo!!
La "amistosa" pelea acabó al cabo de un rato con una inyección tranquilizante llamada "Patada voladora de Crystal" para los dos jóvenes. Tras ese pequeño paréntesis, regresaron a la entrada del edificio, volviendo sobre sus pasos. El ambiente se suavizó un poco más cuando algunos se animaron a hablar de lo que podrían hacer mañana, olvidando obviamente los sustos vergonzosos que se habían llevado en aquella casa del terror improvisada.
Platinum dirigió la marcha ya que había memorizado los caminos a la perfección, pero cuando llegaron no había nadie. Incluso habían desaparecido los miles de Gastly y los muebles y cristales volvían a estar en su sitio. Si no hubieran presenciado el caos que había tenido lugar en esa misma sala, jurarían que allí no había pasado nada. Hasta el cristal roto estaba reparado, sin dejar rastros de vidrios o golpes en su superficie. Esa visión era desconcertante y espeluznante a la vez.
-¿Qué...ha pasado aquí?- Preguntó al aire Red.
-El cómo es lo que me preocupa...-Yellow sintió un escalofrío al recordar como aquella sombra se despegaba del suelo y se acercaba a ellos lentamente.
-¿Y dónde están Blue y White? –Un castaño de ojos verdosos oteó los alrededores en busca de las dos chicas.- Deberían de estar aquí, este es el único lugar por el que no hemos pasado.
-¿Y dónde podemos buscar más?
-¿Y si...y si ese fantasma se las ha llevado como garantía para vivir unos años más...? –Sapphire imitó con sus manos las acciones de un fantasma furioso en busca de presas jóvenes para alimentar su flama de vida. Cuando se percató de que la observaban con una expresión aterrorizada, decidió frenar con esas suposiciones. Debía dejar esos libros.
-Yo tengo una idea infalible para saber dónde están. –Todas las miradas se centraron en una misma persona, expectantes por escucharlo. Black cogió aire y con toda la fuerza de sus pulmones lo soltó.- ¡¡LA COMPAÑÍA BW ES...!!- Tan pronto como llegó la curiosidad y expectación por la idea del muchacho, se esfumó.
-¡Eso no arregla nada!- Recriminó Pearl, exaltado. Una corriente de aire lo invitó a abrir los ojos. Delante de él se había detenido la mano del chico y sonreía con paciencia, señalando con la mirada hacia arriba.
-¡¡LA COMPAÑÍA BW ES LA MEJOOOR!! ¡Hola Black!- El mencionado saludó como si nada al techo.
El resto de los presentes no podían procesar completamente lo que acaba de suceder ¿¿De dónde salía esa voz?? ¿Otro...fantasma? No...Solo tuvieron que mirar hacia arriba para contemplar a las dos chicas flotando sobre unas sillas y una mesa de cristal. Tazas con un líquido parduzco y una tetera danzaban a su alrededor como si ellas mismas controlaran ese lento movimiento. La castaña con la gorra rosa los saludaba con emoción mientras que su acompañante, Blue, se limitó a guiñar un ojo, con una sonrisa. Estaban seguros de que si eso fuera posible, sus bocas llegarían al suelo.
-¡¿Cómo es posible que flotéis?!- Todos menos Black retrocedieron unos pasos, asustados y alertados por si era una trampa muy bien montada de esos bichejos con ojos.
-¡Jo jo jo! Qué tontitos. –La silla de la oji-azul se desplazó hasta pararse enfrente de sus amigos, que no sabían si salir corriendo o quedarse ahí. Una pequeña bola de luz salió de la televisión que flotaba por encima de la mesa y se colocó junto a ella, con una sonrisa traviesa.- Todo es cosa de este pequeñín~
-¿¿ROTOM??- El trío de Sinnoh reconoció al instante a la criatura anaranjada.
-¿¿QUEEEEEÉ?? -Todos se miraron entre sí.- ¿¿"ESO" ES...ROTOM??
El grito generalizado de los adolescentes y no tan adolescentes hizo que hasta la gran lámpara de araña del techo se tambaleara, amenazando con caer sobre sus cabezas. Rápidamente se taparon la boca; no querían ser tortilla con un ligero toque a cristal demasiado pronto.
Después de la conmoción...
-Así que es eso lo que pasó...-Ruby dejó su taza de té en la mesa. Para hacerlo más cómodo Rotom hizo que las sillas y la mesa aterrizaran en el suelo de la gran sala principal. White asintió, relajada.
-Sí.- Mientras relataba lo ocurrido antes y después del incidente de los Gastly, imágenes de sus recuerdos iban sucediéndose en su mente.
>> Entre toda la conmoción no pudimos ver nada. Los Gastly, Haunter y demás criaturas fantasmales se arremolinaban sin dar tregua. Oí unos pasos y supuse que habíais huido todos así que me levanté como pude e intenté salir de esa nube de gas. Por el camino me encontré a Blue que se cubría mientras escapaba. –La mencionada asintió.- Pero justo cuando habíamos alcanzado el pasillo, escuchamos unos ruidos y retrocedimos.
-Cuál fue nuestra sorpresa cuando vimos que todo había desaparecido. -Continúo Blue.- Ni fantasmas, ni muebles tirados...nada fuera de su sitio original. Intenté llamaros pero ya era demasiado tarde...ju ju ju ¡Miento! ¡Fue divertido ver cómo trabajabais en equipo! –Dio una palmada, con una sonrisa alegre, casi infantil, y señaló a la televisión de Rotom... ¡Eran cámaras!- Sobre todo Ruby y G...¡HMF!
-¡Cierto, senpai! ¿A qué fue muy divertida la apuesta? –Ruby saltó de su asiento para tapar "delicadamente" la boca de la castaña de ojos azules.
-¡Sí, sí! Y nadie puede enterarse porque por primera vez el Gran Gold perdió ¿No es así, amigo cursi? –Gold lo respaldó, arrastrando cada palabra entredientes para hacerle desistir de contar aquel...ejem...suceso.
-¿"Amigo cursi"...?- Sin comentarios al respecto...
-A lo que íbamos.-White suspiró; esos dos eran muy raros.- Sorprendimos a este pequeño "discutiendo" con un fantasma mucho más grande. Gracias a la televisión, nos comunicó que era un amigo suyo que había venido de visita y que sentía mucho su mal comportamiento; Ese Gengar en verdad pensaba que eramos ladrones. Al fin y al cabo solo quería proteger su hogar.
-Exacto.- Blue apartó con brusquedad la mano del coordinador, que cayó de espaldas por la fuerza de la chica. KO Ruby. Gold se apartó un paso por si acaso.- Desde ese momento estuvimos viendo su avance en la pantalla...Al principio, Rotom se opuso pero lo convencí de que sería divertido ¡JO JO JO!- Su característica risa provocó el efecto habitual.
-Tsk. Mujer ruidosa...
-Es decir...¿Estuvimos huyendo de algo que no era real? –Pearl se mostraba molesto. Qué le pasara una vez en el Gimnasio de Fantina lo podía pasar...¡¿Pero dos veces?!
-Esto es alucinante...
Silver dejó escapar un suspiro. Ironías de la vida; Vencían a criminales y resulta que se asustaban por unos fantasmas producto de una ilusión...En fin, eso demostraba que no eran "héroes" cada minuto de sus vidas. Detrás de esa responsabilidad de cargar la Pokedex se encontraban personas normales y corrientes, con sus talentos, miedos y torpezas...¿Quién había establecido que los héroes tenían que ser perfectos? Nadie. Y ellos estaban ahí para demostrar que no necesitas ser un héroe de película para hacer lo que crees correcto y proteger a quién quieres.
Rotom se disculpó con ellos por el mal rato que les habían hecho pasar. Como compensación, y dado que la tormenta seguía sin amainar, los invitó a quedarse en la mansión al menos por esa noche. No les hacía mucha gracia tener que pasar más tiempo en aquella "casa del terror" pero tampoco estaban en condiciones de exigir nada; deberían estar agradecidos de que podían dormir sin amanecer resfriados a más no poder.
El pequeño fantasma estaba contento de pasar un rato con Diamond y el resto de sus amigos. Para él eran personas muy amables y hacía tiempo que no recibía visitas. Como algunos ya estaban muy cansados del día tan ajetreado que llevaban, Rotom los guió hasta unas habitaciones mejor cuidadas. Cada uno escogió la que más le gustaba o se ajustaba a sus necesidades y en cuanto tocaron la almohada, quedaron completamente dormidos. Los ronquidos no serían raros esa noche.
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A la mañana siguiente, el jovial Pokemon los fue despertando poco a poco, volando sobre ellos o electrocutando a aquellos que solían pegarse a las sábanas. Pearl, que fue el primero en despertar, se llevó un buen susto cuando vio aparecer a través de la pared una figura amorfa y brillante, pero se percató de quién se trataba y respiró tranquilo. Lentamente, los Pokedex Holder volvieron a reunirse en el centro de la gran sala y se despidieron muy agradecidos por la hospitalidad del pequeño.
El trío de Sinnoh había prometido visitarle más a menudo y según Platina, iba a ayudar a la restauración de gran parte del edificio. La alegría de Rotom era indescriptible.
Parecía imposible que ayer hubiera habido una fuerte tormenta. Las nubes negras como la ceniza, el estruendo de los rayos y truenos, la lluvia y el viento sin pausa habían dado paso a un hermoso día de verano. Podías llenar tus pulmones con un aire fresco y cierto aroma a hierba húmeda que cierta chica de pañoleta adoraba. Pero sobre todo, el Sol tenía más ganas que nunca de brillar. Suspiraron tranquilos, al menos ese día pintaba mejor que el anterior.
Gracias a un antiguo mapa que les había dado Rotom pudieron volver al Hotel de Platinum sin ningún problema. Mientras iban caminando, observaron el bosque. No toda la tranquilidad se había recuperado, la tormenta también había dejado muchos destrozos. Ramas de árboles yacían astilladas por muchas zonas, otras estaban torcidas y la tierra estaba removida por el agua y cubierta de hojas caídas. Yellow se sintió triste cuando vio que tan maltratado había sido por el mal tiempo. Pero estaba segura de que era normal en aquella época y el bosque saldría adelante como si no hubiera pasado nada.
-Tengo hambre...
Por muy raro que pareciera el autor de esa frase no era Diamond. Ni siquiera Sapphire. O Black. Un azabache de ojos dorados se abrazaba el estómago con mala cara y no era de extrañar. No habían comido nada en horas. Las "manadas de Donphan" comenzaron a aparecer casi al instante de mencionar la palabra "hambre".
-Agradecería que Rotom cambiará la despensa...o al menos tirará lo que ya no tiene salvación.-Ruby aguantó las ganas de vomitar. El recuerdo de esa botella de leche convertida en piedra mohosa y unos panecillos que se derretían al tocarlos no era muy...hermoso a la vista. Ni para ningún sentido, para qué engañarse.
-Todas las plantas de bayas están destrozadas. -Sapphire acarició con cuidado un arbusto de bayas rosadas. Todas estaban picoteadas, manchadas o trituradas en el césped. Ella que adoraba desayunar ese tipo de bayas...qué fastidio...
-Contra antes lleguemos al hotel mucho mejor, ¡Me voy a pegar una comida de reyes!
-¡GOLD! ¡Al menos sé más educado!
-Yo tengo hambre, tú tienes hambre, tooodos tenemos hambre. No es nada raro, Crys. –Se excusó, llevándose ambas manos a la nunca.
-Uuff...-El pelirrojo de ojos como la plata no estaba preparado aún para encarar otra discusión del moreno y mucho menos escuchar una.- Perdón por las molestias, Platinum.
-No te preocupes, no es una molestia. -La chica le dedicó una sonrisa sincera. La verdad es que ella también deseaba llegar cuanto antes al Hotel. Lástima que el hambre no entendiera de modales; su estómago volvió a gruñir lo suficiente como para que el muchacho lo escuchara.- P-perdón. -Se disculpó muy avergonzada. Él sonrió e hizo ademán de que no era importante.
-Me voy a desmayar...-Como siempre. Red tan positivo.
-Pues yo estoy bien~
Todas las miradas fueron a parar al chico de boina rojiza y ojos tan cristalinos como el diamante. Su sonrisa alegre y sus movimientos tan ligeros no daban señales de que fuera falsa su afirmación. Ante la sorpresa de sus amigos decidió desvelar su secreto. Su mochila estaba repleta de dulces y otros "manjares". Como una manada de lobos cuyos ojos están fijados en su siguiente presa, muchos se lanzaron a la persecución del chico, que corría desesperado.
-¡Si ya les he dicho que iba a compartir! –Gritaba con los párpados cerrados con fuerza y corriendo sin mirar atrás.
-¿¿CÓMO FUISTE CAPAZ DE NO DECIR NADA?? –Gold encabezaba la marcha, seguido de cerca por Sapphire, Ruby y Pearl.
-¡No me acordé, lo prometo! ¡¡SOCORROOOO!!
El pobre chico acabó exhausto pero por lo menos había convencido a sus perseguidores de que no le lincharán. Repartió galletas de chocolate, pequeños pasteles, bayas... entre otras cosas más para hacer más llevadero el camino (y más seguro para su salud física) El resto del trayecto fue más tranquilo, comentaron anécdotas del día anterior y charlaron de varios temas triviales.
La alegría iba volviendo poco a poco a sus rostros. Se sentían más ligeros y llenos de emoción. Un nuevo día empezaba y dependía de ellos que fuera muchísimo mejor que los anteriores. ¿Los problemas están para superarlos, no es así?